Lo murmuraban entre los pasillos del castillo, impacientes por saber la verdad y conseguir respuestas de alguna forma. Cuando eran vistos, era necesario el tener sus varitas a mano, en caso de que les tendieran alguna trampa para decir la verdad. Ya ni siquiera podían ir a comer tranquilos, puesto que miraban a ambos, esperando que ellos mismos intercambiaran sonrisas o alguna señal de complicidad. Nada se dio a la luz, absolutamente nada. En el fondo, todo seguía igual: las clases, los profesores, los deberes, la comida, la rutina. Sólo el ambiente cambiaba, hacía más frío y los alumnos usaban bufandas arropadas y suéteres que iban acorde a los colores de sus casas (simplemente porque les gustaba así, no porque fuera reglamento del colegio).
Hoseok miraba al cielo una tranquila tarde en la que recién había terminado su clase de Adivinación con la extraña profesora Trelawney. Apoyado sobre el borde de la ventana, sus gafas se mantenían en el puente de su nariz y los labios entreabiertos daban a entender su falta de concentración real en lo que observaba. Estaba algo aburrido, pero tampoco tenía mucho por hacer. Inconscientemente, esperaba a que fuera el día siguiente para tener clases de Pociones y poder chusmear con Taehyung alguna cosa. Desde las revistas de magia juvenil hasta apuntes de la materia.
Se dio cuenta por una vez más en quién estaba pensando: ¿¡es que acaso no podía fantasear con otra cosa!? Por último... ¡con otra persona, ah, qué frustrante! Su rostro estaba rojo como una cereza, y ahora no miraba al cielo, si no que a sus manos apoyadas en la piedra de la ventana. Comenzó a jugar con sus propios dedos, nervioso de seguir avanzando en sus pensamientos, desarrollando formas en las que el cotilleo entre él y el Slytherin podría terminar. Se imaginaba la pequeña mano del más bajo contra la suya, y sentía que le hacían un encantamiento vomitababosas de lo extraño que su estómago se expresaba.
— Por las barbas de Merlín. — se dijo a sí mismo con la voz más calma posible, dentro de sus nervios que no eran necesarios ni acordes a la situación. Pasó sus manos callosas por su rostro pequeño y suave, debajo de sus gafas para presionar sus ojos con suavidad. No sabía qué hacer para dejar de pensar en el Slytherin, en su cabello, su sonrisa y la manera en que volaba sobre la escoba. En la forma en que recitaba ejercicios simples de Encantamientos con su varita, musitando los ingredientes de la poción mágica al inicio de cada clase. Se le hacía tierna su presencia, tierna y dulce.
Era un poco extraño, teniendo en cuenta lo frío que se mostraba a la mayoría del mundo. Hoseok ya no pensaba así de él, pero era tan sólo por el privilegio que tenía de interactuar un poco más con él. El haber escuchado su risa, tenerlo cerca y poder ver que más allá de su frialdad simplemente no sabía cómo responder y se quedaba pasmado frente a muchas situaciones. Por eso es que se le hacía tierno, dulce, esforzado por ser el mejor (como buen Slytherin, vamos).
— ¿Vas bien? — se escuchó una suave y baja voz a su lado. El Ravenclaw se sobresaltó con una maldición en nombre de Morgana, pensando que se hallaba completamente solo por el resto de la tarde; aquel pasillo era tan poco concurrido que su propia presencia en el mismo le ponía nervioso. Miró a su izquierda, de dónde provenía la voz, y ahí estaba con su esbelta pose verde y la expresión seria siendo guarda de miles de emociones diferentes.— Jamás te había visto por acá.
Taehyung lucía especialmente guapo a la luz del atardecer otoñal. La luz cálida se reflejaba en su cabello suave, en sus mejillas sonrosadas, en la silueta de sus hombros angostos. Se observaron por algunos segundos antes de desviar las miradas con las caras rojas y los corazones a mil, los nervios creando una tensión especial en el aire del pasillo vacío. Hoseok volvía a analizar el paisaje a través de la ventana, las nubes y el Lago Negro frente a él.
— Suelo venir cuando quiero despejar mi mente. — explicó en voz baja. Taehyung dejó escapar un tenue 'oh' de impresión, apoyándose también en el borde de la ventana para ver el paisaje reflejado en el Lago Negro. Hoseok tragó saliva con suavidad, miró hacia la derecha y luego a Taehyung, claramente nervioso. Su perfil era hermoso, casi irreal, y el tono rojizo de sus labios y mejillas no hacía más que acelerar su corazón y dejar su mente derretida como se deshace una rana de chocolate contra el fuego de una chimenea en invierno. Hablando de invierno, el frío aire sacudió sus cabellos, los de Taehyung moviéndose grácilmente sobre su frente amplia y recta.
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besos en el campo de quidditch !! 🏹 Vope
RomanceCon las casas de Hogwarts aún divididas en odio y resentimiento, un Slytherin y un Ravenclaw escapan de noche a besarse en la cancha de Quidditch. 🧹 ៸៸ Historia original de © AZURCAT (tengo su permiso para adaptarla) ㊒ Historia basada en el unive...