— ¿Ya terminaste? — cuestionó NamJoon, observando como el otro omega sacaba sus materiales del casillero.
— Uh, sí, ya está. — le sonrió brevemente, apegando un par de libros a su pecho.
— Bien, vamos.
— Te voy siguiendo. — murmuró.
— Ah, oye Kookie, ¿Ya les pediste permiso a tus padres para ir al cumpleaños de JiMin?
— Bueno... Aún no, la verdad es que- — sus palabras se murieron en al aire, había sido interrumpido por un fuerte grito a la lejanía.
— ¡Cierra la puta boca!
Tanto JeongGuk como NamJoon se miraron con confusión, para luego dar media vuelta y buscar al dueño de aquella enojada voz.
Los estudiantes formaron un círculo, rodeando al chico y haciendo que el omega no pudiera ver absolutamente nada. Con un leve puchero de disconformidad, decidió caminar hacia el punto en donde se había formado el escándalo.
— Espera, Kookie. — exclamó NamJoon yendo detrás de él.
El castaño siguió caminando, y debido a que era de baja estatura, pudo infiltrarse en la masa de personas que estaban juntas.
El aroma a café amargo llegó a su nariz de manera instantánea, indicándole la presencia de un alfa y haciendo que su lobito se removiera inquieto ante tan agradable olor. Estiró un poco el cuello para obtener algo y entonces, lo vio.
Era efectivamente un alfa, de cabello rojo brillante, cuerpo tonificado, piel canela y de muchos tatuajes por toda la extensión de sus brazos.
La curiosidad de JeongGuk se hizo presente. ¿Quién era él? Nunca lo había visto caminar por la escuela.
— No vuelvas a meterte conmigo. ¡¿Entendiste?! — le gruñó pesadamente a cierto beta que yacía en el suelo. Dio una vuelta, observando a la gente que estaba cerca de él. — ¿Y ustedes qué? ¡Lárguense!
El alfa se tomó el tiempo de mirar a algunos de ellos con sumo desprecio, indicándoles amenazantemente que no invadieran su espacio. Logró su meta, y es que los jóvenes fueron huyendo con rapidez. Sin embargo, por unos instantes, sus almendrados orbes chocaron fijamente con los de JeongGuk, haciendo que el omega se tensara en puros nervios.
El pelrrojolo observó un poco más pero ya sin aquella ira dominante, solo era una mirada profunda y neutral. JeongGuk lo analizó suavemente con la mirada, apreciando sus espesas cejas y sus acorazonados belfos. Tenía la mandíbula perfectamente marcada pero unos pómulos muy bonitos (algo alargado) y esponjosos. Recorrió todo aquel rostro con la vista hasta detenerse nuevamente en los ojos del pelirrojo.
Aquellos segundos parecían eternos.
— Kookie, v-vámonos. — sugirió NamJoon preocupado, tomando a su mejor amigo del brazo para alejarlo completamente.
El alfa rompió el contacto visual para chasquear la lengua y sacudir bruscamente su cabello con ambas manos. JeongGuk no dejó de mirarlo por más que fuera halado por su mejor amigo. Simplemente había algo en el chico que capturaba todo su atención y la de su lobo.
— ¿Quién es él, NamJoonie?
— ¿Cómo voy a saberlo? — aclaró con horror. — Jamás lo había visto, es decir, jamás había visto a un alfa tan maleducado.
El castaño frunció sus labios con disgusto. Realmente quería saber quién era ese lindo chico.
— Además, ¿Por qué lo preguntas? — siguió hablando el peli-plata, mirándolo de manera acusadora.
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࣪ ▸ ִֶָ🌹 ࣪𝑩𝒂𝒅 𝒃𝒐𝒚.⊹ 𓏲
Fanfiction❝¿Quien dice que un chico malo no puede caer ante los encantos de JeongGuk?❞ JeongGuk es considerado el Omega más bonito para todos los alfas en el centro estudiantil. Un día como cualquiera otro, llega un nuevo estudiante, un típico nada boy que de...