Habían pasado aproximadamente tres días, aquellos en el que JeongGuk aún no se atrevía a encarar al alfa y devolverle la enorme sudadera.
Quizás puedan llamarlo extraño, pero una parte muy sincera del omega todavía no quería entregar la prenda. Y puede que sea vergonzoso, pero el aroma a café amargo seguía impregnado de manera tan cálida y suave que pudo dormir plácidamente por esas noches, recordándole la sensación de los brazos de su madre que lo arrullaba cuando era un cachorro.
Pero era obvio que no podía seguir evitándolo, después de todo, tenían que terminar con el proyecto porque el bimestre ya estaba a poco de acabar y tenían que dar la exposición. Así que, quisiera o no, tenía que entablar una nueva conversación con el castaño.
Era la hora de salida, justamente ayer su sanción terminó por lo que ahora ya no se veía en la obligación de limpiar un salón más. El omega dejó que NamJoon se fuera con otro de sus amigos ya que él tendría que esperar a HoSeok, tenía que hacerlo. Realmente agradeció internamente que aquel alfa haya salido sin la compañía de TaeHyung, no creía estar listo para verlo de igual forma.
El pelirrojo iba por la dirección contraria, caminando desinteresadamente mientras tenía la vista fija en el celular. JeongGuk soltó un hondo resoplido para tomar valentía y finalmente acercarse a él.
Para HoSeok no fue gran novedad el percibir el dulce aroma a vainilla y que después de ello, llegaran un par de toques en su hombro derecho. Ladeó la cabeza mínimamente, viendo la pequeña figura del omega.
— Uh, hola. — habló en voz baja, casi dudoso a recibir un tosco rechazo. ¿Por qué casi siempre él tenía que empezar la charla?
HoSeok terminó por guardar su celular para dar media vuelta y, secretamente, apreciar el rostro que tanto añoró ver ampliamente durante esos días.
— Yo venía por el proyecto... — carraspeó suavemente. —, falta poco para la fecha y aún nos falta terminarla. "Estúpido trabajo".
— Ah, cierto.
— Es preferible que lo terminemos lo más pronto posible.
— ¿Por qué el apuro? — se cruzó de brazos, él no tenía filtro alguno al decir las cosas.
— ¿Eh? Ah, es que es mejor para ti. ¿No? — alzó sus manos en un intento de explicarse. — B-bueno, para mí también. Es decir, para ambos para tener una mejor calificación y no tener un regaño...
El alfa negó divertido mientras se desconcentraba del tema, sonriendo al ver el suave sonrojo coloreando las níveas mejillas de JeongGuk. Tan adorable aunque no se diera cuenta sobre sus acciones.
— De acuerdo, cálmate. — bromeó. — ¿Qué propones?
— ¿Qué propongo? — cuestionó confundido, dando un paso atrás cuando notó que HoSeok iba acortando la distancia mientras le sonreía ladino. El aroma a café amargo llegando cada vez más a sus fosas nasales.
— Ajá, quisiera escucharte. — y otra vez ese tonito satoori de Busan.
JeongGuk sacudió brevemente su cabeza. — Claro, sí. Mis papás llegan por la noche y todos los archivos están en mi laptop. Quizás puedas venir mañana con tu aporte y culminar lo que falta.
— Entonces... ¿En tu casa?
— Sí, nos encontramos aquí para llevarte luego. No creo que vayas a acordarte del lugar. — explicó. Ignorando el, quizás, timbre sugestivo que el tonto alfa estaba usando.
— Lamentablemente no lo recuerdo. — chasqueó la lengua. — Pero para la próxima apuntaré la dirección.
"¿La próxima?"
— Bien, si eso es todo; yo me retiro. — avisó el alfa. — Por desgracia tengo una reunión familiar en la que estoy muy emocionado en no asistir.
El omega no puedo reprimir una efímera sonrisa, a veces HoSeok era tan inusual.
— Nos vemos mañana.
— Así será.
El pelirrojo dio media vuelta, no sin antes decirle un: — Ve a casa con cuidado.
No sabía cómo o por qué, pero extrañamente sonrió mientras seguía su camino.
Sin duda, el asqueroso día que tuvo se vio mejor después de haber visto al omega.
(...)
Ya llevaban más de dos horas concentrados en redactar y escribir todo en la conclusión del informe, que incluso, se olvidaron del transcurso del tiempo. No fue hasta que el alfa se detuvo unos instantes, llevando el lapicero por el contorno de su mandíbula mientras observaba cuidadosamente los rasgos faciales de JeongGuk. Era inevitable, su atención quería estar centrada en el omega al menos por unos minutos.
El castaño se encontraba mordiendo inconscientemente su labio inferior debido a la presión de acabar todo con mayor eficiencia y rapidez. A los segundos, comenzó a sentir la pesada de mirada de HoSeok y no sabía si eso era bueno o malo. Solo comprendía que estaba empezando a ponerse nervioso.
El alfa se permitió divagar libremente por sus pensamientos. Una vez que el proyecto haya sido presentado, no volvería a acercarse a JeongGuk, no existiría ninguna excusa para hacerlo. Ya no lo vería de cerca como en esas semanas pudo e incluso la odiosa sanción finalmente acabó, el tiempo que pasaban juntos se estaba acortando y no podía detenerlo.
"Mierda". — y realmente no supo si maldijo porque imaginó las posibles consecuencias luego de ello o porque la idea no le desagradaba en absoluto como normalmente tenía que ser.
Quizás todo acababa ahí.
— ¡Jung!
El grito del omega lo sacó de su trance, por poco y cae de la silla al piso alfombrado.
— Oh, lo siento. — el castaño lo tomó del brazo, intentando ayudarlo. — Es que no me escuchabas y yo-
— Hey, ya, tranquilo. — el alfa se reincorporó y cubrió con ambas manos la delgada mano de JeongGuk, logrando que este expandiera sus ojitos en completa sorpresa.
HoSeok necesitaba ese toque.
— Yo, ah — las palabras morían en la garganta del alfa. —, quiero decir, uh... Gracias.
¿En serio lo había dicho? ¿Por qué? Ni siquiera él lo entendía, pero tal vez lo volvería a hacer si de tocar la tersa piel de JeongGuk se trataba.
Descuida. — murmuró, su omega recostándose desanimado cuando el castaño lo liberó de su sutil agarre. — Solamente quería decirte que ya terminé con mi parte del informe...
"Maldición".
Su pensamiento cobraba realidad.
—... Y estaba preguntándote si ya acabaste la tuya. — rascó tímidamente su nuca mientras retomaba asiento, un poco lejos del castaño.
— Uh, me faltan dos párrafos y todo termina. — decretó, tornándose serio tan de repente.
¿Por qué le jodía tanto decir eso? Iba a perder el sentido y la orientación mientras estaba cerca de JeongGuk. Tenía que hallar una respuesta urgente a todo lo que su mente dictaba y a las sensaciones en las que se veía envuelto.
— Entonces estaré estudiando para el viernes mientras concluyes lo que te falta. — anunció el omega. — Espero nos vaya bien.
—Sí, digo lo mismo.
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࣪ ▸ ִֶָ🌹 ࣪𝑩𝒂𝒅 𝒃𝒐𝒚.⊹ 𓏲
Fiksi Penggemar❝¿Quien dice que un chico malo no puede caer ante los encantos de JeongGuk?❞ JeongGuk es considerado el Omega más bonito para todos los alfas en el centro estudiantil. Un día como cualquiera otro, llega un nuevo estudiante, un típico nada boy que de...