Historia del personaje: Park BeomGyu (Choi BeomGyu)

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Tenía 4 años cuando su madre lo abandonó, no recuerda muy bien los días que vivió con ella, pero si el último. Era un día cualquiera, salió del cuarto en busca de su madre, y la encontró en la cocina preparando unos panqueques, en su fino rostro, tenía hematomas que habían sido cubiertas con maquillaje, cosa que el infante notó.

-Buenos días, cariño.-saludó la mujer con una bonita sonrisa.-Mira lo que hice para ti.

BeomGyu corrió lo más rápido que sus piernitas le permitieron y subió a la silla para comer. La mujer le extendió el platos con unos esponjosos panqueques con un poco de miel encima.

-Se ven bien bonitos, mami.-dijo el pequeño con alegría, ya que su madre no solía prepararle aquel alimento dulce.

-Son especiales, disfrútalos.-se sentó en frente de su pequeño.-Hoy saldremos a jugar.-Beom se emocionó.

-Vendrá papi con nosotros.-dicho eso la mujer se tensó.

-Papi está ocupado, además sabes que no sabe jugar, prometo luego saldremos con él.- sonrió débilmente.

BeomGyu era un niño muy inteligente, y sabía que a su mamá no le gustaba jugar con su papá porque solía jugar muy brusco, "Es que tu papi no sabe jugar, cariño", fue lo que le dijo su madre después de verle tonos morados alrededor de su ojo. Al terminar de comer, se levantó y corrió a su habitación a cambiarse, se puso una camisa de rayas, un pantalón que su madre le regaló en su último cumpleaños y unos zapatitos que rechinaban al caminar. Su madre lo esperaba en la entrada con una pequeña mochila y su abrigo, los dos salieron del edificio y la mujer lo llevó a un parque lejano.

-¡Nunca habíamos venido aquí!-gritó emocionado, miró a la mujer y ella lo miró sonriente. Él jugó, corrió, se cayó, lloró, se rió, hizo de todo durante esa tarde, su madre lo llamó y caminó hacía ella, él hizo que lo cargará.

-Oh mi pequeño Beom, te amo mucho.-ella lo miró con tristeza y él puso sus manitas en sus mejillas.

-Beom también te ama.

La mujer lo bajó y movió su cabello, ella fingió revisar su bolso.

-Cariño, se me olvidó mi cartera para comprarte algo, espérame aquí, ¿si?, cuenta hasta cien y estaré aquí.- el niño asintió y se sentó.

Su mamá dejó un beso en su frente y lo abrazó, caminó pero no volteó a ver a su hijo, porque si lo hacía ella no iba a poder ser libre, con el corazón roto regresó a casa en busca de sus cosas, y se fue.

Beom movía sus piernas, desesperado para llegar al cien, pero cuando lo hizo, su madre no llegó, volvió a contar, una y otra vez, pero jamás regresó. Fue encontrado por un policía local en cual levantó el reporte de niño desaparecido, pero él no quería irse, ya que su madre iría por él y no lo iba a encontrar donde habían quedado. Lloró, gritó, pateleó pero aún así fue llevado a la comisaría, los policías revisaron sus pertenecías que llevaba en su pequeña mochila, en ella sólo había un oso de felpa, el abrigo, y una nota.

"Lo siento bebé, no puedo hacerme cargó de ti, perdóname, cuídate mucho, mamá te ama."

Los policías se miraron y el pequeño les arrebató la nota, no sabía leer pero era suya. Los hombres se llevaron al pequeño a una casa hogar, dónde conoció a más niños y a señoras muy amables pero nadie era su madre, siempre estuvo en espera que ella regresará por él, pero cada día, sus esperanzas se esfumaban.

My little Sunshine♡♡ (pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora