07. Se acabó la fiesta

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Adrien maneja por las calles de París, de reojo mira a Marinette que se ha quedado dormida.

-¡Adrien....!-

El chico sonríe, ella lo llama y eso le agrada, al parecer está soñando con él.

Murmullos salen de la boca de Marinette, ninguna palabra que Adrien pueda identificar además de su nombre.

Adrien mira por el retrovisor, ya no alcanza a ver el auto de Nino, quién junto con Alya los seguían hacia el apartamento de las chicas.

Habían acordado que ambos las llevarían a descansar, dejándolas en su apartamento, por lo que al rubio le extraña no ver a sus amigos tras de él.

Adrien entra al estacionamiento del edificio de apartamentos con la tarjeta de acceso que Nino le había dado, localiza el número del estacionamiento marcado en la tarjeta y detiene su auto.

-Marinette, Princesa... Despierta, ya llegamos- dice Adrien mientras mueve delicadamente a la chica.

Ella suelta una risita, se acomoda nuevamente y sigue durmiendo.

Adrien hace un segundo intento, moviendo con un poco más de fuerza a Marinette, ella solo se queja, pero no despierta.

Han pasado alrededor de 15 minutos desde que la pareja llegó al estacionamiento y sus amigos aún no aparecen.

Adrien desciende del auto, cierra la puerta y camina hacia el lado del copiloto, sabe que tendrá que ayudar a Marinette a llegar hasta su apartamento ya que por más intentos que hace ella no despierta.

La entrada de otro auto al estacionamiento llama la atención de Adrien, quién gira la cabeza hacia donde escucha el ruido con la esperanza de que sean sus amigos, pero no es así.

Adrien saca su celular, busca el contacto de Nino y pulsa llamar.

Dos pitidos son suficientes para escuchar la voz de su amigo.

-¡Adrien!, ¿todo bien... llegaste al apartamento?-

-Si amigo, pero los estamos esperando...-

-¡Hey rubio..., más te vale... tratar bien a mi... amiga!-

-Alya, cariño, déjame hablar con Adrien-

-¡No quiero...!, él está ocupado... con Marinette... ya cuelga y llévame a tu casa...-

-Nena, te dije que debemos ir a tu apartamento...-

-¡Que no!... Adiós Adrien... cuida a mi... amiga-

-Alya espe...- la llamada ha sido colgada.

Adrien suspira, si Alya en sus cinco sentidos es necia, borracha es el doble.

-Muy bien Princesa... seremos tu y yo- dice Adrien abriendo la puerta del auto.

Adrien toma el bolso de Marinette, lo abre y saca las llaves para abrir el apartamento.

Coloca el bolso en las piernas de la chica, le quita el cinturón de seguridad y con un poco de esfuerzo la toma en brazos, ella se queja y abre los ojos, le sonríe y lo abraza del cuello.

Llegan al elevador -Marinette, Princesa, despierta- insiste el rubio.

Ella no se mueve, no despierta, al contrario se recarga en el pecho de Adrien. Cómo puede, el chico presiona el botón del ascensor, espera a que las puertas se abran para localizar el piso al que van.

La mira, no resiste la tentación de dejar un suave beso en su mejilla, "¡eres tan hermosa!".

Suben al apartamento, Adrien está analizando sus opciones, tratar de abrir la puerta con Marinette en brazos arriesgándose a tirarla al piso, o intentar por millonésima vez despertarla para poder meter la llave en la cerradura.

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