11. Vergüenza

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Marinette mira a Adrien, sus mejillas se tiñen de rojo no pudiendo ocultar la vergüenza que siente ante el rubio.

—Adrien... yo...— con un suspiro toma asiento.

—¡Lo siento!... Yo me comporte muy mal contigo la noche de la fiesta... y hoy...—

—¿De que hablas? No entiendo nada...—

—Adrien, la noche que me llevaste a casa, después de la fiesta de Nino, he tenido destellos de lo que pasó... Yo quería que tú... Ya sabes, yo quería que nosotros... Que pasará lo que estuvo a punto de pasar hoy...—

Marinette agacha la mirada, es difícil para ella observar a Adrien.

—Adrien esto no puede ser... Es decir, yo nunca me había comportado así, no quiero que pienses que te acoso, que estoy desesperada o algo parecido...— Marinette termina de hablar casi en un susurro, afortunadamente la oficina se encontraba en silencio permitiendo a Adrien escuchar cada palabra pronunciada por la chica.

—No entiendo que me pasa contigo, doy la impresión de que te veo y quiero saltar encima de ti, y no es así... al menos no todo el tiempo—

El rojo de sus mejillas se incrementa, confesar a Adrien las emociones que le provoca no es sencillo.

—Marinette... lo que pasó también fue mi culpa, es decir yo...—

—Adrien... esto no puede continuar, no así, tu y yo no somos pareja...—

—¡Eso es porque tu no quieres, vamos... te lo pedí en la fiesta, y te lo pido de nuevo ahora, se mi novia, sal conmigo...—

—Adrien, te explique mis razones...—

—¿Tus razones?, Marinette tus razones tienen que ver con el trabajo y mi padre, esas no son razones válidas, si me dijeras que no te gusto, que no sientes algo por mí, entonces no insistiría, pero no es así...— dice Adrien desesperado, siente que Marinette pone barreras para no estar con él, barreras que cada vez son mas altas.

—Si lo son..., Adrien que tu no quieras ver lo importante que es para mi el trabajo que tengo...—

—¡Claro que lo se!, es tan importante como para mi lo que hago, pero no lo es todo, Marinette, debes darnos una oportunidad... por favor, acepta salir conmigo, sé que te gusto y que sientes algo por mí, algo fuerte... porque yo siento lo mismo...—

Adrien se acerca a Marinette y la abraza, quiere demostrarle que es sincero en sus palabras.

—Marinette, vamos, sal conmigo Princesa, si aún no quieres ser mi novia no voy a presionarte, pero acepta tener citas conmigo, déjame estar presente en tu vida como algo mas que un amigo...—

—¡Adrien...!—

El rostro de Adrien se encuentra a milímetros de Marinette, ella quiere besarlo, quiere aceptarlo, quiere salir con él, pero tiene miedo, miedo de perder el trabajo por involucrarse con el hijo de su jefe, miedo de perder a Luka ya que también tiene sentimientos hacia él.

Antes de que los labios de Adrien toquen los suyos, ella se gira un poco, el beso que esperaba en la boca termina en su mejilla.

—Esta bien, salgamos... pero Adrien... lo que paso hace unos momentos no se repetirá, ¿de acuerdo?—

—¡De acuerdo Princesa!— dice el chico mas animado, sus sospechas de que ella lo rechazaría por Luka no fueron una realidad, Marinette ha aceptado salir con él y debe aprovechar la oportunidad.

Poco a poco deberá ganarse la confianza de la chica, ya que está seguro que su corazón le pertenece.

—Ahora debo trabajar, los problemas no se resolverán solos Adrien... y nos vemos el viernes, para cenar, ¿te parece bien?—

—Te dejo trabajar... y nos vemos hoy en la noche para llevarte a casa, no dejaré que viajes en taxi—

—Pero Adrien, eso no es necesario...—

—No acepto una negativa, nos vemos a la hora de la salida, pasaré por ti...— dice Adrien sonriendo, se acerca a Marinette para dejar un suave beso en su mejilla, aunque su deseo era posarlo en sus labios no lo hará, sabe que ese momento llegará cuando menos lo espere.

Adrien sale de la oficina dejando a Marinette enfocarse en el trabajo, olvidando por el momento lo sucedido esa mañana.

Ella disfruta tanto el trabajo que una vez que empieza no puede dejarlo hasta terminar, ya mas tranquila se dedica a resolver los problemas con las telas, a dar instrucciones a todos sus trabajadores y a verificar las colecciones,

Una llamada a su celular la saca de la burbuja en la que se había envuelto.

—¡Hola nena!, ¿Cómo has estado?— la voz de Luka se escucha animada, lo que hace que Marinette se sienta aun mas culpable por lo sucedido con Adrien anteriormente.

—Luka, hola...— saluda Marinette con un tono bajo que rápidamente recompone, no quiere que el chico note lo perturbada que se encuentra, —¡-estoy bien, gracias!—

—¿Te interrumpo en algo importante?—

—No, no, dime, ¿necesitas algo?—

Luka ríe —en realidad quiero verte, ¿crees que sea posible que salgamos hoy a cenar?—

—¿Cenar...?—

—Si... solo si tu quieres—

—Emm, bueno... yo... es que... ya tengo planes Luka—

—Oh, de acuerdo... ¿y mañana o el viernes?, si quieres podemos ir a comer o al cine...—

Luka esta presionándola demasiado, esa es la sensación que tiene la chica, y no le gusta, no quiere tomar una decisión obligada por las circunstancias.

—Luka yo... la verdad es que ya tengo planes... lo siento pero no...—

—Marinette no te preocupes, entiendo perfectamente que no quieres verme...—

—No es eso Luka, de verdad tengo planes—

—Si claro, entiendo, te hablo después, adiós Marinette— dice Luka sin permitir a la chica decir algo mas.

Marinette no entiende la actitud del músico, ella no tiene la culpa de tener planes, de que su tiempo ya este ocupado, molesta, vuelve a sus actividades, dejando a un lado la desagradable conversación con Luka.

Se enfoca en su trabajo, hasta la hora de la salida, cuando diez minutos antes de retirarse recibe la llamada de Alya informándole que pasará la noche en casa de Nino, por lo que ella tendrá el apartamento para disfrutarlo sola.

—Aunque no diré nada si decides invitar a cierto chico rubio que muere por ti amiga— dice Alya con picardía logrando avergonzar a Marinette, quien agradece que su amiga no ve el color rosado que cubre sus mejillas en ese instante.

—No Alya, no invitaré a Adrien...—

—¿A donde no vas a invitarme?— se escucha la voz de Adrien en la puerta, haciendo que Marinette se avergüence aún mas.

—¡ADRIEN! hola, por favor te pido que no dejes a Marinette sola en casa, ya que hoy...—

Marinette tenia la llamada en altavoz ya que mientras hablaba con su amiga se dedicaba a dejar su oficina en orden.

—¡ALYA!— grita Marinette.

—¡Marinette, no pasa nada!, solo estoy informando a tu novio...—

—Chicos, lo siento, debo colgar, Alya y yo tenemos mucho que hablar... adiós— se escucha la voz de Nino interrumpiendo la llamada de Alya, con lo que deja a Marinette sonrojada y a Adrien confundido.

—¿Así qué somos novios?—

—¡Adrien!... es que Alya—

—Marinette, estoy bromeando...— dice Adrien con una sonrisa en los labios, aunque lo que en realidad piensa es que le encantaría que lo dicho por su amiga fuera realidad.

***Continuara***

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