08. Resaca

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Marinette grita, asustando a Adrien que la abraza aún más fuerte.

—¡Adrien...! ¿Que... Cómo...?—

Marinette comienza a golpear a Adrien, sus pequeños puños se estrellan contra el pecho del rubio una y otra vez.

—¡Adrien, vete... Estoy desnuda!—

Adrien reacciona, la suelta y se mueve hacia un lado para salir de la cama.

Al instante Marinette se percata que el chico tiene el torso desnudo.

—¡Aaaaah, no salgas de la cama... cubrete!—

Adrien asustado vuelve a la cama. Se cubre con la sábana mientras mira a Marinette, ella está sonrojada.

—¡Marinette, tranquila... no estás desnuda y yo tampoco!—

Marinette se tapa con la sábana hasta la cabeza, por una pequeña rendija observa a Adrien que se levanta de la cama de nuevo.

Toma su camisa y se la coloca, Marinette no puede evitar sonrojarse al ver al chico vestirse, admira su abdomen bien trabajado y sus brazos musculosos.

Nuevamente se cubre la cabeza, es ahí donde se da cuenta que lleva pijama, no está desnuda como en un principio pensaba.

—Marinette... sal de ahí, no estamos desnudos— dice Adrien modulando el tono de voz, no quiere que la chica se asusté y vuelva a gritar.

—Adrien... ¿Que fue lo que pasó...?—

Adrien la mira, ahora se da cuenta que ella no recuerda nada, "pues ¿cuánto había bebido?"

—Estuviste con Alya y bebieron mucho, demasiado diría yo... Quisiste salir de la fiesta y te traje a casa... Iba a irme pero no me lo permitiste... Lo siento, se suponía que solo esperaría a qué durmieras para irme al sofá, pero el sueño me venció...—

Marinette lo mira, aún cubierta por la sábana hasta el cuello.

Hace un gesto que parece de dolor, trata de recordar lo sucedido en la noche pero no puede.

—¿Te sientes mal?... Te puedo traer una pastilla o lo que necesites de la farmacia—

Adrien quiere ayudarla, no le gusta verla sufrir y menos cuando siente que, en parte, es su culpa el que ella haya bebido tanto.

—¡Me duele la cabeza, juro que no volveré a tomar ninguna bebida que lleve la palabra Demonio en el nombre—

Marinette intenta ponerse de pie, no lo consigue, aún siente mareo, además el dolor de cabeza se incrementa.

—Aagh, si necesito algo para está horrible resaca...—

—No te preocupes, voy a la farmacia y vuelvo... No te levantes de la cama, descansa, no tardo—

Marinette se recuesta, siente que la cabeza va a estallarle de un momento a otro, Adrien la mira, preocupado, con la mano toca la frente de la chica, ella sonrojada le sonríe.

—Bueno Princesa, voy y vuelvo—

Adrien sale a la farmacia, Marinette se levanta tan rápido como su dolor de cabeza se lo permite y entra al baño.

Se mira en el espejo, el hermoso maquillaje permanece intacto, los productos utilizados son de la mejor calidad, Marinette agradece no haber despertado con cara de mapache. Toma una toallita desmaquillante y procede a dejar su cara limpia, sin pensarlo mucho entra en la ducha, está segura que un baño le hará bien, y es probable que le ayude con el dolor de cabeza.

Sale de la ducha, el dolor continúa y se le ha unido la sed, Marinette se coloca una toalla en el cuerpo y otra en la cabeza para secar su cabello.

Se acerca a su armario, abre el cajón donde guarda su lencería y toma un conjunto azul cielo, de encaje y transparencias. Rápidamente se viste, elige un short de algodón color azul y una playera con manga corta color rosa.

Se coloca calcetas cortas y se sienta en la cama para proceder a secar su cabello. Lo hace con cuidado pues con cada movimiento siente mareo y dolor.

Adrien regresa de la farmacia, va a la cocina, busca una charola en la cual colocar la comida que también compro, por suerte para él junto a la farmacia había una cafetería.

En un plato pone los hotcakes, acomoda dos vasos, uno con jugo de naranja y el otro con café capuchino.

Para él había comprado un cupcake de chocolate, jugo y café mocha.

Entra a la habitación para encontrar a Marinette secando su cabello haciendo gestos de dolor.

Adrien deja la charola en la pequeña mesita que Marinette tiene al lado de su cama y se acerca a la chica.

—Espera Marinette... Yo lo hago, déjame ayudarte...— le dice mientras retira las manos de la chica para tomar su lugar y secar con sumo cuidado su cabello.

Adrien se sienta al lado de Marinette, es la manera más cómoda de ayudarla, ella se deja hacer, agradecida de no estar sola sufriendo la peor resaca de su vida.

La peor y la primera, porque en sus 23 años de vida, jamás había llegado a emborracharse de esa manera.

Marinette se siente tan bien que poco a poco comienza a relajarse gracias al masaje que Adrien le da, él se da cuenta que ella está a punto de quedarse dormida por lo que deja el cabello de la chica para levantarse de la cama y entregarle la pastilla que compró para el dolor.

Marinette la toma, pero se niega a comer ya que siente que en cualquier momento vomitara por el mareo que tiene.

Se sienta en la cama, recargada en la cabecera de la misma, con los brazos cruzados, cual niña pequeña, le dice a Adrien que no probará bocado, solo ha bebido el jugo y un poco de café.

—¡Marinette basta, pareces niña pequeña!—

—¡No soy niña pequeña, simplemente mi estómago no soportará ningún tipo de alimento!—

—Sabes que debes comer algo, acabas de tomar una pastilla y puede hacerte mal al estómago si no comes...—

Ella insiste en no comer, por lo que Adrien se da por vencido, sacando de la bolsa el capitel que contiene su cupcake decide desayunar, ya que él si que tiene hambre.

Marinette que había girado la cabeza hacia el lado contrario donde se encontraba el chico, curiosa voltea a ver el paquete que Adrien tiene en las manos.

—Adrien...— dice la chica interrumpiendo el viaje del cupcake a la boca de Adrien, —¿crees que pueda darle una pequeña mordida a ese cupcake que tienes en las manos?—

Adrien la mira sonriendo, si la única manera para que ella coma es compartiendo su cupcake lo hará.

Acerca la mano con el panecillo a la boca de la chica, quién presurosa, da una mordida.

—¡Mmmmm, es delicioso!— dice ella gustosa.

—¡Adrien... Dame más... Por favor...—

—No lo se, no te lo has ganado, no has sido buena niña— dice Adrien con un toque de diversión en la voz.

—¡POR FAVOR... DAME MAS... ADRIEN...!—

¿PERO QUE ESTA PASANDO AQUI MARINETTE?

Marinette y Adrien voltean asustados hacia el lugar de donde procede la voz... La entrada a la habitación de la chica...

***Continuara***


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