Editando
[aviso que es antiguo el libro y la edición no va muy rápido pero te aseguro que no está tan mal... creo]
El destino aveces funciona de maneras misteriosas. Nunca espere que llegaras a mí vida para darle nuevos colores.
- levanté mí mano pa...
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Las estaciones pasaron y con ellas los años.
Tal y como tu madre había anhelado creciste en gracia y belleza, siempre cautivando a todos con una gran sonrisa y el deseo de ayudar.
Aquel día estabas de cumpleaños, y con emoción vivías el momento. (Inserte tu fecha de cumpleaños) tu humor era muy bueno como todos los días, tu padre a quien extrañabas con todo el corazón regresaría solo para estar contigo.
Estabas segura de que con solo verlo tu cumpleaños número 17 sería el mejor de todos.
Esperabas con ansias a tu padre. El siempre se mantenía en contacto por medio de cartas, y aunque lo extrañabas mucho, te fascinaba la idea de comunicarte por medio de escritos, era como en los cuentos que te contaba tu madre de pequeña, simplemente emocionante.
Su última carta hacia a ti relataba lo siguiente.
Querida ______
Espero estés bien... ¿Estás lista para dejar de ser una pequeña niña? Aunque ciertamente ya estás creciendo deberías saber que siempre serás mí niña pequeña. Aquella que cargué en mis brazos cuando a penas sabía hacer sonidos.
Que emotivo me he puesto.
Espero con ansias el llegar a casa y poder abrazarte como nunca antes.
Aizawa y yo apuramos todo el trabajo que pudimos para poder llegar el día de tu cumpleaños y celebrarlo juntos.
¿Eso te haría feliz? Espero que si... Aunque no es el mejor regalo que te tengo preparado.
Te has estado portando bien ¿Verdad? Se que lo haces pero no está de más preguntar... Se que tengo a la mejor hija del mundo entero.
Te amo.
- ¡¿Dónde está mí princesa?!- Su grave voz llegó a tus oídos y sentiste la felicidad asomarse.
- ¿Ya llegó? - cuestionaste un segundo antes de asomarte a las escaleras y verlo ahí, claramente buscando tu mirada _____. - ¡llegaste! - corriste escaleras abajo para así lanzarte a sus brazos y estrecharlo como nunca antes lo habías hecho.
- ah, cuidado cariño - hablo con dolor. - yo ya no soy tan joven y tu tampoco.
- ¿me estás diciendo vieja? - el puchero que hiciste no pasó desapercibido, cosa que causó gran ternura en el mayor.
- No soy yo quien lo ha dicho - levanto las manos excusándose. - feliz cumpleaños - toda la alegría que se mostraba en su rostro fue acompañada por un toque de nostalgia, el verte ahora después de tanto tiempo le recordó lo mucho que creías y lo poco que el estaba. - supongo que mi pequeñita ya está creciendo - caminó junto a ti hasta la sala de estar mientras se sentaban juntos en el sofá - ¿sabes? Toda mí vida estuve intentando evadir el hecho de que algún día ibas a dejar de ser mí pequeña para ser una mujer. - te sonrió y tomó ambas manos - te pareces tanto a tu madre...
Lo abrazaste con fuerza, sabías todo lo que el sentía. También sentías un vacío al pensar en tu madre, pero estabas segura de que estaba en un mejor lugar y desde ahí los cuidaba.
- has crecido tanto... Se nota ¿Acaso es esa una arruga?- bromeó.
- no puedo tener más que tu - respondiste de igual forma y ambos rieron.
- toma, feliz cumpleaños, princesa.
Una pequeña cajita fue lo que te entregó, su mirada se volvía más triste al ver como con emoción abrías la cajita y luego te detenidas a ver el contenido de esta.
Recordó en ese mismo instante el día en el que le dió el mismo regalo a tu madre
Sentiste un nudo en la garganta y tu voz desapareció, tus mejillas ahora sonrojadas al igual que tu nariz fueron empapadas con las lágrimas que caían desde tus ojos.
"El collar de mamá"
Aquella joya que se había vuelto tan importante para ella ahora lo sería para ti.
Sus manos tomaron aquel collar y lo colocaron en tu cuello adornandolo.
Cada vez aquel sentimiento agridulce crecía en el pecho de tu padre, se sentía extraño... Sentía que debía decirlo. - te prometo que no hay nadie en este universo ni en ningún otro que pueda reemplazarla.
Aquel momento era uno de esos que guardas en tu memoria para siempre, como los que pasaste con tu madre, los que pasabas en casa y ahora los que se sumaban junto con el nombre de tu padre...
- Daichi (tu apellido) - gritó una mujer esbelta y de piel pálida - creí que dijiste que vivías en un castillo...
¿Que?
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[Si no ven los comentarios es porque está editado el capítulo]
