Capítulo dos

177 74 52
                                    

(Rose)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Rose)

Ha pasado una semana desde que termine mi relación con Bobby, pero el recuerdo de su engaño me sigue persiguiendo como si hubiera sido ayer.

—Mira esa es la sobrina de uno de los jueces no crees que es muy bonita —me dice una de las chicas que va al mismo casting que yo.

Mi boca la abrí tanto que creí que entrarían moscas en ella, el mundo están pequeño. ¿Por que esa tipa tenía que ser la sobrina de uno de los jueces?¿Aún estará molesta por su vestido?

Me oculto entre la multitud de chicas, pero mis esfuerzos son en vanos porque la nueva novia de Bobby me alcanza a ver para luego susurrarle algo a su amiga la cual es una de las trabajadoras del lugar.

Toda optimista camino hacia la audición, hasta que su amiga nos ordenan que nos pongamos en filas. Todas obedecimos de inmediato.

—Son muchas, la fila de la izquierda pueden retirarse por favor —solicitó nombrando a mi fila.

Con solo esas palabras le quito la oportunidad a todas las que estaban en mi fila, de participar en la audición para alcanzar nuestra gran meta de ser actrices

Me sentí muy deprimida, era muy injusto para las de mi fila y para mí ser descalificadas de esta manera. Fingí una sonrisa en mi rostro, no quería que me vieran derrumbada.

—¡Animo chicas!¡Tal vez para la próxima tengamos suerte! —les dije a las chicas que venían conmigo.

Si hubiera sabido que las cosas acabarían así, no hubiera pedido permiso en el trabajo. Bueno creo que me merezco un día de descanso, tome lo más pronto posible un autobús a casa para poder dormir en mi linda cama.

Al llegar vi a Kelsin caminando lo que provoco una sonrisa en mi cara, pero mi expresión cambia al ver a un hombre semidesnudo caminando descalzo en la sala.

—¿Por que hay un hombre con mi toalla de Dora? —pregunté frunciendo el ceño y cruzando mis brazos.

Kelsin estaba pálida, el ambiente se puso tenso e incomodo de un momento a otro.

—Es mi novio y va a vivir aquí.

—¡¿Que?! —exclamé perpleja.

—Y necesito que te vayas —añadió mirándome con lastima—. Lo siento mucho, pensaba darte la noticia esta noche, pero haz llegado antes.

Siento como se oprime mi corazón, hasta esta mañana era su apoyo, su fortaleza y ahora soy un estorbo en su vida, un mal tercio.

—Sé que el departamento esta a tu nombre, pero la que a pagado la resta todo este tiempo he sido yo y hace unos días page la por adelantado —manifesté con tristeza—. No tengo dinero, ¿Al menos me darás algo de lo que te di?

—Rose estoy embarazada, así que espero que entiendas que no puedo darte nada —agrego mostrándome una prueba de embarazo.

Muchos pensamientos cruzaban por mi mente, trataba de procesar todo lo que decía Kelsin. Una lágrima rodo por mi rostro al comprender que todas las promesas que había dicho mi amiga habían quedado en el olvido, ya no soy importante para ella.

Esa misma noche empaque mis cosas, en silencio me fui en la mañana. No tuve más remedio que ir a casa de mis tíos, los cuales me trataban terrible. Recién había llegado y ya tenía que lavar los baños y todo el desorden que habían creado durante mi ausencia.

Cuando fui a guardar unos grandes cartones con cosas viajas en el ático, vi muchas cajas con comic. Decidí reír un poco así que empecé a leerlos, de repente en medio de tanto polvos y telarañas mis ojos vieron una caja que estaba oculta con una manta vieja. Curiosa la abrí, había cosas viejas y dañadas una carta llamo mi atención, estaba dirigido hacia mi, pero yo no sabia de su existencia.

En la carta decía que yo era la heredera de la casa de la tía Clara, varios recuerdos del pasado aparecieron en mi mente de ese invierno que nunca olvidare.

Mi madre conducía muy rápido a pesar de la tormenta que nos cubría, aparte estaba hablando ella por celular. Yo estaba en silencio escondida en la parte trasera del auto. Cuando era pequeña siempre vomitaba en los viajes largos y ese no fue la excepción la diferencia es que cuando desperté no estaba en casa de tía Clara sino en la habitación de un hospital.

Salí despacio del ático, desconcertada. Durante estos años he sido la sirvienta de mis tíos, ¿Quizás no me contaron para no alejarme?

No puedo seguir aquí, pensé mientras guardaba todas mis cosas para marcharme de la casa que a la que nunca debí haber regresado desde un principio.

—¿Rose ya estas preparando la cena? —preguntó mi tía Margaret con enfado detrás de la puerta.

La ultima vez que me fui de aquí, tuve una discusión con mis tíos que casi termina en violencia. Esta vez quise ahorrarme sus quejas, escribí una nota de despedida en mi mesita de noche. Y salí de prisa de prisa, parece que soy muy invisible porque nadie noto cuando me fui.

Camine unas cuadras para poder encontrar un taxi, quede en shock cuando al mirar al frente estaba Bobby con un ramo de flores de distintos colores en las manos.

—No te encontré en tus trabajos y Kelsin me dijo que estabas con tus tíos —hablo rompiendo el silencio—. Que coincidencia encontrar en el camino.

—¿Por que me estas buscando? —le pregunté de forma directa cruzando mis brazos.

De repente Bobby se arrodillo, y saco un anillo de una pequeña caja que guardaba en su bolsillo. Mi corazón se empezó a agitar de manera inesperada. 

—Rose perdóname te he fallado, pero he cambiado ya deje a ese tipa de aquella noche por ti —contesto—. Te extraño demasiado —admitió—. ¿Te casarías conmigo? —preguntó con ternura.

Hay una guerra de sentimientos en mi, si lo perdono significaría que aun lo amo, pero si lo rechazo significaría que me amo más a mí. Debo tomar una decisión, estoy tan nerviosa  que con esmero puedo estar de pie.

La flor que tocó el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora