Destino [Kimetsu No Yaiba] (Beta)

Capitulo XI

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-Maiko ha sido herida de gravedad por aquella luna superior, debemos de llevarla a la finca de las mariposas antes de que sea demasiado tarde- Decia Sanemi en un tono de preocupación

-Está bien, vámonos- Respondía Tomioka tomando a Maiko en brazos

-No... yo la llevare, tu quédate aquí- Decía Sanemi acercándose a Tomioka

Tomioka no respondió nada y solo le dio a Maiko, rápidamente que Sanemi la tenía en sus brazos, se movilizó dejando a Tomioka, él se quedaría esperando a que los kakushis llegaran

-Es la primera vez que veo a Sanemi tan preocupado... me sorprende que su Tsuguko haya podido soportar un golpe de un luna superior...- Pensaba Tomioka mientras veía a Sanemi irse

Sanemi con toda la velocidad que podía alcanzar se movilizaba con rumbo hacia la finca de las mariposas, no quería que su aprendiz muriera, no quería perder a alguien cercano otra vez

-Maiko, por favor no mueras... todo esto es mi culpa, si tan solo no me hubiese enfadado... si tan solo te hubiera llevado conmigo Hiromasa y tu estarían bien... y ahora el está muerto y tu estas en este estado... pero no te dejare de nuevo... pero por favor no me dejes tu...- Pensaba Sanemi con demasiada preocupación

Sanemi siguió movilizándose para llegar a la finca de las mariposas, afortunadamente no estaba demasiada alejada, pero Sanemi sentía que el camino era eterno... pero mientras todo esto pasaba, Maiko estaba teniendo demasiados sueños...

-Dónde estoy? Es un lugar demasiado oscuro... no parece tener una salida... creo que estoy atrapada- Pensaba Maiko mientras intentaba encontrar algo en la inmensa oscuridad

Mientras Maiko veía los alrededores intentando encontrar algo, pudo ver a lo lejos como estaban unas personas, así que decidió acercarse para poder encontrar una respuesta

-Hola! Disculpen, pero me podrían decir en donde est...-

Antes de que pudiese terminar la frase, no se trataban de unas simples personas... si no que se trataba de sus padres...

-Padre... madre...- Decía Maiko para después correr hacia ellos mientras lloraba de felicidad - Los he extrañado tanto, me alegra poder volver a abrazarlos...-

-Maiko, haz crecido bastante!- Decía el padre de Maiko

-He estado entrenando un poco- Respondía Maiko con una sonrisa mientras limpiaba sus lágrimas

-Nos alegra ver como haz crecido y madurado hija- Le decía su madre

-Padre... madre... creo que ya se dónde estoy... por favor, permítanme acompañarlos- Decía Maiko aun limpiando sus lagrimas

Antes de que Maiko pudiera recibir respuesta, sus padres se miraron por unos segundos para redirigir su mirada a la de Maiko

-Hija mia, nos alegra mucho verte después de tantos años, pero no podemos irnos- Le decía su madre tomando las manos de Maiko

-Pero... por qué?- Respondía Maiko borrando su sonrisa

-Tu camino no ha terminado todavía... hija mía... por favor perdónanos... no olvides que te amaremos y te esperaremos aquí- Le decía su padre con una sonrisa mientras lloraba

Maiko estaba confundida, pero paso poco tiempo cuando su madre y padre la empujaron haciéndola caer a un abismo...

-Padre... madre...- Decía Maiko mientras veía a sus padres alejarse para después cerrar sus ojos y llorar