Prologo

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Mi nombre es Maiko, soy una niña de 11 años que solía vivir con sus padres en las montañas, a pesar de que no éramos muy adinerados solíamos vivir felices, mi padre solía salir a trabajar al pueblo mientras mi madre cuidaba de mí y de la casa, no tenía hermanos puesto que mis padres no se sentían tan preparados para tener otro hijo... En mi hogar solía haber un sinfín de animales, era demasiado bueno jugar con ellos, pero un animal quien me aterraba al igual que me gustaba era el búho, pues parecía ser un animal demasiado hermoso a la misma vez que solitario...

Todo parecía ser perfecto, mis padres y yo éramos felices, pero un día...

-Mi padre no aparece por ningún lado, ¿crees que demore mucho en llegar mamá? - Preguntaba Maiko en tono preocupado mientras veía por la ventana

-Llegará pronto, no te preocupes- Respondía su madre con una sonrisa en el rostro

-Pero ya es de noche...- Decía Maiko conservando el mismo tono

-No te preocupes, mira, tu padre ya viene por ahí- Decía su madre señalando a una sombra por la ventana

-Está bien, iré a esconderme debajo de la cama para así darle una sorpresa, ¿está bien mamá? No le digas donde estoy por favor- Decía Maiko preparándose para esconderse

-Está bien, no diré nada- Decía su madre conservando su sonrisa

Maiko procedió a esconderse mientras ponía su mirada en la puerta, cuando pudo escuchar los pasos de su padre, pero de una manera casi sorprendente, pudo ver como la puerta caía y escuchó un grito... era extraño, pues manchas grandes habían aparecido delante de ella... no sabía de qué se trataba, pero algo dentro de ella le advertía de que no debería salir de ahí...

- ¿Qué está pasando? ¿Esto es sangre? Mi padre está ahí... pero algo me dice que no es el mismo...- Pensaba Maiko

Ella siguió escondida debajo de la cama... tenía demasiado miedo, pero dentro de ella sabía que no debería de salir de ahí... pasaron unas cuantas horas, mi padre seguía frente al cadáver de mi madre y hacia unos sonidos extraños... me daba miedo... pero casi de una manera repentina se pudo escuchar otro ruido fuerte... y justo en ese momento se pudo ver a más sangre caer al suelo... Pude ver unos pies diferentes y ese momento pude escuchar hablar a alguien...-

-Me doy cuenta de que nadie sobrevivió... tal vez si hubiese llegado un poco más rápido ambos habrían sobrevivido- Decía un extraño sujeto con una voz demasiado fría

Cuando ella escuchó aquella voz, rápido salió de su escondite...

-E...espera...- Decía Maiko con una voz tímida

Rápido a que ella salió, aquel espadachín tomo de la cabeza a aquella niña intentando tapar su vista y la saco afuera de la casa para que no viera el cadáver de su madre y padre ahí...

-Qué paso exactamente antes de que yo llegara? - Decía aquel espadachín con el anterior tono

-Mi padre estaba demorando al ir a trabajar y llegar aquí a casa... cuando mi madre vio que él se estaba acercando... mi decidí ocultar debajo de la cama para sorprenderlo, poco después escuché gritos y la sangre había caído al suelo... poco después llegó usted. - Decía Maiko con la mirada baja

-Bien... sé que eres una niña de 10 años, pero aun así mereces saber la verdad... tus padres fueron devorados por un demonio... ya no puedes vivir aquí... ¿no tienes a algún familiar que pueda cuidar de ti? -

-No... no conozco algún familiar que viva cerca de aquí- Decía Maiko en el mismo tono

-Bien, siendo asi, te llevare conmigo... te entrenare, serás tan fuerte que podrás tu misma acabar con demonios y evitar que más niños como tu sufran por lo mismo, ¿está bien? - Decía aquel espadachín en tono serio y frio

-Está bien- Decía aquella chica en el mismo tono

-Primeramente, dime tu nombre-

-Mi nombre es... Maiko Takahashi- Decía Maiko en el mismo tono tímido

-Bien, siendo así, sube a mi espalda... te llevare e la finca para que puedas dormir...-

Maiko subió a la espalda del espadachín y así rápido intento dirigirse a la finca, Maiko mientras viajaban a gran velocidad, iba viendo a los lados, y en uno de esos momentos, vio un búho sobrevolar a su lado, ella no podía decir nada, la muerte de sus padres aún le costaba aceptar...

Pasó alrededor de una hora cuando pudimos llegar a aquella finca, la cual era demasiado grande comparada a nuestra casa...

-Bien, aquí es, te llevare a tu habitación, ¿está bien? - Decía aquel espadachín en su tono frio

Maiko lo siguió hasta que llegaron a aquella habitación, así que cuando él le dijo que podría dormir tranquilamente, ella solo se recostó

-Volveré a salir... nos vemos en la mañana- Decía aquel espadachín en aquel conocido tono

-Oye antes de irte... cuál es tu nombre? - Dijo aquella Maiko algo avergonzada y con la mirada baja

Aquel hombre se quedó estatico en la puerta dándole la espalda a Maiko, cuando el volteó

-Mi nombre es Sanemi Shinazugawa.... Bien... ahora descansa- Dijo aquel espadachín mientras cerraba la puerta

Maiko solo procedió a acostarse... pero no paso mucho cuando comenzó a llorar, pues en tan solo una noche... había perdido a sus padres... su única familia...

-Me hare fuerte... seré una espadachín como lo es Sanemi y protegeré a los demás... lo juro...- Decía Maiko limpiándose las lagrimas...

Hola, bueno, esto es una prueba a una historia que tenía guardada hace unos meses... talvez la continúe en algún futuro, espero les guste

Destino [Kimetsu No Yaiba] (Beta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora