Capitulo IV

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Pasaron pocos días después de que terminó la selección final... y yo aún seguí entrenando, fueron pocos días cuando llegó mi uniforme de cazadora de demonios, la persona que me entregó mi uniforme era alguién que al parecer Sanemi odiaba ya que todo el tiempo que estuvo el kakushi conmigo, Sanemi lo vigilaba con una mirada amenazante, era un Kakushi que usaba lentes... al hablar tenía un tono de voz asustado, dijo que Sanemi le había dicho que me dieran un uniforme de chico o lo mataría, fue algo extraño, pero me alegraba ver como Sanemi se preocupaba por mi... al igual, pasaron muy pocos días para cuando llego un herrero llamado Hiroyuki con mi katana, no se extendió mucho y rápidamente que me entregó mi katana, me pidió que la desenfundara

-Espero pueda serle de mucha utilidad, señorita Maiko, por favor, desenfunde su katana para así saber el color que aparecerá- Decía aquel herrero en un tono muy amable

-Muy bien... ahora veamos...-

Maiko desenfundó su nichirin con el gran miedo de que no cambiara de color y que todo el esfuerzo que había hecho había sido inútil... así que pasaron unos cuantos segundos después... su nichirin adquirió un color verde igual a la que Sanemi tiene...

-Tiene el mismo color que la que usa Sanemi...- Decía Maiko mientras admiraba la katana

-Un hermoso color verde, característico de los usuarios de la respiración de viento-

En ese preciso momento, llegó mi cuervo, el cual pareciese que me diría mi siguiente misión...

-Maiko Takahashi... tu misión es en un pueblo al norte... un demonio que devora y atemorizaba a la población... debes de ir a deshacerte de el-

-Está bien... muchas gracias por traer mi katana, estoy eternamente agradecida- Decía Maiko con una sonrisa dirigiéndose a Hiroyuki

-No fue nada, si en alguna de tus misiones llega a romperse o llega a astillarse, puedes enviarla conmigo, con mucho gusto la reparare-

-Verdaderamente, muchas gracias- Decía Maiko con su conocida sonrisa

Paso poco cuando Hiroyuki se fue, así Maiko entro a la finca para ponerse su uniforme para poder salir a su primera misión... Antes de salir, decidió ir con Sanemi quien estaba desayunando...

-Maestro, partiré a mi primera misión...- Decía Maiko con una sonrisa en el rostro

-Está bien... procura estar siempre preparada para cualquier cosa- Decía Sanemi dándole la espalda a Maiko

-Lo veré por la mañana-

Maiko no recibió respuesta, así que decidió salir de la finca, para así seguir a su cuervo a donde era la misión que recibiría... estaba algo nerviosa de que no lograra proteger a nadie, aquella ciudad parecía estar algo alejada, pero afortunadamente, algunas horas después, pude llegar.

-Creo que es aquí... es un pueblo algo grande, será difícil encontrar a ese demonio, por lo que me dijo el cuervo, el demonio solía raptar a la gente sin dejar rastros, debe de haber una manera de poder encontrarlo...- Decia Maiko pensando con mucho detenimiento... - La única manera en la que podré encontrarlo será columpiándome por toda la ciudad durante la noche-

Maiko decidió adentrarse a la ciudad mientras veía con detenimiento a la gente que pasaba a su lado, y en ellos se podía ver en sus caras el miedo y la inseguridad... todos tenían una mirada así... debería de darle fin a todo esto...

Pasaron las horas y el anochecer estaba llegando... mientras Maiko veía el atardecer estaba comiendo un Onigiri que tenía dentro de su uniforme... pero cuando vio que el anochecer había llegado, rápido se puso de pie y comenzó a columpiarse de casa en casa para así poder mirar la mayoría de las calles...

Destino [Kimetsu No Yaiba] (Beta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora