All about our love... (Yaoi-BL)

IV

        «La verdad es que quiero saber todo sobre ti, pero si no quieres hablar de ello entonces no hay necesidad de hacerlo» Practiqué durante la ducha, el desayuno y el resto de la mañana. 

        Repetí las mismas palabras dentro de mi mente, incluso lo dije en voz alta un par de veces para verificar qué el tono de voz fuera el correcto. 

~*~

        Esa mañana al despertar, él ya no se encontraba a mi lado. Su mano ya no sostenía la mía. Lo único que sentí en ese momento fue confusión y mucha, más bien bastante vergüenza. 

        «Los hombres no se toman de las manos» Bajé las escaleras lo más rápido que pude, al levantar la mirada mis ojos se toparon con los suyos. El sonrió como siempre lo hace.

        «Un hombre no debería sentirse avergonzado si otro hombre lo mira» Seguí mi camino sin mirar atrás.

        —Matt— Un frió recorrió mi cuerpo —Hice pancakes para desayunar— Dijo con tono neutro.

        Detuve el paso y lo escuche sin mirarlo.

        «Un hombre no evita a otro hombre por vergüenza» Tomé un pancake con la mano y comencé a mordisquearlo hasta llenar mi boca.

        —¡Matt!— La voz de mi madre hizo que diera un pequeño salto y me atragantara —¿Qué manera de comer es esa?— Abrió la nevera y me lanzó un cartón de leche. 

        —¿Qué sucede?— La voz de mi padre siempre había tenido menos autoridad que la de mi madre en cuanto a tono se refiere, pues en esta casa si mi padre dice que no nadie puede quejarse. 

        —Tú hijo come cómo si no se le hubiesen inculcado modales, eso sucede.

        —Vamos, no es para tanto— Respondió alegre y comenzó a comer un pancake de la misma manera que yo.

        —¿Qué clase de ejemplo eres?— Negó con la cabeza y caminó al espejo, retocó su maquillaje y salió por la puerta mientras se despedía en voz alta. Mi padre posó su mano en mi cabeza y revolvió mi cabello como gesto de cariño. En toda mi vida esa había sido la única forma de que mi padre me demostrara su amor. 

        —Llegaremos tarde— Arqueó una ceja y sonrió al notar mi reacción a su tacto. La puerta se cerró detrás de él y la casa volvió a su habitual silencio. A pesar de que Allen vivía con nosotros ahora, las cosas no habían cambiado mucho salvo por unos cuantos detalles. Siempre había un desayuno y cena calientes, las cortinas estaban abiertas durante el día y, la cosa a la que no podía acostumbrarme, cada vez que nuestras miradas se topaban él sonreía.

        «No puedes tener sentimientos por otro hombre, menos si es tu -hermano-» 

~*~

        Aunque intentara no hacerlo mi mirada se enfocaba en la puerta a cada momento. Esperando ver señales de Allen. Pasaba del medio día y aun no habíamos hablado de lo que sucedió la noche anterior. O de ningún otro tema, realmente no importaba de que podíamos hablar, mientras que el notara mi existencia bastaba. 

        ¿Qué demonios me pasaba? No era como si hubiese pasado algo importante, solo nos habíamos tomamos de las manos. La sangre se me subía a la cabeza provocando que mis mejillas y oídos se tornaran rojos. 

         —¿Allen?— Llamó a la puerta.

        «¡¿Por qué justo ahora?!» Pensé mientras tocaba mi rostro.