CAPITULO 3

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Henrie y yo caminamos por un largo corredor hasta llegar a un patio enorme, con flores de todo tipo.

-          Mira Mar… en estas situaciones debes ser muy cuidadosa ¿sabes? – dice Henrie mientras suelta mi mano – debes ser fuerte.

-          ¿Fuerte? ¿Cómo me pides que sea fuerte con todo lo que me acabas de contar? Es algo duro – digo cubriendo mi rostro con ambas manos.

-          Se que es duro – dice el muy tranquilo – pero Mar debemos entrar de nuevo y si te ven triste pensaran que no te a agradado la fiesta y se pondrán melancólicos – dice el dándome una sonrisa de oreja a oreja.

-          Esta bien… entremos – digo limpiando mis mejillas – gracias por ser sincero con migo – digo tomando de su brazo.

Cuando entramos casi todo el mundo esta bailando y han retirado las mesas, mi madre se encuentra bailando con Tall muy contenta, creo que les a agradado el lugar.

-          ¿Bailas? – dice Henrie ofreciéndome su mano.

Henrie me lleva a la pista de baile y coloca una mano en mi cintura y la otra en mi mano. El baila muy bien y la verdad es que yo también pues mi madre me inscribió por casi un mes en una escuela de danza.

Cuando la balada termina Henrie toma mi mano y me lleva mas haya de la pista.

-          Ven, te quiero presentar a alguien – dice el con una sonrisa mientras nos alejamos de las personas que bailan. El me lleva con una muchacha un poco baja de estatura pero muy hermosa del mismo tono de piel que Henrie solo que sus ojos son color miel.

-          Mar, te presento a Pam mi hermana – dice mientras la chica me ofrece una abrazo – Pam ella es Mar – termina de decir.

-          Es un placer, Mar – dice Pam.

-          El placer es mío – digo cortésmente.

-          Y… que tal ¿te ha agradado el lugar? – dice Pam sonriendo.

-          Para ser sincera… me ha parecido espectacular – digo, porque es verdad, apenas llevo unas horas y este lugar me parece muy familiar.

-          ¡Que bien! – dice ella muy entusiasmada – y… ¿mi hermano que te ha parecido? – dice. Ahora no se que decir pero entonces Henrie la empuja no muy fuerte - ¡hey! –dice ella burlándose de Henrie.

-          Pues creo que es un chico agradable y sincero – le respondo a Pam - ¡un gran amigo! – digo para que no piense mal.

-          ¡Aja! – dice ella no convencida pero no me importa, porque lo que dije es cierto es solo mi amigo y nada mas. Justo cuando estoy apunto de irme llega Tall.

-          ¡Hey! Enana venga bailemos – toma mi mano y entonces lo jalo.

-          Tall el es Henrie y ella es su hermana Pam – le digo porque no quiero ser descortés, Tall asientes como diciendo hola y luego me tira a la pista.

Mientras bailo con Tall veo que Henrie me esta mirando como algo enojado no se porque quizás piensa que Tall es mi novio, es algo ridículo pero nunca se sabe lo que los demás piensan. Tall baila muy bien y el siempre ha sido mi pareja en diversas fiestas que asistíamos en la colonia por lo que nos movemos muy bien juntos. Cuando la balada termina Tall me suelta hace una reverencia y me da un beso en la mejilla, luego se va. Cuando vuelvo a ver a Henrie, él esta mirando al suelo y negando con la cabeza, no se porque, quizás le pasa algo así que me acerco y el me mira con una mirada muy fría que se me hace familiar, aun no se porque pero desde que vine aquí y lo vi se me  hace muy conocido.

-          ¿tu novio? – dice el con la misma mirada fría.

-          No, claro que no – digo riendo muy fuerte, es tan ridículo que piensen que tu hermano es tu novio pero lo comprendo porque mi hermano es muy diferente a mi físicamente pero tenemos el mismo arte de pensar – es mi hermano Tall – digo para terminar.

-          ¡Ah! Lo siento es que no son muy parecidos que digamos – dice el rascando la parte de atrás de su cabeza.

-          No, no nos parecemos en nada físicamente – digo tomando su mano – bien, yo me retiro no e descansado bien por mas de un año – digo dándole un beso en la mejilla para despedirme.

Me alejo del auditórium y me voy a mi casa, cuando entro en ella todo esta como cuando me fui y recuerdo que deje un desastre en mi recamara así que me apresuro a subir las escaleras, cuando por fin llego a mi recamara la encuentro completamente ordenada y limpia, supongo que fue una de las muchachas que sirven en este lugar.

Me retiro el vestido que llevo puesto y los tacones que ya me tienen muy cansada de tanto bailar con ellos, y me dispongo a darme una ducha de agua fría porque hace mucho calor a estas horas por aquí, supongo que por la ubicación del lugar.

Tomo una ropa limpia y cómoda del armario y me dispongo a dormir.

La ElegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora