Capitulo 17

46 3 0
                                    

Me alisto para ir a la cena y tomo un vestido celeste con destellos dorados y unos zapatos que combinan perfectamente con mi vestido, bajo las escaleras y me encuentro con Henrie que esta fuera de mi casa.

- Hola preciosa - dice el sonriendo y dándole un beso.

- Hola, wow que elegante estas - digo arreglando su corbatin.

- Solo para ti - dice mientras levanta una ceja y sonrio.

Avanzamos en el auto de Henrie hasta un enorme parque detrás de la escuela que jamas había visto.

- Bien aquí es - dice el mientras abre la puerta.

- Genial - digo mirando alrededor.

Caminamos ante la multitud que al vernos llegar se levanta y me saludan.

Entre la gente reconozco a unos cuantos compañeros, conocidos y maestros de la escuela de la Colonia, a la mayoría no la recuerdo o quizás no la conozco.

- Muy bien Marie, todos estamos muy agradecidos por dejarnos ayudarte, te prometemos que no te defraudaremos y que lucharemos por la libertad - dice Jane mientras los demás habitantes lanzan un rugido como apoyando lo que Jane a dicho.

- De nada - digo sonriendo - entonces... comamos - digo tomando asiento al lado de Henrie.

Mientras cenamos en el fondo se escuchar musica de los beatles y otros artistas.

Luego de cenar Henrie me invita a bailar así que acepto y bailamos una canción que desconosco.

- Que haremos con toda esta gente? - me dice Henrie mientras bailamos.

-Entrenarlos - digo precionando mi cuerpo al de él.

- Bien - dice el acarisiando mi cabello.

De pronto se escucha un estruendo en la parte de atrás y todo se vuelve gris.

- Están bombardeando - dice Henrie en mi oído.
Corran, corran!!

Todo el mundo grita y sale corriendo.

- Vamos - le digo a Henrie mientras lo halo hacia un cuarto cerca del parque.

- Todo va a estar bien - dice el abrazandome fuertemente.

- También te amo - le digo sonriendo cuando recuerdo lo que había dicho esta tarde.

- Pensé que... - otra bomba se escucha cerca de nosotros y escucho a Henrie decir que salgamos de ahí.

Salimos corriendo por la calle hasta mi casa, corro lo mas rápido que puedo con los malditos tacones y subimos al auto.

- Te amo, y no dejare que nada te pase y que menos una puta bomba destruya tu hermoso esqueleto - dice el mientras pisa el acelerador.

La ElegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora