Anhelo del Corazón

Capitulo 8: Dulces sueños

Kakashi se encontraba un tanto intrigado al ver como Hinata luchaba por mantenerse despierta en el aula de clases, cosa poco común en ella. Será que sintió ese ímpetu de juventud del cual habla Gai y salió de fiesta el día anterior. -Mmmmm. Pensaba Kakashi. –No eso no es propio de ella, al menos no me lo parece, talvez se quedó hasta tarde trabajando en el ensayo.

-Bueno queridos estudiantes, eso es todo por hoy. Por favor antes de salir no olviden dejar su ensayo en mi escritorio.

-Temari se acercó a Hinata para decirle que ya había terminado la clase y que se adelantaría a la cafetería porque había quedado de encontrarse con Shikamaru, a lo que una somnolienta Hinata respondió asentía con la cabeza volviendo a quedar profundamente dormida en su pupitre.

-Ya todos habían salido del salón y Kakashi esperaba con ansias el ensayo de Hinata, tratando de adivinar de qué forma lo sorprendería esta vez, sin embargo, ya todos habían salido y no había rastro de ella. Fijo su mirada hacia el fondo de salón y vio como una chica de cabello negro azulado se encontraba profundamente dormida.

-El peliplata sintió como su corazón se estremecía al observarla.

–Se ve tan inocente, tan linda, de seguro no dormirías tan tranquila frente a mi si supieras lo que me provocas. Se decía mentalmente Kakashi al tiempo que soltaba un suspiro bajando los hombros al exhalar a modo de resignación.

- ¡Ya que! Ufffff. Ahora me tocara despertarla. Pensó.

Definitivamente al peliplata no le agradaba en lo más mínimo la idea de despertarla. -De seguro se llevará un susto cuando me vea, pero que remedio, necesito que me entregue su ensayo.

-Hinata se encontraba soñando con cierto peliplata, cuando sentía que a lo lejos alguien la llamaba de manera insistente interrumpiendo su sueño. Aquella voz hizo que poco a poco comenzará a abrir sus ojos viendo algo borroso, se esforzó por tratar de enfocar la vista hacia el frente del salón que se encontraba vacío, cuando siento un cálido aliento que la hizo girar de golpe hacia donde provenía la fuente de calor, quedando hacia unos escasos centímetros de los labios del peliplata. Aquello tomo por sorpresa a Kakashi y por unos instantes sintió la curiosidad de saber a qué sabían esos labios, que tantas veces había besado en sus sueños.

Para Hinata fue tal la sorpresa que sintió que daba un brinco en el asiento, mientras su rostro comenzaba a cubrirse de un tono escarlata. Mientras que Kakashi no puedo evitar soltar una pequeña risita por la reacción que había provocado en la Chica.

-Vamos señorita Hyuga, está bien que no sea atractivo, pero tampoco soy tan feo como para provocarle tanto susto.

-¿Usted feo, Kakashi sensei? Eso ni de broma, de hecho es un hombre muy atractivo. Respondía una Hinata aun un poco aturdida, pero que al darse cuenta de lo que había dicho entre dormida salió de su letargo tapándose la boca con ambas manos.

-¡Trágame Tierra! ¡Qué mierda le acabo de decir! De seguro ahora piensa que estoy intentando acosarlo. Se decía la peliazul mientras mentalmente se daba de cabezazos contra un muro por la idiotez que le había dicho.

-Kakashi arqueo sus cejas, no pudiendo dar crédito de lo que Había escuchado de aquella chica.

-¡Bendito seas Kami, por fin una señal!

-Tras esas declaraciones Kakashi, se sintió tentado a seguir probando suerte con su ojiperla.

-Así que le parezco atractivo señorita Hyuga.

-Eto eto... Decía una Hinata con la mirada baja, mientras jugaba con sus dedos aun tratando de formular una disculpa por aquellas desafortunadas declaraciones.

- ¡Gomenasai! Fue lo único que logro articular la peliazul mientras agachaba la cabeza en señal de arrepentimiento. –No fue mi intención incomodarlo.

-La verdad señorita Hyuga no me incomodan sus declaraciones, sino más bien a pillado por sorpresa que una joven tan bella e inteligente como usted, que de seguro ha de tener una fila de pretendientes piense de esa forma en mí, como decirlo mmm... -Me hace sentir alagado, muchas gracias.

-Por favor Kami llévame contigo y sácame de este sufrimiento. Se decía una Hinata al borde del desmayo.

-Por cierto señorita Hyuga, no fue mi intención despertarla pero necesito su ensayo.

-Eto eto... Decía una peliazul actuando de forma errática y a toda prisa por entregar el informe que el hombre frente a ella le estaba pidiendo.

-Aquí esta Kakashi Sensei.

-Muchas gracias señorita Hyuga.

-Por cierto, necesito hablar un tema muy serio con usted. La estaré esperando en mi oficina en el transcurso de esta semana desde las 17:00 hrs.

-¡¡¡Nani!!! Y ahora en que lio me metí y lo más importante como saldré de este embrollo.

-Muy bien Kakashi sensei.

-Me parece muy bien, Sayōnara señorita Hyuga.

- Sayōnara Sensei.