Solo Amigos, Nada Mas (justin&tu)

Parte 5

o veo a ____(tn) desde lo ocurrido, ni siquiera ha venido estos días a clase. Es extraño.

-Justin,- dijo el profesor de química.

-¿Qué?

-Presta atención en clase, por favor.

No hice caso del comentario del profesor, seguía a mi bola, además, era la última clase del día.

-Chicos, ¿alguien de vosotros vive cerca de ___(tn)? Para pasarle los deberes de química, es importante.

Nadie levantó la mano, es decir, nadie conoce realmente a ___(tn). Como veía que nadie levantaba la mano, decidí levantarla yo.

-¿Usted?,- dijo el profesor de química extrañado.

-Sí, vivo dos calles más abajo que la de ___(tn).

-Estupendo, pues tu te encargarás de entregarle los deberes.

En ese mismo momento, sonó la campana, indicando el final de la clase.

-¡Recordad que tenéis estos deberes para mañana!

-Sí,- dijeron todos.

Me acerqué a la mesa del profesor y me dió los deberes para ____(tn).

***

Una vez que salí de clase, fui en dirección a su casa, no tenía apetito, asique no iría a comer a casa.

Estaba enfrente de la casa de ___(tn), toqué a la puerta, al rato, su padre me abrió la puerta.

-¡¿Tú otra vez por aquí?!,- dijo enfadado.

Levanté las manos como defensa.

-Solo vengo a entregarle los deberes a su hija.

Su padre, desconfió en mi, pero le enseñé los deberes de química y me dejó pasar.

-Está en su habitación,- dijo su madre con una sonrisa en la cara.

Subí el primer escalón cuando el padre de ___(tn) me paró.

-Llama antes de entrar.

Sonreí para mi mismo y seguí subiendo las escaleras hasta llegar a la habitación de ___(tn).

Toqué delicadamente la puerta y pude escuchar un ''Adelante''. Entré en su habitación, levantó la cabeza para ver quien era y se quedó sin habla cuando vió que era yo.

-¿Qué haces aquí?,- dijo sorprendida.

Le enseñé los deberes de química y asintió levemente con la cabeza.

-¿Por qué no has venido?

-Estoy enferma.

-Eso explica el echo de que estés metida en la cama, ¿no?,- dije riendo.

-Pues claro.

La demás conversación fue silencio, se notaba que estaba incómoda, pero yo no. Observaba su habitación de arriba a abajo, lo típico que tiene una chica en su cuarto.

-Bueno, yo ya me voy,- dije abriendo la puerta de su habitación para salir.

-¡No! Es decir... Estoy aburrida, además podrías hacerme compañía,- dijo poniendo pucheros.

La miré con cara extraña y negué lentamente la cabeza.

-Por favor,-insistió.

-Está bien.

Volví a cerrar la puerta y le observé. Tenía los mofletes más rojos de lo normal, era gracioso.

-¿Y bien? ¿Dónde me siento?,- dije elevando una ceja.

Golpeó varias veces un lado de su cama y me senté a escasos centímetros de ella.

-¿Tienes fiebre?

Ella asentió. Situé mi mano en su frente y esperé, cierto, tenía fiebre.

-¿Qué haces?,- dijo riendo.

-Tomarte la temperatura,- escupí.

-Podrías ser simpático,- dijo con una sonrisa falsa.

-Lo soy,- dije con la misma sonrisa.

-Me gusta ser tu amiga.

¿Le gustaba ser amigo de un sin corazón? Esta chica solo acababa de conocerme.

-Solo acabas de conocerme,- dije.

-Creo que te conozco más de lo que tú crees.

Se incorporó y solo estábamos a milímetros. Me separé un poco de ella, pero ___(tn) se acercó más.

-No,- miré sus labios, eran rosados y carnosos. Perfectos para besarlos.

Esta vez fui yo el que me acerqué a ella, nuestros labios estaban a escasos milímetros. No sabía lo que pasaba, no debía de hacerlo, pero le besé.