"Me gusta todo lo que sos y un poco más."
A veces el amor, no es color de rosa, no es estar en esa nube hermosa.
A veces, el amor, duele.
"Cada vez que yo no me encuentro en mí, voy a vos para revivir..."
Me desperté porque sentía un calor terrible, estaba apoyada sobre el brazo de Paulo y me tenía abrazada de la cintura, haciéndome cucharita, este flaco desprendía calor corporal. Estire la mano y tome el celular, tenía varios mensajes de los chicos y me habían agregado a un grupo donde estaban todos con sus mujeres. Saqué el brazo de Paulo de mi cintura con cuidado y me levante estirandome, camine al baño, me até el pelo, cepille mis dientes e hice mis necesidades. Volví al cuarto y pensé en despertar a Paulo o preparar el desayuno, pero me parecía un montón, así que caminé y me senté en la cama a su lado.
-Pau- susurré mientras le empezaba a acariciar el pelo- Paulo- dije un poco más alto, él se removió incómodo y sonrió cuando seguí acariciando su pelo. -Buen día- dijo con la voz ronca y dedicándome una sonrisa. -Buen día- le sonreí, él se sentó en la cama y me miró fijamente. -¿Dormiste bien? -Si, si… ¿Queres desayunar? -Dale- sonrio y se acercó a mí a darme un beso en la nariz. -¿Mate? -Creo que tengo otro plan- dijo mientras me agarraba de la cintura y me tiraba contra su pecho.
Me beso el cuello mientras levantaba mi remera y me acomodo sobre su cuerpo. Volvimos a hacerlo esa mañana y después lo dejé ducharse mientras yo preparaba el desayuno, cuando Paulo apareció por la cocina estaba vestido, pero le faltaba su remera.
-Tenes mi remera, chorra. -Perdon, ya te la doy- dije dando vuelta las tostadas. Camino hasta mi y me abrazo por la cintura, poniendo su mentón en mi hombro. - Me gusta como te ves- dijo mientras me daba un beso en el cachete, sonreí. Era tierno. -¿Con todas sos así? -¿Eh?- preguntó alejándose un poco. -Tierno, sos tierno con todas. -No voy a contestar eso, Milagros. -¿Por qué no? Somos amigos… -¿Amigos?- empezó a reírse- bien, si amigos, lo que digas.
Paulo se alejó mientras sacaba las tostadas del fuego, lo miré arqueando una ceja mientras él preparaba el mate, me acerque a la banqueta donde estaba sentado, me quede entre sus piernas y él intentaba no mirarme.
- No te enojes- le dije con una sonrisa. -Es que… -Perdón, puede que haya dicho algo que te molesto, es que no estoy acostumbrada al cariño después de… bueno, vos entendés- Paulo finalmente colocó sus manos en mi cintura y me beso la nariz. - Gorda, de verdad, te prometo, que voy a intentar ser tu amigo, pero… me gusta esto que paso y no te puedo prometer mantener mis manos lejos por mucho tiempo. - Vos jugas con los pibes y realmente quiero seguir viéndolos, me caen todos bien y… - Esto no va a cambiar nada entre nosotros, ni con los pibes, pero… me gusta verte despertar y más si despertamos así- subió y bajo sus cejas repetidas veces arrancándome una risa.- Te prometo que no van a cambiar las cosa, Mili. Vamos a seguir siendo amigos, amigos que hacen cosas que otros amigos no. -Esta bien- suspire, Paulo se acercó y me mordió el labio inferior, haciéndome reír nuevamente.
Desayunamos juntos y me fui a bañar, le devolví la remera mientras me ponía unos jeans y una remera, me abrigue porque estaba haciendo frío y salí, Paulo estaba con Giovani tomando mate y me quede parada esperando escuchar que hablaban, pero no podía, así que salí.
-Buen día Gio- dije acercándome y dándole un beso. -Buen día, Mi- dijo sonriéndome, Paulo se movió incomodo y supe que Gio lo había puesto así. -¿Paulo durmió acá?- el nombrado se llevó la mano al pelo y supe que estaba nervioso. -Deja de poner nervioso al pibe, Giovani- dije golpeándole el hombro, Paulo arqueo una ceja.- Sabe algo- eleve mis hombros- es Gio, no voy a no contarle las cosas y si tienen problema con eso, ahí está la puerta, va para los dos. No me jodan- dije poniendo los ojos en blanco, Paulo sonrió y me agarró de la cintura. -Esta bien gorda, no pasa nada- beso mi frente y Gio sonrío.- Tengo que ir yendo, tengo que juntar las cosas para ir al hotel donde vamos a quedarnos para la concentración. -Uy si!- dijo Gio levantándose- esperame y nos vamos juntos Pau- grito mientras entraba a la pieza y suspire. -¿Estás cómodo? -¿Por qué no lo estaría? -Solo quería confirmarlo. Tranquilo, Gio se hace el malo pero no va a decir o a hacer nada- sonreí. -Ya se, Gorda. Creo que el que me va a cortar la pija es el Tucu, no para de hablar de vos y de que te tiene que cuidar, que los pibes son re gatos, que muchos le preguntaron por vos- reí mientras ponía mis brazos en sus hombros. -Al tucu dejamelo a mi- sonreí. -Es mi trabajo, tranqui. Te prometo que nos vamos a seguir viendo. -Si, claro, voy a Brasil para la copa. -Y entre medio también. -No prometas nada- sonreí. -Pero quiero, quiero verte, ni siquiera quiero irme ahora. Quiero llevarte a la pieza y hacer todo menos jugar a las cartas. -Ufa yo quería ver tele con vos- ambos reímos.
Nos besamos y cuando Gio salió de la pieza haciendo ruido excesivo me reí. Me despedí de ambos con la promesa de hablar después y ver si los dejaban salir. Espero que no se maten.
Narra Paulo
N
os subimos a un taxi con Giovani y le dimos la dirección del departamento donde me estaba quedando, fuimos en el camino hablando con el taxista de la copa américa, la verdad es que era un tipo bastante copado. Nos deseo suerte cuando nos bajamos y nos pidió fotos. Ingresamos al departamento y Gio se puso a preparar el mate mientras yo guardaba ropa en la valija.
- Escuchame Pau- dijo Gio apoyándose en el marco de la puerta y tendiendo el mate. - Decime. - Nada, Milagros es mi mejor amiga, nos criamos juntos y si lo que queres es boludear te pido que se lo aclares, que te abras y seas solo su amigo- suspire. - Giovani, posta, Milagros me atrae, no te puedo decir que me gusta, pero me atrae y quiero ver que onda. No es solo un garche. Sé lo que me juego al intentar estar con ella, se lo que está en medio y te juro que estoy dispuesto a averiguar qué nos pasa a los dos. No se que te habrá dicho ella… - ella no me dijo nada, solo que chaparon en el boliche y bueno, supongo lo que paso ayer. No necesito detalles, pero si quiero que ella esté bien y no la quiero ver sufrir. Nada más. - Te prometo que no la voy a lastimar. Creo que ella tiene las cosas más claras que yo, la verdad. - Mili es así, se esconde bajo la indiferencia, pero te juro que es re sensible. La pasa mal. Mili jamás tuvo novio. -Lo entiendo y entiendo que vos la quieras cuidar, sos su hermano. Solo… solo no le digamos al Tucu por ahora. - Te va a matar- dijo riendo.
Sabía que el Tucu iba a ser el más difícil de convencer. Guardamos todo, después de tomar unos mates, teníamos que estar en el hotel a las doce del mediodía, para acomodarnos y almorzar todos juntos. Cerré el departamento y nos fuimos en mi auto hasta el lugar. En el hotel ya estaban algunos de los pibes, me dieron mi habitación estaba con Paredes y De Paul. Lo cual para mi era un alivio, me llevaba más que bien con ellos. Estuvimos charlando mientras nos cambiamos con la ropa oficial de la AFA y les conté.
- Cuidado- me dijo Leo mientras sacaba una remera de su valija. - Ya sé, ya hablé con Gio. Creo que el más difícil va a ser el Tucu. - No me gusta mucho la idea, pero te conozco, sos buen pibe y si estás haciendo esto y hablando con los pibes es porque vas serio, por ahora. Pero Milagros me cae re bien y no la cagues nomas. Los nenes la aman y Cami también, por favor Paulo. -Ya se. -Ahora- dijo Rodri- conta que onda...- - ¿De que? - Que tal es…
No sabía si contestar o no así que sin dar detalles comente dos boludeces y seguimos hablando de gilada, los pibes se la pasaron gastandome, incluso en el entrenamiento, la mayoría se había enterado después de tanta gastada, salvo el Tucu.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.