Muchas cosas pueden pasar en cinco años; Ben y compañía con 17 años ahora, deberán lidiar con la tripulación faltante de la nave que inicio todo, añadiendo un mundo mas oscuro y peligroso de lo que piensan, todo para salvar al mundo desde una amenaz...
—¡Tienen suerte de ser plomeros!— regañaba Gwen a Ben, Cooper y Kevin, que están sentados al borde de una ambulancia —¿Que les pasó por la cabeza? ¡Oh, voy a ser un héroe y atacare a una venta ilegal entre los caballeros eternos y unos aliens desconocidos! ¿Enserio?
—En mi defensa, no sabíamos que eso iba a pasar, solo aparecieron y los seguimos y bueno... luego todo nos llevo a esto, pero si tratamos de comunicarnos, aún así nadie acudió al llamado de una evilla de plomero rota— Kevin simplemente se quitó la camisa negra que ya estaba rota dejándose solo la camiseta gris que tenía debajo, pero está aún tenía la rasgadura en el brazo
—¡Que más da, Gwen!— exclamó Ben, levantándose de dónde estaban todos siendo regañados por Gwen, mientras movía con molestia el nuevo brazalete en su muñeca —Tengo de nuevo el maldito brazalete ¡Y mejorado! Ya soy especial de nuevo y quizá está vez si...
—¿¡Que!?— Gwen simplemente frunció el seño, con confusión
—¡Chicos! ¡Hay problemas en el invernadero de Bellwood, policías y guardias de seguridad muertos!— exclamaba el abuelo Max, que con rapidez subió a una de las camionetas
—¡Bueno equipo!— iniciaba de manera emocionada Cooper, mientras miraba a todos, esperando que le siguieran —¡A salvar el pueblo...! Yey
—Dios... esta noche no va acabar pronto ¿Verdad?— decía Kevin, rodeando con su brazo a Ben y Gwen
—Invernadero de Bellwood.
Patrullas, Camionetas negras y el auto de Kevin estaban fuera del invernadero, a la vez que había unos cuantos cadáveres con enredaderas y otros quemados; todos ya muertos. Los plomeros y los chicos entraron tan sigilosamente como les fue posible; Ben junto a Cooper iban por encima de las plantas gracias a las pasarelas sobre la vegetación, mientras que Gwen y Kevin, junto a otros plomeros iban por debajo entre la vegetación, que ahora, por alguna razón, se veía más frondosa, y no solo eso, un tanto más, viva.
—Aqui huele a rayos...— decía Ben, mirando hacia abajo
—De hecho es como pantano, lo sé porque huele muy parecido a Louisiana...— le corrigió Cooper, recibiendo una mirada y sonrisa de Ben —Y-Yo no dije nada...
—¿Alguien sabe que paso aquí?— iniciaba uno de los plomeros, mientras intentaba ver más allá de las plantas
—Hijo, solo sabemos que hay un alien de tipo hierba aquí— respondió el abuelo Max, mientras se ponía unos lentes para detectar el calor, pero fue distraído por un ruido entre las hierbas —¡Quietos!— ordenó, a lo que Kevin solo descendió con cuidado al suelo y de las placas de metal, absorbió el mismo
—Abuelo, lo siento, puedo sentirlo a nuestro alrededor, nos mirá, está un poco... nervioso— decía Gwen, poniendo momentáneamente los ojos en un brillante rosa, justo para regresarlos a su color normal
—¿Es un Florauna, señor?— otro de los plomeros simplemente disparó hacia las plantas, haciendo así que este alien, se moviera, hasta que, el ruido fue diréctamente frente a ellos
De entre la alta vegetación, salió un ser humanoide, villa cabeza era roja y naranja, con lo que parecía ser una enorme semilla en lo que debía ser su rostro, en el cual resplandecian dos ojos verdes; su cuerpo era totalmente verde, y a juzgar por su textura al mirar, era como si estuviera hecho de planta pura, y como detalle final, el símbolo de reloj en el pecho
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