Muchas cosas pueden pasar en cinco años; Ben y compañía con 17 años ahora, deberán lidiar con la tripulación faltante de la nave que inicio todo, añadiendo un mundo mas oscuro y peligroso de lo que piensan, todo para salvar al mundo desde una amenaz...
El cielo que era verde, ahora se había tornado en un muy oscuro verde; los jóvenes plomeros y Max salían del edificio principal de aquella pequeña ciudad Galván, todos con una cosa clara en la mente, solo podían confiar los unos en los otros, aquellos que habían llegado a Galván Prime, solo se mantenían nerviosos sobre como sería llegar a la tierra sabiendo todo lo que ahora sabían; cinco años desde que la nave cayó en el campamento, cinco años en los que alguien los estaba manipulando desde las sombras.
—Asi que... ¿Que hacemos al llegar? ¿Nos ponemos a buscar como locos quien es quien? Digo... los biodetectores de Azmuth nos mostraron que ninguno fue remplazado— iniciaba Kevin, que abrazaba a Gwen mientras caminaban
—De hecho, debemos ir en cuanto podamos por Ken, el nos ayudará a ver todo esto y resolveremos esto, quizá con una alerta de genética— continúo Gwen, mientras miraba hacia el enorme Ship, ahora de nuevo en su forma de nave
—¡Joven Tennyson, joven Daniels!— grito Azmuth, que corría gran velocidad para así poder alcanzar a los chicos —Quería comentarles que la teoría de Cooper, es correcta, pero necesitamos alguien para usarlo, así que se me ocurrió que serías un digno usuario— respondió Azmuth, mientras recibía una mirada emocionado de Cooper y confundida de Ben
—¿Quieres decir que puede funcionar? El...— respondio Cooper emocionado, solo para que Azmuth siguiera la frase junto a el
—¡El transmutador genético con decatemporizador!— gritaron Cooper y Azmuth, llevándose las miradas confundidas de los chicos
—¿Me lo pueden decir en español?— contestó Ben, mientras se rascaba la cabeza
—¡En teoría, podríamos hacer algo, que te transforme en alienígenas por diez minutos!— exclamaba con emoción Cooper
—¿Porque diez minutos?
—Es un límite por ser el prototipo, iremos quitando el temporizador poco a poco— sentencio Azmuth, ahora más calmado —por ahora es una medida de seguridad genética, es para evitar mutaciones en tu ADN...
—Wow... riesgoso pero tentador— sentencio Ben, mientras se llevaba la mano a la barbilla
—¡Ben, tenemos una situación!— gritaba el Abuelo Max, que había revisado si tenía algún mensaje de la tierra —¡Centro Comercial! ¡Bellwood!
—Centro Comercial de Bellwood.
La gente corría despavorida entre los pasillos del lugar, entre gritos desesperados y llenos de terror; un guardia de seguridad caminaba lento entre la multitud, tomándose del cuello y con sangre saliendo de lo que parecía ser una mordida en su cuello y clavícula. Este hombre tambaleó justo antes de caer de rodillas al suelo, ya pálido de tanta sangre perdida y entonces, una especie de red se pego de golpe a su espalda, y fue llevado hacia atrás por algo que pronto se reveló.
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