「24」

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A paso rápido Jimin subió las escaleras de su casa, tropezando varias veces e ignorando unas tantas más los llamados preocupados de su madre, incluso ignoro el lacerante dolor que cruzaba su pecho al estar ignorando a su lobo, a su omega, quien le pedía, o más bien le rogaba regresar con Yoongi, con su alfa y su otra mitad.

Sentía como las lágrimas continuaban descendiendo por sus mejillas, varias cayendo en sus labios haciéndole saborear el amargo sabor de su incesante llanto, el cual incremento al estar solo en su habitación, rodeado de su aroma y un poco del de Yoongi, de seguro proveniente del peluche de Kumamon que sabía descansaba en su cama, o de algunas playeras del mayor que reposaban prolijamente dobladas en una silla junto a la ventana.

Sabía dónde estaba todo pues él mismo se había encargado de ordenar cada uno de los muebles, paredes y recovecos de su habitación, intentando arduamente dejar de depender de su madre o de otras personas para buscar sus cosas, queriendo comenzar a independizarse antes de cumplir los dieciocho y terminar la escuela, teniendo en mente irse a vivir a un pequeño departamento con su novio para juntos comenzar la universidad.

Todo esto teniendo en mente que pronto volvería a ver gracias a la marca de Yoongi, de su amado alfa, pero si esto tardaba quería ser lo menos problemático para el mayor. Quería que fuesen una pareja normal, no ser una carga para su novio.

Pero todo eso jamás pasaría, ya no, pues hoy, al darse cuenta que la marca del alfa no le había devuelto la vista ni un poco, ni siquiera había conseguido ver borroso como aquella vez en la playa, entendió que nunca podría tener una vida normal de pareja con Yoongi. Siempre sería un problema, una carga, un estorbo en la vida del mayor.

Y Jimin no quería eso, no quería retener al pelinegro a su lado toda la vida, imposibilitándole de hacer cosas, de estudiar, trabajar tranquilo, incluso no podría tener hijos sin ese constante pensamiento de ser un inservible, dejándole toda la tarea de ser padre a su hyung porque él, siendo ciego, no podría hacer nunca nada.

Pronto comenzaría a olvidar el rostro de su madre, de sus tíos, de su mejor amigo, incluso en algún momento olvidaría el rostro de Yoongi siendo tan solo breves instantes en que pudo visualizarlo con gran esfuerzo. Y si un día tenía hijos jamás conocería sus rostros, el tono de su cabello, el color de sus ojos.

Definitivamente Jimin no quería ser un lastre en la vida de Min Yoongi.

Por eso debía dejar al alfa aun cuando les hacía daño a ambos, sintiendo como su lobo aullaba desconsolado, sabiendo que le estaba haciendo daño al alfa aun cuando era el humano quien estaba controlando todo y si bien el lobo omega también sentía ese pesimismo sobre su vida a un lado del alfa, haría hasta lo imposible por ser el mejor para su pareja, para su compañero de vida.

Pero solo no podía, no si su humano estaba empecinado en encerrarse en esa habitación a dejarse morir, hundido en llanto mientras él solo quería volver con su alfa y consolarlo, hacerle un nido para cuidarlo como se merecía luego de hacerle tanto daño.

-¡No! ¡No, no y no! –Gritaba Jimin mientras se revolvía en la cama, tomando su rubio cabello entre sus manos mientras sollozaba, escuchando los lastimeros y desgarradores aullidos de su contraparte animal, sintiendo como poco a poco el lazo se iba rompiendo cada vez más, soltando un grito de profundo dolor cuando la marca comenzó a quemar.

El alfa lo estaba rechazando tal cual él lo había hecho antes con la gran diferencia que su débil cuerpo de omega, no resistía el dolor como debería, sintiendo como miles de cuchillas se clavaban en todo su cuerpo generando que más y más lagrimas cayeran por sus mejillas.

Pronto la puerta de su habitación fue abierta dejando ver a su madre completamente angustiada y derramando lágrimas al igual que él, más que asustada de ver a su pequeño niño deshacerse en lamentos y llanto por tan grave equivocación. Decidida estaba en consolar a su pequeño que sin importarle nada lo abrazo a su cuerpo, arrepintiéndose al sentir como este se aferraba a su ropa y comenzaba a llorar cada vez más fuerte.

Blind Eyes 【myg+pjm】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora