ʟᴇɴɢᴜᴀ ᴀғɪʟᴀᴅᴀ ɪ/ɪɪ

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—Yoongi, Yoongi, hey. Despierta— Sus
párpados se alzaron en cuanto su hermana agitó su hombro. La vio de mala manera hasta que, finalmente, notó que ésta se encontraba bastante pálida.

—¿Seyeon?— Se sentó bruscamente, un
poco mareado al hacerlo. Llevó su mano en forma de puño a su ojo izquierdo, intentando apartar el cansancio —¿Qué sucede?

—Tenemos que ir al hospital, ahora.
Levántate— Respondió la adulta, y salió
rápidamente del cuarto, sin dar ninguna explicación.

El pánico brotó por su cuerpo de manera inmediata. ¿Le había sucedido algo a su padre? ¡Era su culpa!

Comenzó a llorar bajito mientras se
destapaba y se vestía. Se puso sus
pantalones cortos, sus zapatos, su camisa blanca abotonada y un enorme abrigo negro. Limpió las lágrimas en su rostro y observó a su alrededor, notando que no podía ver nada de reojo.

—¿Taehyung?— Llamó.

Nada pasó.

Salió de su cuarto apresuradamente,
cerrando la puerta detrás suyo y subiendo los escalones para abrir la siguiente puerta. Una vez en la cocina, su hermana le entregó un vaso con jugo de naranja exprimido y dos tostadas con mermelada de durazno encima. Era extraño no oir Dominique sonar por la casa a todo volumen.

—¿Seyeon? ¿Algo le ocurrió a papá?— No
pudo evitar sollozar.

Su hermana lo abrazó de inmediato —No, no. Tranquilo, nada le pasó a papá—
Dijo rápidamente, dejando un beso en la frente de su hermano antes de dedicarle una débil sonrisita —Te voy a explicar en el camino, ¿vale? Desayuna rápido, por favor —Y eso hizo.

Media hora después, ambos hermanos
estaban en el auto, con sus cinturones
abrochados debido a lo rápido que
conducía Seyeon. Yoongi intentaba
no llorar y creer en las palabras de su
hermana, pero sabía que algo malo había sucedido.

—Mira, Yoongi... ah, mierda. No sé cómo
decir ésto— Su hermana negó lentamente con la cabeza a la vez que dobló en una esquina. El corazón del adolescente comienza a latir con demasiada rapidez mientras veía al frente —Algo le pasó a nuestro primo, Jisung— El rizado la observó, pálido como una servilleta, comenzando a temblar. No, no —No sé cómo decirlo delicadamente, Dios mío. Uhm... algo le pasó a sus partes íntimas, y tuvo que ser... amputado.

El mareo que el rizado sentía era terrible, pero fue disimulado debido al rápido movimiento del auto y a que tenía el cinturón de seguridad puesto. Sentía náuseas, sentía ganas de morirse, y allí mismo.

Su culpa, solamente suya

Ni siquiera se dio cuenta cuando llegaron al hospital. Su hermana lo llamó pero su voz se oyó lejana, sintió como se deshacían del cinturón de seguridad y, luego de unos segundos, lo bajaban del vehículo. El aire frío contra su rostro lo despertó un poco, pero la culpa es tanta que siente que va a tener un ataque al corazón. ¿El karma de su padre, acaso?

Rápidamente ambos hermanos se dirigen dentro del hospital, caminando por los pasillos hacía la sala de espera. Todos los familiares están allí, y cuando Yoongi llegó junto a su hermana, sus dos primos lo observaron con terror. Sus tíos estaban hablando con un médico que acababa de salir de un cuarto.

—Quédate aquí— Seyeon le murmuró a su hermano, dejándolo más alejado del resto de la familia, dirigiéndose a su madre, la cual había comenzando a sollozar.

La luz del hospital se apagó y se encendió por unos segundos, pero nadie pareció notarlo. El frío invadió al rizado como si estuviese en el polo norte y cuando vio a su lado, algo grande, alto y cubierto por una capa oscura pasó como si nada. El aliento escapó del pecho del adolescente mientras vio a la figura -que anteriormente vio en la carretera, y en su pesadilla- adentrarse seguido de un doctor al cuarto donde-Yoongi supuso- Jisung estaba.

Su tío comenzó a llorar mientras cubrió su rostro ante la noticia del doctor, y su tía Yang Mi se dejó caer en el suelo, soltando un grito desgarrador.

Sus primos comenzaron a llorar en sus
asientos muy ruidosamente, su hermana y madre intentaban calmar a su tía, la cual no deja de gritar el nombre de su hijo.

Eran el centro de atención, y por la cara
que tenía el médico cuando se giró y
continuó su camino por el pasillo, Yoongi supo que no había sido una simple amputación.

Algo había salido mal, y ahora Jisung estaba muerto.

El diablo se hizo presente a un lado del
adolescente, éste puede verlo de reojo y
sentirlo.

Aunque ya no sabía si podía volver a sentir algo mas que culpa.

—¿Qué es eso?— Preguntó, refiriéndose la la figura que ahora salió del cuarto de su primo y siguió por el pasillo, hasta el final, doblando en una esquina, en busca de otro cuarto al cual visitar.

—La Muerte.

—¿A dónde se lo lleva?— Retrocedió
un poco. Su boca se movía por sí sola,
haciendo preguntas, y todavía no sabía
como permanecia de pie.

La profunda inhalación del diablo es tan audible y fuerte que incluso provocan que los cuadros de la pared se muevan un poco. En aquel momento, Yoongi sabía que Taehyung estaba absorbiendo las almas oscuras...

...Como la de su primo.

—No importa a dónde, lo importante es
que ya no será una molestia— Mintio,
porque lo sabía.

Porque el diablo es mentiroso. Engaña,
finge, envenena, mata.

Y nunca se olvida de tu alma

—Taehyung...— Logró decir en una exhalación pero, sin más remedio, cayó al suelo. Nadie lo sostiene, nadie responde a su llamado de ayuda, y todo se vuelve negro.

ᴅᴀɴᴄɪɴɢ ᴡɪᴛʜ ᴛʜᴇ ᴅᴇᴠɪʟᵗᵃᵉᵍⁱ (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora