ғᴜᴇɢᴏ ɪɴᴛᴇʀɪᴏʀ

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Los tres adolescentes habían pasado la
noche en la casa de uno de ellos: Jung Hoseok. Para Yoongi aquello era
desperdiciar una noche con Taehyung, ya que éste no podía estar presente alli. Apenas llegaron, luego de que Jungkook vomitara un poco más y bebiera mucha agua, los tres se fueron a dormir.

Despertaron al siguiente día cuando la
alarma del reloj de Hoseok sonó. Había
sido tan chillona y molesta que ninguno quiso hablar mientras se levantaban. Se vistieron como el día anterior y bajaron a desayunar. El padre de Hoseok parecía muy alegre comentando lo bello que estaba el día, las ventajas del invierno y lo lindo que sería cuando la nieve cayera en diciembre. El humor de Yoongi mejoro y se puso a hablar con el padre de su amigo sobre el clima, pero volvió a decaer cuando éste le comentó al rizado la tragedia que hubo en el ultimo viaje de convivencia que hizo la escuela, y se quedó más que callado.

Jungkook no pasó por alto aquello.

Finalmente Yoongi y Hoseok decidieron irse media hora antes de entrar a la escuela debido a que necesitaban ponerse el uniforme. Ambos chicos se fueron por diferentes caminos a sus respectivas casas. El rizado podía sentir los pasos del diablo en sus talones, y le extrañaba que éste no estuviese a su lado caminando. No había nadie a esas horas de la mañana, al menos no por aquella zona.

—¿Tae? —No recibió respuesta, tan solo
aquellos pasos detrás de sí. Tragó saliva
con fuerza y de inmediato se puso tenso, creyendo que algo andaba mal. Apresuró el paso hacia su casa, queriendo llegar rápidamente para poder meterse en su cuarto y enfrentar lo que sucedía.

Minutos despues llego a su casa y abrió
la puerta principal, cerrando detrás de
sí mismo y a punto de correr hacia su
cuarto, pero detuvo sus pasos al ver a su padre observarlo desde el sofá de la sala, bebiendo una pequeña taza de té. Ambos se observaron por unos cortos segundos antes que Choi alzara ambas cejas y dejara la taza en la mesa ratona frente a él.

—Hijo, hola. —Dijo.

Yoongi no sabía exactamente qué decir. Era muy extrano hablar luego de que ambos supieran que Choi quiso quemarlo con un cigarrillo, Yoongi le provocó un ataque al corazón diciendo "Taehyung" y luego el nombrado se le apareció a su padre en el hospital.

Simplemente apretó sus labios, formando una linea con ellos, alzando un poco una de sus comisuras y asintiendo en forma de saludo.

—Uhm, ¿Mamá y Soyeon? —Por algún
motivo se puso mucho más tenso al ver
como su padre se ponía de pie, caminando muy lentamente hacia él.

—No están.

—Oh. —Yoongi asintió, viendo alrededor.
Estaba realmente inseguro. Hizo una
especie de trompita con sus labios y
frunció un poco el ceño, pensando. ¿Donde podría estar su familia? —¿Donde fueron?

—A resolver unos asuntos. —Sonrió
amistosamente. A pesar de que se veía
honesto la respuesta a su pregunta lo
puso más nervioso. ¿Qué debía de estar
haciendo su familia que no podia el
enterarse? Porque claramente seria muy tonto continuar preguntando. —¿La
pasaste bien anoche en la protesta?

—Oh, si. —Se le hizo un nudo en la
garganta por mentir, —Sí.

—¿Has comido? ¿Quieres que te prepare
algo?

Aquellas preguntas lo hicieron sentir tan querido, importante para su padre en el cual siempre había buscado algún tipo de aprobación y amor verdadero, que sus ojitos se llenaron de lagrimas y sonrió con vergüenza. Tragó saliva con fuerza antes de negar.

—Oh, no. Está bien. —Su voz tembló
un poco y carraspeó con fuerza para
reafirmarla. —Ya he desayunado con
Hoseok. ¿Tú-tú has desayunado?

ᴅᴀɴᴄɪɴɢ ᴡɪᴛʜ ᴛʜᴇ ᴅᴇᴠɪʟᵗᵃᵉᵍⁱ (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora