La Guerra de los soldados caídos

Capitulo 9: Las Cicatrices del Nihilismo

     En el calor de una sigilosa batalla un alma en sufrimiento revela lo blanco que esta su dolor al ver a la persona a la cual sin ningún motivo claro ama profundamente. Jeanne Lamperouge vuelve a recibir un golpe de la dolorosa realidad que sobre ella se había abalanzado.

-Jeanne- Un corte... Solo un corte... Eso fue lo que se necesito para que mi vida se conviertiera en una total incertidumbre, no se que soy, no se que debo hacer o adonde debo ir. Todos los detalles de la noche en la que aquella autoflagelación me llevo a vivir este nueva realidad están en blanco; no recuerdo a certeza quien fui, solo tengo recuerdos de algunas pocas cosas que pude hacer, recuerdo que era estudiante de enfermería y que era criada por mis abuelos desde que era no más que una pequeña bebe pero todo eso es algo muy general. Desconozco si tenia amigos, mi color favorito me es un misterio, ni siquiera se si tenia un empleo y todo recuerdo sobre que clase persona era ahora se encuentra ausente en mi cabeza. No se quien fui antes y no se quien soy ahora pero como un relámpago frenético de recuerdos ineludibles en mi mente parece que solo sobrevivió un pequeño pero significativo recuerdo a toda aquella amnésica tormenta; Ese es el recuerdo de todo lo que siento por ti Erza, el cual parece revivir al verte en los brazos de Light y aunque aunque solo tengo memoria de haberte conocido ayer, un susurro dentro de mi me dice que anoche no fue la primera vez que mi destino se cruzo con el tuyo.   

Todos estos pensamientos tortuosos pasaban por la mente de Jeanne mientras que atestiguaba todo aquel despliegue de pasión y lujuria que tenia lugar entre Light y Erza, al mismo tiempo que un gran sentimiento de envidia invadía su ser a medida que veía como aquellos dos cuerpos juntos llegaban a un extaciante clímax que rebosaba tanto de placer como de amor.

-Jeanne- Me desconozco tanto ahora que no tengo idea de porque me duele tanto verte en los brazos de Light, desconozco también la razón de porque quisiera tomar su lugar ¿Porque? ¿Porque me duele? ¿Porque si no te recuerdo nada sufro tanto? !¿Porque?¡ –En ese momento la envidia y la rabia que recorría el cuerpo de Jeanne se convertía en una gran tristeza que la hacia estrujarse el pecho mientras que sus ojos desbordaban de lagrimas al mismo tiempo que la respuesta a su "Porque" era expresada por sus labios a manera de un susurro insensitivo– Por sentir, es cierto. Envidiamos porque sentimos, devoramos porque sentimos, arrebatamos porque sentimos, nos recreamos en la frivolidad porque sentimos, menospreciamos porque sentimos, montamos en cólera porque sentimos. Todo lo que hay en tí se desborda, por la belleza de todo lo que sientes... Y por toda esa puta mierda te quiero toda para mi.

Tras haberse dado a si misma aquella respuesta Jeanne ya era otra persona, la envidia se había convertido en enojo, el enojo en tristeza y la tristeza misma la había trasformado ahora en una persona aparentemente carente de emoción alguna, cuando en realidad su alma era asediada por la enorme incertidumbre de no saber quien era.

De un momento a otro todos los pensamientos de Jeanne son interrumpidos por el mismo Light, quien para ese preciso momento se encontraba saliendo de la enfermería y quien indistintamente acaba topándose con Jeanne, este la mira algo extrañado; pues no sabia cuanto tiempo esta llevaba parada a fuera de la puerta y a juzgar por la extraña sensación que desprendía la humanidad de Jeanne, Light podría resumir que ella estaba consiente de lo que el y Erza habían hecho.

-Light- !Jeanne¡ –Expresa sorprendido al verla– ¿Que haces aquí?

-Jeanne- Solo vine a ver como se siente Erza...

-Light- Oh...

-Jeanne- Así que si me permites... 

Tras expresar esto ultimo Jeanne ignora totalmente la presencia de Light para posteriormente entrar a la enfermería, encontrándose de esta manera finalmente con Erza; quien apenas se encontraba recostada sobre aquella camilla y quien al ver a Jeanne entrar con aquella inexpresiva actitud y acercarse a ella hasta el punto de acabar sentándose al borde de la cama quedando frente a ella; creando una atmósfera que logro hacer sentir incomoda a Erza hasta cierto punto.