Veinte semanas

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Leorio bajo la mirada a su reloj que marcaba exactamente las tres de la madrugada, dio un largo suspiro y observo al moreno que yacía durmiendo mientras tomaba la mano del albino

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Leorio bajo la mirada a su reloj que marcaba exactamente las tres de la madrugada, dio un largo suspiro y observo al moreno que yacía durmiendo mientras tomaba la mano del albino. Se veían más pacíficos cada vez que entrelazaban sus manos, el moreno al saber que se encontraba junto a él y Killua como si supiera que la persona que tomaba su mano era Gon, como reconociendo su calor

Pensaba despertarlo pero sabía que después de casi más de dos semanas de tortura para el Freecss, hace unos días por fin tuvo acceso para verle y desde entonces los últimos días no ha salido de aquella habitación a no más de ir al baño o comprar una golosina, parecía que pasaba más tiempo en el hospital que en su mismo hogar, aunque para el menor su hogar era cualquier lugar con tal de que se hallará el albino

Podría decirse que las últimas semanas que fueron separados ha sido un martirio para los dos, pues incluso Killua parecía más estable cada vez que el moreno venía a acompañarle. Acomodo sus gafas y decidió dejar al menor un poco más allí, después de todo tenía una cirugía dentro de una hora así que tenía que prepararse y tal vez tomarse el octavo café de la noche

Pero antes de salir de la habitación un distintivo pitido lo detuvo, uno completamente diferente a los comunes que ya estaba acostumbrado a escuchar por parte del albino. Espero unos segundos para comprobar si tal vez había sido parte de su imaginación pero nada fuera de lo normal ocurrió así que siguió su camino cerrando la puerta tras de sí

No paso mucho tiempo cuando el moreno abrió uno de sus ojos perezosamente, se enderezó y estiró su cuerpo mientras soltaba un largo bostezó. Nada había cambiado, su mejor amigo por el que sentía sensaciones bastante extrañas, seguía consumido en un profundo sueño. Observó sus facciones que al igual que todo el resto de su cuerpo, se hallaba más delgado que al principio. Sin embargo esto no quitaba que ante los ojos del moreno se viera como el ser más magnífico que había visto alguna vez en su vida

Cuánto echaba de menos aquellos ojos azul cielo que le alegraban el día

Observó sus manos, que aún descansaban entrelazadas. El moreno sonrió de manera leve y levantó la blanquecina palma del Zoldyck, luego la posó en su mejilla formando así una cuna, queriendo sentir el calor de su mejor amigo. Cerró sus ojos soltando un pesado suspiró—Vamos, despierta—Susurró de nuevo con la misma esperanza de siempre acariciando la mejilla del contrario

—Ha pasado el tiempo y cada día siento que algo falta, simplemente no es lo mismo y mucho menos ahora que entiendo perfectamente que... ¿Te amo?—Dijo entre pensamientos aquella última frase, luego rápidamente sacudió su cabeza—Si, definitivamente lo hago. Quiero que despiertes, quiero saber que sientes, quiero saber si llegarías a amarme incluso después de que todo esto fue mi culpa, si llegarías a quererme sin importarte cómo soy. Digo...—Solto una pequeña risita—Somos hombres pero aún así no puedo evitar sentir esto ¿No es malo, cierto?—Finalizó sin dejar de ver su pálido rostro. Apoyo su cabeza en la cama y con delicadeza empezó a frotar círculos en la palma del albino que estaba un poco más tibia que antes

—Creó que no me importa aquello, ni tampoco lo que puedan decir los demás, sólo me interesa tu respuesta—Volvió a cerrar sus ojos—Despierta—Murmuró y con ello escucho un inusual pitido pero no presto atención, llevaba escuchándolo ya varias veces en los últimos días pero nunca sucedió nada

—¿Cómo puedo salvar tu vida?—Decía aún con sus ojos cerrados y dentro de sus más dolorosos pensamientos—¿Cómo salvar una vida?—Añadió

El moreno sintió un ligero apretón en su mano por parte del otro. Reflejó al que Gon hizo caso omiso, siempre crecía una esperanza cuando el Zoldyck hacía esto pero al final tampoco sucedía nada

Otro

Gon seguía sin prestarle atención

Otro un poco más fuerte

Rápidamente se incorporo sin dejar de mirarle buscando alguna otra señal, pues siempre se ilusionaba cada vez que sentía alguna respuesta por parte del albino. De nuevo volvió a escuchar aquel extraño pitido, está vez Gon sintió su corazón acelerarse completamente ilusionado

Observó la puerta de la habitación sabiendo que Leorio no se haya muy lejos ¿Y si lo llamaba? Tal vez sea una falsa alarma nuevamente pero aún así un rayo de esperanza siempre se forja en su pecho. Dejo de pensarlo mucho y se levantó de un tirón cuando volvió a sentir otro ligero apretón. Se dirigió rápidamente a la puerta pero justo cuando tomo la perilla su cuerpo quedó congelado

Gon...

La pronunciación de su nombre lo detuvo en seco, únicamente por el hecho de la persona que lo pronunciaba

Su cabeza giro lentamente con miles de sensaciones recorriendo cada parte de su cuerpo, no sabía lo que iba a encontrarse o si su mente le estaba haciendo una mala pasada pero esa idea se fue al cañón cuando al girar se encontró dos esferas tan azules como el mismo mar que lo estaban observando fijamente

Había dicho su nombre

Por fin había despertado

Sin darse cuenta, lágrimas inundaron sus ojos ámbar mientras una enorme sonrisa casi cegadora se extendía por sus labios

—Killua...

En un par de segundos ya se encontraba entre el pecho del albino abrazándolo con fuerza 

Finalmente había regresado

Finalmente había regresado

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Querido Killua || KilluGon ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora