Capitulo 10:

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Aitana
Desperté nuevamente en una cama de hospital, esta vez fue más sencillo de identificar dónde estaba, gire mi cabeza y vi a Luis sentado junto a mí con la cara entre las manos llorando

-Luis- fue lo único que alcance a decir-
-mi amor! Estás bien! -dijo aún llorando y vino a abrazarme-
-que me pasó?- pregunté confundida-
-te desamarraste, voy a por el médico- me dio un beso en la frente y salió a por un médico-

Este vino y después de hacerme algunos exámenes rápidos, me llevo a hacer una tomografia de cabeza, concluyó que todo estaba bien y que el desmayo había es ido por qué había estado residiendo demasiada información, pero mi memoria seguía igual.

Estuvo un real hablando con Luis explicándoselo todo y le recomendó que no me contaran tantas cosas de golpe y me permitió volver a casa. Durante el camino Luis a duras penas me miró, llegamos y se fue para su piso.

Me fui para mi habitación y me acosté pues el médico lo recomendó, si embargo no me dormí, no me sentía bien, pero no físicamente o de salud, sino por la actitud tan extraña de Luis. Pensando en esto termine quedándome dormida

Desperté desconcertada por un fuerte ruido, abrí los ojos y me encontré a Luis cargado de cosas

-¿qué haces?- pregunté con voz de dormida-
-perdón pequeña, no quería despertarte- dijo dándose la vuelta y pude darme cuenta de que había estado llorando-
-estuviste llorando- dije sentándome en la cama-
-no, no- se limitó a decir.. Miente-
-no me mientas- me limité a decir-
-traje muchas cosas para que te sientas mejor!- dijo mostrándome una montaña de comida-
-¿ya te importa?- pregunté enfadada-
-siempre me importó- respondió molesto-
-¿ah sí? No me lo pareció- conteste mal-
-¿porque? Explícamelo por favor- respondió molesto también-
-pues porque prácticamente ni me hablaste y después me dejaste tirada en la puerta de casa- respondí-
-no entiendes nada- respondió de mala gana-
-pues explícamelo por favor, por la verdad es que no, no lo entiendo! Desde que te conozco te fuiste de el protector y al que le importo, pero mira! - respondí mal-
-si no te hable durante todo el rato y te deje en la puerta de tu piso, fue porque no podía, porque físicamente no podía decirte palabra sin echarme a llorar- dijo y las lágrimas empezaron a salir de sus ojos-
-¿porque sentías eso?- pregunté ahora más calmada-
-porque sé que lo que ocurrió fue mi culpa, nunca debí contarte tantas cosas y no debí permitir que los chicos lo hicieran.... Si no te hable o te mire fue porque no tenía cara para hacerlo, te desmayaste, ¿logras entender eso?, te desmayaste! Por mi culpa... No sabía si ibas a despertar, como podría mirarte o hablarte después de eso- dijo llorando -
-no fue tu culpa Luis- dije abrazándolo y allí entendí porque tenía cara de haber llorado, porque evidentemente lo había echo-
-si lo fue- dijo escondiendo su cara en mi cuello-
-no fue tu culpa Luis, no digas eso, no sabíamos que eso iba a pasar- dije yo-
-yo tendría que hacerlo sabido- dijo mal-
-Luis, por favor mírame - dije levantándole su cara haciendo que me mire- No fue tu culpa, por fa por no vuelvas a decir eso, yo sé que tú me cuidas mucho y eso me encanta, pero al final es mi salud y yo soy la primera persona que debe cuidarla, no es tu culpa, no sabíamos que eso iba a pasar... Ahora lo sabemos y no va a volver a pasar.... ¿Vale?- le dije yo-
-perdóname por favor- dijo mirándome a los ojos-
-no tengo nada que perdonarte- dije mirándolo también a los ojos-
-si te pasa algo yo me muero- dijo volviendo a llorar-
-estoy bien Luis, estoy bien, nada me va a pasar- dije limpiando las lágrimas de su mejilla- ¿vale?
-vele- dije en voz baja -
-ya no llores, por favor! Estoy bien- dije quitándole las lágrimas y el respiro hast calmarse- ¿Que me trajiste?- pregunté cambiando el tema-
-san jacobos, palomitas, y chocolates- respondió cabizbajo-
-que mono! ... Tengo mucho hambre! ¿Comemos?- dije animadamente, el me dio una prueba sonrisa y asintio-
-ya deben estar fríos los san jacobos, ¿podrías ir tú a calentarlos? No quiero que nadie me vea así- me pidió-
-claro!- le di un beso en la mejilla y me puse de pie con los san jacobos para ir a calentarlos e ir por algo de beber-

Después de volver ya Luis estaba un poco más calmada, no estaba llorando, pero tampoco está del todo bien. Estuvimos viendo películas y comiendo las cosas que me trajo Luis.

Sentía muchas ganas de besarlo, pero me daba vergüenza y me daba un poco de miedo pues siento que estoy muy confundida en este momento, mi cabeza está completamente revuelta y aunque mis sentimientos hacia el hacen parte de esta confusión si lo beso tendría que lidiar con aún más

Igualmente estuvo abrazándome todo el rato, entre sus brazos me siento increíble.

Por Ti Estaré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora