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Rʏᴀɴ✯
Los primeros días con ella serán difíciles, sea como sea es
una chica muy mimada.Te pido que le tengas paciencia
Y siento no poder quedarme
Para despedirme, asuntos
De el trabajo, escríbeme cuando
Llegues.Por cierto, aquí te dejo una
foto de mi hija y algunos datos, no suele compartir mucho, debería distinguirse
Desde ahora, ella ya tiene tu
Foto.Jade Caroline Williams Moreau.
17 Años.
Rubia, Ojos grises, Ama el rosa, odia admitirlo.___________-_________
– No está nada mal... – Murmuré para luego apagar mi teléfono y meterlo a mi bolsillo, tome mi mochila y la gran maleta de color negro para así salir de aquella habitación.
Con cuidado baje las escaleras hasta llegar a la primera planta, lo primero que pude ver fue a mi madre hecha un mar de lagrimas, sonreí y deje las cosas a un lado caminando hasta ella, para abrazarla dejando un beso en su coronilla.
– Vendré a verte cada vez que pueda, está bien? – Está solo asintio y dejo un beso en mi mejilla.
Claro que podía irme en cualquier momento, sea como sea tenía mi automóvil, aun así, este mismo día tendría que llevar los papeles para completar mi matrícula y era mejor no llegar tarde.
Después de una despedida de casi 20 minutos pude caminar hasta mi auto, guardando las maletas en la parte de atrás y así simplemente entre en la parte de el piloto, encendí el auto y comencé a conducir en dirección a la cuidad donde estaría viviendo por esos largos 4 años, acompañado de la niña mimada esa.
– Solo espero que nos llevemos bien – Dije suspirando levemente.
𝚃𝚛𝚎𝚜 𝚑𝚘𝚛𝚊𝚜 𝚍𝚎 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚖𝚊𝚜 𝚝𝚊𝚛𝚍𝚎.
En realidad esperaba tardar un poco mas, quizá no molestar a esa chiquilla tan temprano, según lo que me había dicho su padre no se levantaba antes de las 9 de la mañana.
Yo acababa de llegar, sin problemas me dejaron pasar a el estacionamiento, me explicaron la forma de subir hasta el último piso donde se suponía que vivía esa chica.
Siendo sincero estuve alrededor de 10 minutos de pie enfrente de la puerta número 356, sabía que era la de esa chica... A comparacion de las demás, la puerta era algo... Vintage, pero bastante linda.
– Ni modo, no pienso quedarme aquí de pie más tiempo – Levanté mis hombros restándole importancia al asunto y simplemente di tres golpes en la puerta y espere.
– Si enserio quieres que te abra la puerta y no le tienes miedo a las consecuencias toca el botón que dice "Solo para emergencias" – Escuché una voz a el final de el pasillo, al voltear ví a una chica de aquellos 17 años.
– Este? – Señale el pequeño botón de color rojo
Solo recibí una aprobación con la cabeza de parte de la chica, para luego ver cómo se despedía por la mano y desaparecía detrás de la puerta, que suponía era la de su casa.
Sin pensarlo demasiado toque este por unos segundos y luego le solté, me recosté en la pared que estaba detrás de mi sin dejar de mirar la puerta.
A los pocos segundos escuché los pasos acercarse hasta la puerta, realmente esperaba algo más.
– Que mierda es que lo que quieren ahora! – Abrí mis ojos como platos al ver a esa pequeña chica que tenía una apariencia tan tierna, responder a el llamado de la puerta de esa forma.
– Soy... Troy... – Hablé sin dejar de mirarla.
Le escanee por un momento, al parecer como pensaba está aún estaba dormida, estaba con un pantalón que le quedaba algo ancho de color gris una sudadera gigante de un color negro y su cabello en una media coleta.
– Cuando no conteste no paso por tu mente... Que quizá una estaba dormida! Pudiste irte a la maldita cafetería mientras se daban las nueve de la mañana. – Hablo para luego entrar, dejando la puerta abierta de par en par.
Entre a el lugar, el cual se encontraba con algo de desorden, deje mis maletas a un lado de la puerta y cerré está detrás de mi.
– No sé quién te crees, pero no eres lo suficiente para mí, como para tener que esperar a que su majestad se despierte, asi que te calmas y es mejor que nos llevemos bien, ya que me tendrás aquí no menos de 2 años princesita. – Hablé en el mismo tono en el que está había mantenido desde que abrió la puerta, logrando que está me fulminara con la mirada.
– En primera está en mi maldita casa y yo hablo como se me de la gana. – Hablo caminando hacia la que suponía era su habitación – Ahora si no te molesta volveré a dormir, tu habitación en la de puerta de color negro.
Luego vi como esta entro y cerró su puerta de un golpe, negué levemente con una sonrisa y camine por todo el lugar buscando la puerta de color negro, hasta que después de unos minutos la encontré.
– Nada mal... – Hablé y entre cerrando la puerta con cuidado detrás mi, sea como sea la chica tenía razón, aún eran las 7 de la mañana.
Me lance sobre la cama y me dispuse a dormir un poco, hasta que se dieran las 10 AM, descansaría y suponía que no llegaría tarde a la universidad.