¿Qué habrá pasado con Troy? Vamos a verlo.
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Caminaba con tranquilidad por lo pasillos de esa gran empresa mientras seguía acomodando... O bueno, intentando estirar aquel maldito traje, a simple vista lograba verse que me quedaba pequeño, pero mi... "Novia" me lo había regalado y simplemente cuando había querido explicarle que era una manera de estrangular mi cuerpo, una mueca apareció en su rostro y un grito bastante alto se hizo presente en la habitación.
"¡¿ACASO NO VAS A ACEPTAR MI REGALO?! COMO ES POSIBLE QUE SEAS TAN MALO CONMIGO!"
Y luego un mar de lágrimas que juraba que si las dejaba correr, podría inundar toda la habitación, como siempre, me senté a su lado y deje que se desahogara, total, en algún momento tenía que dejar de llorar.
Pero como cada vez que no quería cumplir uno de sus caprichos, sus llantos eran como los de una ambulancia los vecinos terminaban por llamar a la policía, estaba tan acostumbrado que abrí mi computadora en el último video de seguridad justo antes de que comenzará a llorar, abrí la puerta y los originales simplemente se quedaron allí viendo él vídeo con atención. Al terminar, se asomaron un poco viendo a la chica y gritaron un "Señora, ¿puede hacer un berrinche un poco más bajo? Perturba la paz de todos en este edificio" y así, como siempre se fueron, no sin antes mensionar "No se aún para que venimos siquiera a revisar".
Pero aquí estábamos, en el baño de mi oficina intentando estirar almenos mi saco... Quizá no medí mi fuerza o quizá me importaba tan poco lo que le pasará a ese traje que solo pude escuchar cuando se rasgo de todas las partes en las que me quedaba más apretado, solté un suspiro aliviado y sonreí.
— Gracias al cielo, está mucho mejor así, más elegante — Bufé y salí de mi oficina completamente feliz de que hoy no tuviera citas, tampoco juntas, ni papeleo, solo otro día perdido en estas tres paredes y aquel ventanal.
Me recosté en el espaldar de mi asiento, levanté los pies dejándolos sobre mi escritorio y tome mi computadora posicionandola sobre mis piernas, Abrí rápidamente el chat privado que tenía con aquel... investigador que había contratado meses antes para poder encontrar a mi linda chica.
Había intentando hablarlo con su padre el día que vino descaradamente para una alianza entre nuestras empresas, claro, le dije que podría pasar, pero a cambio, necesitaba a mi chica, ¿Cuál fue su respuesta? "En este momento ya no se dónde está"
Maldito, maldita mi madre, viejos estúpidos, y saber que toda esta mierda paso por el egoísmo de ellos, no éramos hermano, no somos hermanos y no seremos hermanos jamás, nos conocimos ambos siendo casi mayores de edad... Daría todo lo que poseo en este momento para poder encontrar a esa rubia tan tierna y a la vez obstinada que solía golpearme y besarme como solo ella sabía.
Saque mi teléfono y abrí la carpeta donde tenía las fotos de mi chica, claro que a mí pareja le pudría ver aquella carpeta siempre que tomaba mi teléfono, pero tenía tantas copias de seguridad y contraseñas para que está misma pudiera borrarse que jamás ha logrado su cometido. Ahora solo me dedicaba a admirar la última foto que me había enviado, ya, a la distancia, las pocas veces que lograba escaparse para hablar conmigo o eso hasta que un día solo dejo de responder...
— Mi hermosa Jade... ¿Dónde estás ahora cariño? Porfavor... Guíame... Guíame hasta poder encontrarme con esa hermosa mirada que lograba hechizarme, esa mirada que no he podido olvidar a pesar de los días... Los meses... Los años en los que he estado esperando por ti... — Una lágrima corrió suavemente por mi mejilla hasta golpear la pantalla de mi teléfono con delicadeza.Era estúpido, muy estúpido aún llorar por esa enana, pero no podía evitarlo y quizá tampoco quería, el Vodka sabía aún mejor cuando lloraba por ella en esos bares que no debía frecuentar.
Justo cuando iba a acercarme a él mini bar que tenía en mi oficina sonó una notificación que había estado esperando por tanto tiempo que ahora parecía una simple broma de mal gusto.
Me di la vuelta, me lance rápidamente a mi silla logrando romper está y caerme de espaldas.
"No me dolió"
Repetí en mi mente y me puse de rodillas frente a él computador, más lágrimas corrieron por mis mejillas pero ahora de una felicidad que parecía no poder contener.
"Joven Troy, he encontrado a su chica, venga a mi oficina finaliza do su jornada laboral, tendré toda la información preparada"
— ¿Jornada laboral? ¿Terminar? Creo que ya está todo. — Quite la camisa y saco rotos, lo lance a la basura, me cambié a algo que realmente me quedara, tome todo lo necesario y salí corriendo de aquel edificio como si mi vida dependiese de ello, bueno, mi salud mental depende de ello en esos preciosos instantes.