- Mi papi me pidió que no te dejará solo... O almenos mientras de adaptas - Hablo la pequeña chica mientras me tomaba de el brazo y comenzaba a caminar de nuevo aferrándose a mi brazo.Quedaba básicamente encorvado caminando torpemente detrás de ella, sea como sea la diferencia de altura era un poco grande, pero eso a ella parecía no importarle realmente.
Caminamos de esa forma hasta llegar a la cafetería donde nos sentamos en una de las mesas de el centro y de a pocos fueron llegando varios chic@s hasta sentarse a nuestro lado.
Me presento con todos ellos dejando básicamente a las chicas a un lado, sin siquiera mirarlas y haciendo que me hiciera un poco más a su lado, alejándome sin siquiera disimular de ellas.
- Que te pasa deja de jalarme! - Hablé en un susurro para luego volver a acercarme más a ella por el simple hecho de sentir sus brazos atrayéndome hacia ella.
- No te acerques a ellas si no quieres ganarte un buen golpe - le escuché hablar mientras sonreía.
Suspiré pesado y me levanté de la mesa tomando todas mis cosas y comenzando a caminar.
- A dónde crees que vas Troy! - después de dar algunos pasos alejándome de la mesa.
Simplemente le ignore y seguí mi camino hasta llegar de nuevo hasta el lugar donde tendría mi próxima clase, con calma escogí un asiento y me acomode allí, recostandome en el espaldar de la silla con mis manos dandome leves caricias en la nuca intentando dormir un poco antes de que comenzará la siguiente clase.
- Hola cariño~ - Sentí una voz chillona a mi lado y luego como alguien se sentaba a mi lado.
Abrí mis ojos levemente para luego simplemente dar un salto al ver a aquella chica sentada a mi lado con una sonrisa coqueta y llevando una de sus manos a mis hombros.
- oh... Hola? Quien se supone que eres? - Pregunte mirándola intentando que alejara sus manos de mi.
Nunca había Sido fan de que una chica... Pasará sus manos por mi cuerpo, yo resultaba un poco más... Conservador.
- me llamo Debrah... Pero puedo ser quien tú quieras - La castaña comenzó a acercarse cada vez más a mi a lo cual yo simplemente intentaba alejarme mientras miraba de reojo a la puerta, rogando porque no llegara nadie en aquel momento.
- Te puedes calmar porfavor?! - Hable para luego posicionar mis manos en sus hombros alejándola de a pocos hasta escuchar un grito proveniente de la puerta.
- Tu qué mierda! Crees que estás haciendo maldita resbalosa! - La voz era lo suficiente conocida para mí.
Cuando la castaña se levantó pase mis manos por mi cabello y recostarme por un momento en aquellas sillas mientras cubría mi rostro.
Nisiquiera me había dado tiempo de volver a abrir los ojos cuando escuche como aquellas chicas comenzaban a gritar y justo cuando me puse de pie Jade había tomado a la otra chica por el cabello.
Gracias a que habían logrado llamar la atención de muchas personas justo cuando corrí para tomar en brazos a la rubia, pasando mis manos por su panza y alzandola, realmente no quería que está terminara rasguñando me con esas garras que tenía por uñas.
Al momento otro chico que parecía el novio de Debrah la tomo en brazos al igual que yo.
Estás dos seguían peleando he intentando a toda costa que les soltaramos para seguir y bueno... Acabar con lo que habían comenzado minutos antes.
- Vamos Jade... Por favor... Cálmate - Dije para así comenzar alejarnos de el esa chica.
Justo cuando llegamos a el patio la solte y la tome por los hombros sacudiendola con cuidado.
- Que te pasa!? No era para tanto! Tampoco era como que iba a dejar que esa chica se acercará aún mas! - Y de nuevo, como por arte de magia, esa enana comenzó a llorar mientras intentaba arreglar su cabello.
Claro que comenzaba a desesperarme, nunca había tratado con una chica que llorara de forma tan seguida, tan rápida, parecía que podía hacerlo a voluntad y simplemente yo no sabía siquiera como calmarla, solo la abrazaba y terminaba dejando que está manchara mi ropa con su maquillaje... Cómo en este momento.
- Williams la quiero en mi oficina ahora mismo! - Ambos volteando para ver de quién era esa voz y solo pude ver cómo se alejaba una señora de baja estatura y un cabello canoso - Ah! Y usted también señor Smith - Hablo dándose la vuelta por momento y luego siguió caminando.
Iba a tomar la mano de la menor para así caminar hasta la rectoría, pero está simplemente volvió a abrazarme, llenando otro lugar de mi camisa de maquillaje.
No había podido escoger otro color de camisa? Justo hoy tenía que ser de ese maldito gris claro.
Pase mi mano abrazándola de igual forma mientras respiraba profundo y caminábamos de nuevo hasta el mismo lugar de donde habíamos salido esa mañana.