Capítulo VIII. La conferencia.

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Thierry Seung Dong no era un académico común. Gustaba de empatizar con su auditorio buscando la mejor forma de llegar a él. Sabía claramente que las personas están dispuestas a tratar mejor a aquellos que consideraran superiores, pero que se desenvuelvan en su propia línea de éxito.

El doctor Thierry pensaba que era algo sencillo de entender. Un niño ve como su superior a su padre, pero se identificara más con un padre que juegue, salte y cante como él. Lo admirara porque es capaz de desarrollar juegos y dinámicas muy por encima del nivel del niño. Este entiende esa superioridad dentro del mismo juego y la admira. El niño que no logra esa conexión con su padre no lo identificara como un superior, solo como una figura de autoridad. La autoridad y el respeto no tienen nada que ver con la admiración.

Cualquier profesor debería conocer sobre esto y ser capaz de lograr esa conexión, sin perder el respeto y la disciplina de su clase. Entras jugando de igual a igual y deberías terminar dominado el tablero ¿Cómo se hace? Simple, delimitando con firmeza las reglas que impones al juego.

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- Hola a todos chicos y chicas ¿Me escuchan bien? ¿Me escuchan bien al fondo?- Dijo con ánimo el profesor Thierry.

Minerva se aplastaba en su butaca tratando de ser invisible. Sus amigas no paraban de meterle codazos en las costillas destornillándose de risa.

- Parece ser que si ¿Verdad? Bueno, si no me escuchan ya les enviare por correo las diapositivas y les prometo que con solo eso no aprobaran. Así que ¿Me escuchan todos?- Volvió a preguntar el profesor Thierry.

SIIIIIIII... La mayoría de los presentes contesto.

- Bien, bien. No todos contestaron, así que espero que aquellos que no lo hicieron sean los genios indiferentes que espero tener en mi clase y no los reprobados indiferentes de siempre.-

El auditorio guardo silencio por unos segundos y los murmullos empezaron a escucharse. Señal de iniciar la clase con el video, pensó el profesor Thierry.

- Para los que se indignan con mi desfachatez, quiero empezar mi clase con un pequeño video. Por favor, si el soporte me ayuda.-

En la pantalla del auditorio apareció un video grabado por el mismo doctor Thierry desde su teléfono.

- Hola otra vez estudiantes de pregrado. Soy su ponente Thierry Seung Dong y quiero enseñarles mi reloj. Sí es bonito y todo eso, pero si se fijan bien y notan que aparte de ser un elemento decorativo, también da la hora. Son las 8 am de hoy. Es decir que llegue al campus con una hora de anticipación. Como verán, aquellos que desaprobaron mi llegada impuntual, se encontraban en un error por desconocimiento.-

La camara da un pequeño giro en el pasillo frente al auditorio y entra en foco el conserje de la facultad tratando de abrir la puerta del auditorio nerviosamente.

- Buenos días. Gracias por abrirme la puerta amigo.-

El doctor Thierry sonríe a la cámara de su móvil como disculpa y el video se detiene. El doctor Thierry de carne y hueso parado frente al estrado se gira y pregunta nuevamente.

- ¿Quién me puede decir por qué les hice creer deliberadamente que llegue 15 minutos tarde? Son estudiantes de psicología así que deberían tener un poco de capacidad de análisis. Vamos, quien de ustedes me demuestra su capacidad analítica.-

Primero silenció, al parecer nadie tenía idea del por qué o para que el joven doctor había hecho todo ese show. Una mano se levantó y todos quedaron mudos. Minerva observo que se trataba del mejor estudiante del curso. Un tipo delgado de cabello castaño engominado, gafas, chompa de tuit, bufanda, pantalones de dril ajustados y alpargatas. Sobre sus rodillas llevaba la boina de cuero negra, típica del empollón sabelotodo con aires de hipster. Minerva era la segunda o tercera mejor alumna en promedio. Nunca sería la primera por su impuntualidad y no quería serlo. Ella no era una cretina sabelotodo.

Mi Locura Por ElezardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora