Ojos blancos

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Brigitte se sacudía la nieve de su ropa invernal y se sentaba en el pórtico de la cabaña, retirando los crampones que usaba la mayor parte del día debido al dolor de pies. Durante el invierno amarokiano la cantidad de nieve se duplica en la zona complicando aún más la supervivencia y el movimiento de comerciantes y pobladores.

Amarok no era una ciudad como tal, ni siquiera podría considerársele país pues no estaba organizado como tal, era denominado así para referirse solo al espacio al otro lado de las montañas, que separaban las tierras de Calicanto de Amarok.

La vida en esta tierra era dura y fría, y a veces desalmada.

Incontables incursiones de viajeros y exploradores habían pasado por estas tierras para saber que había más allá de las montañas. Algunos se quedaron, y otros murieron frente a la indiferencia del invierno.

Y Brigitte había llegado a estas tierras con el objetivo de investigar a sus residentes.

Esta mujer de pelo blanco había fallado en su transición a lampirido completo, dando como resultado la pérdida de visión de solo su ojo derecho, el cual cubría con un parche negro para no incomodar a la gente a su alrededor.

La cabaña en la que residía Brigitte estaba un poco alejada del centro urbano de Amarok, "amarokia" como era llamado por sus habitantes, en el que se congregaban comerciantes de muchos lugares en busca de las riquezas del suelo invernal, pues solo en este ambiente crecían algunas plantas muy codiciadas para agricultores y a veces parte de la realeza.

Pero este no era el objetivo de la investigación de Brigitte, si no que era la causa por la cual los residentes de estas tierras gélidas no creaban Caligine, más bien, creaban, pero no a granel como en otras partes de Calamo, ¿era su alimentación?, ¿el ambiente?, ¿la dureza mental causada por el invierno? Brigitte llevaba varios años de investigación en Amarok, y con cada año enviaba un reporte con sus resultados a Calicanto, sin obtener respuesta ni nuevas órdenes.

En estas tierras el sol aparecía en el cielo solo tres horas, y se escondía nuevamente para dejarlos en completa ausencia de luz, también denominada oscuridad en otras partes.

La examinación de los habitantes de Amarok no era demasiado directa, podía interactuar con ellos y hacerles preguntas para obtener información, pero nunca cuestionarlos acerca de la Caligine, pues todo habitante de Calamo sabe desde ancestrales enseñanzas, que no debe hablar de ese tema considerado tabú en todas las distintas culturas, he ahí el secretismo hermético de los Lampiridos, aunque por otra parte los umbrofagos, o bien considerados umbrologos, llevan sus investigaciones de forma pública y sin cuidado a la vista de los Lampiridos, algunas veces dañan las mentes de los hombres debido a la influencia de la información transmitida, muchas veces sin intención, pues este tema todavía es bastante moderno y todavía en estudio en la gran historia de este mundo.

—AA... Aaayudaa... —El hombre se arrastraba con dificultad a la cabaña de Brigitte—

Tenía los ojos completamente negros.

—Esto... probablemente es un caso aislado... —Brigitte se levantó del pórtico y corriendo se dirigió hacia el hombre, el cual llevaba un hacha en su mano—.

El hombre se contorsiono de una forma extrema casi quebrando su propia espalda y avanzo hacia Brigitte similar a un cangrejo sosteniendo firmemente el hacha.

Brigitte se quitó el parche y revelo un ojo completamente blanco, haciendo entrar en trance al hombre el cual relajo su postura de inmediato.

Al instante, Brigitte se encontró en el inconsciente del hombre, o lo que los umbrologos consideraban el mundo inverso.

La Verdad DescuartizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora