☆You are my star☆

Capítulo 3

Estoy en mi casa por fin, después de haber estado ingresada 3 días. Los médicos dijeron que me desmayé por cansancio y estrés, pero que me tendrían unos días allí para ver como iba la cosa.

Esto no es nada interesante, lo que si lo es fueron las palabras que dijo Luc "me tenías preocupado". No me he podido quitar esta frase de la cabeza, según a él, yo no le puedo dirigir la palabra y va y suelta eso,  como si nada, pero que se cree ese.

Unos días después de salir del hospital me dieron las vacaciones en el instituto, cosa que me agradaría si no lo aprovecháramos para mudarnos.
La casa está hecha un desastre, cajas por aquí, muebles embalados por allá. Me voy a volver loca.

Limpio mi cuarto a fondo para no dejarme nada. Al hacer esto encuentro una foto de Alex, era como un hermano, un amigo, un novio, un padre, aquel que nunca tuve, resumiendo, fue todo para mi.

Y digo fue porque desapareció un día sin más, por más que lo busqué y lo llamé no apareció. Llore hasta quedarme sin lágrimas, no me juntaba con nadie, no comía; hasta que apareció Karen. Ella me levantó el ánimo, me dió las fuerzas suficientes para seguir adelante. Le debo la vida a esta gran persona.

Dejando atrás mis recuerdos, abandono también mi casa. Me subo al coche con mi hermana mientras mi madre revisa si se ha dejado algo. -No te preocupes.- me dice mi hermana al ver la cara que tengo.

-Es que todo esto ha ido muy rápido y no estoy preparada.

-Tu lo que estás nerviosa porque vas a vivir con un chico.-rie

-Sí, ¿no?. Ni que me fuera a violar.

-Nunca se sabe...

Después de media hora llegamos a lo que será nuestra casa.Nuca me imaginé que fuera así de grande, ¡parece una mansión! Tiene un gran jardín a la entrada, un montón de ventanas grandes y blancas con vistas al mar. Esta sería mi casa ideal si no fuera por quien va a vivir conmigo.

Cojo mis cosas como puedo, pues tengo unas cuatro maletas para mi sola y algunas cosas más en bolsas, y subo a mi dormitorio.

Nada más entrar se me abre la boca ya que mi cuarto es enorme ¡me encanta!

Dejo las cosas en el suelo y de un salto me tiro a la cama. Reboto en ella como si fuera una gran nube de azúcar blandita y esponjosa. Tumbada le mando un mensaje a Karen y Ally para decirles donde está la casa y como es mi cuarto.

Después de un rato, me llama mi madre para que baje y comamos algo pues son casi las 3 de la tarde.

Caminando hacia el comedor me pierdo unas cuantas veces de lo grande que es, paso por un pasillo muy largo con un montón de puertas. Consigo entrar en todas excepto en una, parece que está cerrada con llave. Busco por todos lados hasta que por fin la encuentro, pero justamente cuando voy a abrir esa puerta mi madre me la quita de las manos y la guarda.
-He dicho que a comer, ¿es que no me has oído?- dice enfadada.
-Estaba buscando el comedor.
-Pues ahí no está.
-Y, ¿entonces que hay?
-¡Solo déjala!-chilla-¿vale? - asiento.
Mi madre me lleva hacia el comedor agarrando mi brazo fuertemente, pero antes de terminar el pasillo miro hacia atrás, hacia la puerta, la que poco a poco se abre y de la que sale una mano para que la sujete. Mis ganas de agarrar dicha mano son inmensas y sin apenas darme cuenta estoy a centímetros de tocarla a la misma vez que una voz susurra, "ven conmigo, nos divertiremos juntas"
Alguien me roza y abro los ojos, ahora estoy en el comedor, como si lo del pasillo hubiera sido un sueño, como si nada hubiese pasado .

Nos sentamos en la mesa y, como no, Luc se sienta a mi lado y empieza a hacerme rabiar. Mientras que los demás comen y charlan tranquilamente yo estoy para que me de algo, así que subo a mi habitación, me pongo el biquini, cojo una toalla, mi móvil y los auriculares para irme a la playa y despejarme un poco.

Cuando llego lo primero que hago es dejar las cosas en la arena y salir dispara hacia el agua. Después de un rato bañandome me tumbo en la toalla, cojo mi móvil y pongo la canción de Chandelier de Sia mientras observo el cielo naranja con el sol ocultándose dentro del mar.

Pero una luz me deslumbra haciendo que me retuerza de dolor sobre la arena. Intento abrir los ojos como puedo y busco de donde viene aquella luz, creo que viene de mi muñeca derecha, pero, por qué brilla, por qué duele como si me desgarraran la piel.

Hago un esfuerzo sobrenatural por levantarme y pido ayuda gritando con todas mis fuerzas, pero nadie me oye. Camino a mi casa o eso intento pues a mitad del trayecto me fallan las piernas y caigo al suelo.
Ya no puedo aguantar más me voy a desmayar de nuevo y no quiero, no quiero que piensen que soy una debilucha.

Me incorporo con gotas de sudor cayendome por la frente y, sin poder ver apenas, puedo distinguir la silueta de un muchacho, pero no consigo verle la cara, solo veo que extiende su mano hacia mi. Intento levantar mi brazo pero es en vano solo noto como mis ojos se cierran y pierdo el conocimiento.