Carajo, ¿Estoy enamorado? © Rodrick Heffley

Capítulo 7

Narra Rodrick

La noche transcurrió muy rápido, elaboramos el proyecto y en ocasiones nuestras miradas se encontraban y nos observábamos por unos segundos, para después desviar la mirada rápidamente.
Al parecer ella no es como me imaginaba que era; engreída, odiosa y la típica "niña fresa" de la universidad.
Parecía ser muy diferente a lo que solía pensar; es agradable...

─ ¿Segura que no quieres quedarte a cenar? ─dijo mi mamá.

Ella sonrió.

─ Me encantaría, pero ya es algo tarde y no quiero que mis padres se preocupen ─habló (tn).

─ Está bien cariño, pero eres bienvenida aquí, esta también es tu casa

Dijo mi madre dedicándole una sonrisa, la cual ella correspondió.
Emití un "Hmm" para hacerme notar y respondí a su comentario.

─ Si bueno, te veo mañana en la uni

Solo me miró y afirmó con su cabeza mientras una pequeña sonrisa se formaba en su rostro.

─ No llegues tarde Rodrick, esto es importante ─asentí levemente─ bien, hasta luego señora Susan, gracias por permitirme trabajar en su casa

─ No agradezcas, para mí es un gusto que vengas y convivas con mi hijo

Ambas como resultado, se dedicaron una sonrisa y finalmente se marchó directo a su casa.
Al cerrar la puerta me dedicó una mirada de desaprobación.

─ ¿Por qué me miras así? ─le dije a mi madre.

─ Que feos modales Rodrick, prácticamente la corriste de la casa
Caminó hacia la sala y se sentó en el sofá, por lo tanto yo la seguí.

─ No la corrí, ella dijo que sus padres se preocuparían por ella y no quería que se sintiera obligada a quedarse a cenar con nosotros, eso es todo

─ Si, pero hay modos de hablar las cosas hijo

─ Bueno, lo siento ¿sí? ─me miró.

─ Se ve que es una buena niña, espero que no la trates mal

Si ajá, "buena niña" tal vez lo sea, pero en ocasiones específicas. Cuando suele convenirle.

─ Realmente no lo sé, y no es como que me importe ─bufé─ iré a mi cuarto, estoy cansado

─ ¿No cenarás?

─ No ─subí las escaleras─ buenas noches

Cerré mi puerta para después tumbarme en mi cama con las manos en mi estómago, miré el techo y me tomó unos minutos para empezar a pestañear.
Y el sueño finalmente terminó venciéndome.

_

Miércoles. 6:00 a.m

Me encontraba dándome una ducha profunda, en mi cabeza el tiempo transcurría lento, solo sentía como el agua golpeaba mi cara.
Entré en un momento de relajación.
Moví mi cabeza en forma de que mi cuello tronara un poco y salí de ése modo que me quitó un gran peso de estrés.

Salí del baño y me vestí. Algo básico pero con estilo, unos simples jeans, camiseta negra con estampado, converse negros y no podía faltar una cadena en mis pantalones.
Me miré en el espejo y me peiné, con peinarme me refiero a que agité mi cabeza para luego pasar mi mano sobre el.

Bajé a la cocina y estaba mi madre haciendo el desayuno y mi padre sentado leyendo el periódico mientras le daba un sorbo a su café.
Di los buenos días y coloqué dos panes en el tostador.

─ ¿Quieres café? ─la miré.

─ Creo que hoy tomaré refresco ─abrí el refrigerador.

─ ¿Refresco en la mañana? Te va a caer pesado

─ El café igual

Cerré el refri y fui a tomar un vaso para servirme la bebida. Los panes botaron y los coloqué en un plato.
Finalmente me senté en el comedor.

─ ¿Y eso que nos acompañas a desayunar? ─dijo mi padre bajando el periódico.

Solo alcé los hombros y le dije que aún me sobraba tiempo para irme a la escuela.

Desayunamos los tres juntos y así transcurrieron los 20 minutos que tenía para salir de casa.
Iba a subirme a la furgoneta hasta que veo a (tn) saliendo de su casa y caminando por la banqueta.
¿No se irá en su coche?
Le grité y ella inmediatamente me miró.

─ ¿Un aventón?

Caminó hacia mi y asintió con la cabeza.

─ Espero y no sea de mucha molestia

─ Pues... ─hice una mueca.

Miré al suelo y sonreí para después subir mi mirada hacia su rostro.

─ Es broma, sube ─negó con la cabeza y sonrió.

Pensándolo bien, creo que su forma de vestir ya no me está disgustando tanto. Ése outfit acentuaba bien con su figura.

Pero como no quería perder la costumbre, hice uno de mis típicos comentarios.

─ Tu outfit cada día me hace sentirme más agradecido de ser hombre

─ ¿Es en serio Heffley? ─me miró molesta.

─ Muy básico y aniñado ─la miré arrugando mi nariz.

Ella solo giró sus ojos y se cruzó de hombros. No pude evitar reír para después añadir un comentario.

─ Pero hay una excepción, creo que de toda la universidad... eres a la única que le luce bien

Me miró alzando una ceja.
Como respuesta a su gesto, sonreí levemente apretando mis labios.
Vamos, solo fue un cumplido, ¿queda claro?

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Estacioné la furgoneta una calle antes y ella se bajó acomodando su falda.
Se colocó su mochila y soltó su cabello.
Pude persivir un olor a vainilla cuando agitó su cabello. Muy dulce, pero no llega al límite de ser desagradable.

─ Esto no pasó, ¿ok?

Dijo verificando la zona para ver que no hubiese nadie observando.
Al asegurarse, me miró.

─ Literalmente si pasó ─reí─ pero no es como que me importara andar por ahí divulgando que te traje a la escuela, así que no te preocupes

Como respuesta me sonrió y se fue caminando a la universidad. Cuando se acercó a ella sus amigas llegaron y caminaron juntas hacia la entrada.
Encendí la furgoneta y me adentré al estacionamiento.
Me bajé y pasé mi mochila al hombro. Cerré la puerta y a lo lejos vi a Freddy corriendo en dirección a mí.
Por el otro lado venían los demás integrantes de la banda.
Caminamos a la entrada mientras reíamos por los chistes de Freddy, cuando llegamos al pasillo nos detuvimos frente al salón en el cual tenía la primer clase. A unos cuantos metros vi a (tn) recargada en los lockers junto a sus amigas. Al parecer notó que la observé y me miró disimuladamente, e igual yo imité su misma acción. Una pequeña sonrisa se formaba en nuestros labios, que terminó siendo interrumpida por el sonido del timbre. Desviamos nuestras miradas rápidamente y nos despedimos de nuestro respectivo grupo de amigos. Cuando iba a entrar me detuve en la puerta y giré hacia el salón en el que ella entraría, y para mi sorpresa se encontraba observándome desde la puerta, solo giré mi cabeza para dejar de mirarla, y segundos después entré al salón.