Nuestra Historia de Amor | Capítulo V

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De alguna manera, Furihata termina rentando una habitación en el departamento de lujo en donde Akashi vive mientras estudia en la universidad de Tokio, la misma universidad que él.


Sin embargo, no es dinero el que paga su estadía en este lugar, porque incluso si vendiera cada órgano de su cuerpo no sería suficiente, sólo saber que su habitación era más grande que el primer piso de la casa de sus padres, ya es bastante aterrador.


Pero esto fue conveniente para él, teniendo la universidad a cinco minutos en tren o quince si quería caminar un poco. Además, quería un poco de libertad, amaba a sus padres, pero... tarde o temprano, tendría que irse como Kouta, así que si lo veía de una manera más subjetiva, este era como el modo tutorial de un videojuego.


Uno que tenía una dificultad muy alta.


Así que sí.


Furihata ve la sopa de tofu servida en la mesa, junto al guisado que quiso probar por una receta de YouTube, no muy picoso, sin algas y con la cantidad justa de sal para ser del agrado de las papilas gustativas del joven y caprichoso heredero con el que vivía.


—No te ofendas, pero Kuroko me comentó que estás buscando un lugar para vivir cerca de la universidad.


Son las ocho en punto, Akashi debería bajar pronto para cenar, luego, volverá a su habitación para seguir trabajando en ese importante proyecto que debe presentar a su padre la semana que viene.


Furihata se quita el delantal, ve con orgullo la sala de estar completamente reluciente, sin ninguna mota de polvo, la suciedad es su enemiga número uno en este lugar, así como el desorden.


—Podrías vivir conmigo.


Los pasos ligeros que Furihata escucha, lo hacen sonreír un poco, ha aprendido algunas cosas desde que vive con Akashi.


En primer lugar, Akashi es un hombre puntual y exacto. Si dice que hará algo, él lo hará, si dice que llegará a las nueve en punto, entonces llegará a las nueve en punto, si dice que dormirá dos horas, de algún modo, solo dormirá dos horas, no necesita de ninguna alarma o que Furihata lo despierte.


Entonces, si dice que bajara a comer a las ocho con diez minutos, él bajara a comer a las ocho con diez minutos y aprecia que la comida ya esté servida y lista para ingerir.


En segundo lugar, aunque Akashi es un señorito, en toda la palabra, no quiere decir que sea un inútil, pero no está acostumbrado a las pequeñas cosas que antes estaban allí y que no notaba ni apreciaba lo suficiente cuando estaba en casa y tenía sirvientes.


Por ejemplo, él podría encender la cafetera y prepararse un café para las largas noches en desvelo, sin embargo, se olvidará completamente de lavar la taza que dejó en el fregadero y poco a poco, día a día se acumularían, no solo las tazas, los vasos y los platos donde comió.


Akashi también sabe usar una aspiradora, pero en las ocasiones como esta en donde la mayoría del tiempo está en su estudio o en su habitación perfeccionando su trabajo, no tendrá tiempo para remover el polvo de la alfombra o de las cortinas.


Akashi sabía usar la lavadora y la secadora, pero no conocía la ley universal de separar la ropa blanca y la de color, entonces, inevitablemente un día él terminó con calzoncillos y camisas que antes eran blancos, ahora eran de color rosa.


Furihata se rió de ello, por mucho tiempo.


En tercer lugar, aprende que Akashi Seijuro es alguien perfectamente imperfecto.


—No necesito que pagues el alquiler, Furihata-kun, realmente espero que no te ofendan mis palabras, pero solo necesito que te encargues de mantener limpio y en orden el lugar.


Por supuesto que Furihata no se ofendió, solo se rio por notar el leve nerviosismo y preocupación que Akashi le mostró, pensando que sus motivos lo ofendieron.


Tampoco pregunto porque Akashi simplemente no contrato a alguien en primer lugar, eso sería demasiado estúpido como lo sería si rechazo la oferta, ¿limpiar y mantener el orden? Eso fue fácil y algo que podía hacer.


—La comida está lista, Akashi.


—Sí, gracias Furihata.


Aunque en ningún momento se habló de cocinar, Furihata simplemente no podía cocinar para él solo mientras Akashi solo miraba, no literalmente, es decir Akashi estaba en su estudio, así que no se daría cuenta del omurice que Furihata cocino para cenar o del miso, arroz y pescado frito que desayuno.


—Buen provecho.


Porque de todas maneras, Akashi podía tener comida más deliciosa y cara.


Excepto que, Akashi solo comió comida procesada.


Y eso era algo que la "madre" interior de Furihata no podía permitir.


Cocinar para él y exigirle que bajara a comer, no tiene idea de donde saco el valor para hacerlo, sin embargo, lo hizo.


— ¡Delicioso, como siempre!


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No Olvidaré... |AkaFuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora