Dripping Glitter

Control.

Todas las historias tienen un comienzo, incluso aquellas que aparentan ser más que nada irrelevantes, para todo el resto del mundo dirás, pero no para aquel que vive esta historia. Ultimamente esta de moda el término "despertar sexual" muchas personas usan este término para referirse al momento de su infancia donde se dan cuenta "ah...esto es lo que me gusta", en muchas ocasiones las circunstancias sociales provocan que muchas personas nieguen la realidad de este despertar, hay ciertas cosas que a la gente en general prefieren fingir que no les gustan, porque son inmorales, porque van contra sus credos religiosos o simplemente, porque ellos mismo son incapaces de aceptar que si, ellos también desean vivir esa experiencia.

Taeyong tuvo un despertar sexual a temprana edad, nunca destacó del todo porque era bastante perezoso a la hora de tomar cuidado en si mismo, tenía una personalidad algo retorcida al tener a su madre y hermana mayor como figuras de poder, por lo que contrario a sus compañeros de clase, Taeyong no tenía problemas interactuando con las niñas de su clase, al contrario, estas podían ver más allá de su aparente personalidad traviesa y veían su atractivo, siendo común que lo escogieran para todo, que lo siguieran y le dieran cosas, pero parecían tener una regla implícita de no acapararlo individualmente, Taeyong era de todas. Tanto así que cuando la época de los 12 años cuando ya no querían jugar con sus muñecas y solo pensaban en crecer y tener esposos como los de la televisión, muchas usaron a Taeyong como primer beso. Este solo se sentaba con los ojos cerrados detrás del gimnasio y las chicas juguetonamente lo besaban, aquello ocurrió varias veces, tanto así que los demás niños de la clase empezaron a ignorar a Taeyong, rápidamente lo dejaban de lado, en las clases de educación física era especialmente evidente, no podía jugar en el equipo de nadie y terminaba en volleyball con las chicas cuando el profesor no tenia interés en obligar a los demás, toda la relación entre compañeros era nula, para los niños de su edad taeyong no existía.

A los 13 cambió de escuela y trató con toda su fuerza no juntarse con niñas y tener amigos, pero salió peor, lo usaban, le pedían cosas, dinero y lo obligaban a tareas que el no quería, incluso debía ser parte de los juegos de abuso de poder que estos tenían, si sus compañeros le pegaban a alguien, el debía callar, eran sus amigos, debía protegerlos. Rápidamente las niñas se acercaban a él, pero las ignoraba vehementemente, no podía volver atrás...estaba atrapado, entre amigos que eran falsos y miedo a ser usado por las niñas de su clase.

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-Por favor, te comprare lo que desees- Taeyong miraba a la mujer que le rogaba, aun confundido. Algún tiempo había pasado y solo se había hundido en la rutina sin más esperanzas que esperar graduarse de ese infierno, pero un día al salir de clases una mujer mayor lo siguió pidiéndole el teléfono de su madre, preguntándole cosas como si le gustaría ser famoso, Taeyong la ignoraba pero esta insistía, hasta le ofrecía comprarle algo

-...pan- respondió tímido pensando que tenia hambre

-PAN!- exclamó emocionada la mujer

Taeyong se quedo sentado cerca del carrito comiendo su pan, mientras la mujer le tomaba fotos con su celular y anotaba algunas cosas

-eres perfecto, estoy segura- Taeyong asintió- conoces las tres grandes?-

-...-Taeyong lo pensó, se refería a las televisoras?- si- dijo tras un rato

-soy parte del equipo de casting de una de ellas, se que eres perfecto...incluso si lo tuyo no es el canto, podrías ser actor...mhhh si creces más quizás modelo, solo preséntate a la audición- Taeyong asintió

-entonces...-murmuro- sí voy a la audición...dejaré el colegio?- la mujer le vio asombrada

-no necesariamente, pero si te acomoda, puedes estudiar en la empresa y solo presentar los exámenes para terminar la escuela- Taeyong asintió