Ushijima aún reflexionaba sobre los sucesos del año anterior en busca de alguna falla de su parte.
¿Qué había causado que Shirabu dejara de hablarle?
Según le habían dicho Semi y Tendou apenas llegaron a Tokio, había muchas cosas que estaba pasando por alto, tanto con respecto a Shirabu como con respecto a sus propios sentimientos.
Era previsible tal incompetencia de su parte, pues si bien tenía un buen dominio de los asuntos deportivos, en el plano de los sentimientos podía pecar de ingenuidad. A su pesar, no procesaba las situaciones de la misma forma que los demás.
Decidió continuar recapitulando para dar con el motivo.
En principio, retrocedió hasta su segundo año en Shiratorizawa. Allí comenzó todo: nuevos jugadores que querían ser parte del equipo se presentaron en el gimnasio.
—Ya llegaron los de primero —le indicó Reon.
Ambos se encontraban en los vestidores, terminando de alistarse.
—¿Cuántos son? —preguntó él.
—Unos seis. Estuvieron calentando un rato; dos de ellos se ven prometedores.
Ushijima asintió en comprensión y se apuró en dirigirse al gimnasio, para verlos con sus propios ojos. Se presentó y les preguntó en qué posición jugaban.
Cuatro de ellos le dijeron que eran rematadores laterales. Uno de ellos indicó que era bloqueador central. Y luego llegaron al último jugador:
—Me llamo Shirabu Kenjirou y juego en posición de setter.
Bien.
Por fin tendrían a un setter sustituto.
Ushijima formó equipos y dio por iniciado el entrenamiento. Él se mantuvo a un lado, mirándolos jugar. Quedó bastante satisfecho con el rendimiento mostrado y no le fue difícil identificar a los dos chicos a los que Reon se habría referido.
Taichi y Shirabu.
Uno bloqueaba bien y el otro elevaba la pelota de manera acertada.
—No sé mucho sobre Taichi, pero sí sé que Shirabu fue de los pocos que ingresó a la preparatoria por examen de ingreso. Es todo un cerebrito, ¿quién lo diría? —le comentó Reon.
Era el tipo de jugador que Ushijima necesitaba en ese momento: alguien que no tuviera problema en enfocarse en el vóley sin descuidar sus estudios.
Shirabu Kenjirou.
Mantuvo ese nombre en su mente.
—Ushijima-san, ¿puedo quedarme a entrenar con usted? —le preguntó Shirabu después de la práctica.
Aquella pregunta lo tomó por sorpresa.
Estaba acostumbrado a que los de primer año no se atrevieran a dirigirle la palabra al creerlo inaccesible. Lo vio tan firme en su pregunta que no dudó en acceder a entrenar con él.
Ambos se quedaron practicando hasta que el conserje les indicó que era hora de irse. No fue la única oportunidad en la que entrenaron juntos. De alguna manera, aquello se convirtió en un hábito, uno que Ushijima aprovechó al máximo, ya que no siempre obtenía la oportunidad de quedarse entrenando con alguno de sus compañeros. Según Semi y Tendou, era muy difícil poder seguirle el ritmo.
Las semanas pasaron y con ello, el equipo no tardó en sincronizarse. Estaban en la cima. Lo único que faltaba era el adicionamiento de Oikawa; sin embargo, aquello no fue posible. El entrenador le informó que Oikawa había rechazado la invitación formal que le extendieron para que se transfiriera a Shiratorizawa. Era decisivo: se quedaría en Aoba Johsai.
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Resignación [UshiShira]
FanfictionCuando eres el setter de una figura prestigiosa, es inevitable que las inseguridades surjan. "Nunca seré el setter que Ushijima-san merece; nunca estaré al mismo nivel que Oikawa Tooru", pensó Shirabu entre la aflicción y la resignación. Sin embargo...