Tengo Ganas De Ti (HOT) •HS & LT• SIN EDITAR

Capítulo 35: Errores

Narra Sophia

Esto se me esta saliendo de las manos; en un principio pensé que podría esperar una vida para estar al lado del hombre que quiero, pero con Harry siento que no puedo esperar ni un segundo más para vivir nuestro amor. "Nuestro" porque a mí Harry me ama ¿cierto?

La espera me esta cansando. Los días pasan y no veo que las cosas cambien. Yo confío ciegamente en él, pero sus acciones me estan haciendo dudar y yo no quiero dudar de él. Me estoy volviendo loca, ya ni yo misma me reconozco.

— ¡Sophia! — llamó Valeria haciéndome salir de mis pensamientos. — ¿me estas escuchando? — preguntó, esta ves acaparando toda mi atención. 

— Sí. — mentí.

Ella alzó ambas cejas y me miró frunciendo sus boca.

—- Que raro, porque llevo diciendo cosas y no obtengo ninguna respuesta tuya. — dramatizó ella.

Me quedé observando a la castaña. Ella era muy bonita pero la verdad es que no se parecía en nada a Harry, ni en el físico, ni en la personalidad. Valeria era una chica muy alegre; a todo le encontraba una salida. No era una chica ambiciosa, a pesar de que su familia tenía mucho dinero. En cambio Harry era un ambicioso, que no le gustaba ser contradecido por nadie. Harry tiene un carácter fuerte y sólo tiene dos debilidades; dinero y mujeres.

— ¡Sophia! Otra ves lo estas haciendo. No me estas escuchando nada de lo que te digo.  — ella se acomodó en el sofá,  cruzos su brazos y miró hacia en frente.

— Lo siento, de verdad lo siento. Es que ando un poco distraída.

— Ya me he dado cuenta de eso. — contestó ella sin mirarme.

— ¿Qué me decías? — pregunté. — prometo poner atención esta ves.

Ella me miró de reojo, suavizó su rostro y se volvió a girar hacia donde mi.

— Lo mio puede esperar. A hora lo que quiero saber es la razón por la cual estás tan triste.

La miré sorprendida, ¿Cómo se había dado cuenta que estaba triste?

— Sí, sé que en este preciso momento te debes de estar preguntando ¿cómo te haz dado cuenta? pero te informo que por algo soy tu mejor amiga. — finalizó alzando su ceja.

— Valeria de verdad que me encantaría decirte, pero es que no puedo. — admití con mis ojos cristalizados.

Ells puso una mano sobre la mía y me miró directo a los ojos.

— ¿Ya no confías en mi? — preguntó con un leve dolor en sus ojos.

Suspiré frustrada. — No es eso, es sólo que siento tanta verguenza por lo que hice que no podría decirte esto que llevo guardando desde hace tiempo.

— Sophia, yo no te voy a juzgar; no soy quien para hacerlo, pero quiero que sepas que puedes contarme lo que sea. Soy tu mejor amiga.

— ¡No puedo! — me levanté del sofá exaltada.

— Yo sé lo que te tiene así. — susuró ella.

Me volteé para observarla, sus ojos azules hacían contacto con los míos.

— Yo los vi, los vi aquella noche que te quedaste en mi casa. Yo vi teniendo sexo en la cocina. — confesó ella sin parpadiar.

Abrí mis ojos cómo platos ante la confesión. — ¿De qué estás hablando? — pregunté cómo si no lo supiera, en el fondo tenía la esperanza de que no fuera lo que me imaginaba.