Día 5: Reconciliación

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Un Ángel en el Limbo.

Charlie estaba muy angustiada, desde hace dos meses que ya que no tenían noticias de él. Parecía que se lo hubiese tragado la tierra.

Todas las noches lloraba por su primer paciente mientras Vaggie hacía lo posible por consolarla. Ninguna se atrevía a hablar directamente con el Demonio Radio al respecto; Charlie respetaba su intimidad, mientras que la latina se limitaba a mirarlo de lejos con desaprobación y rabia.

Por su parte, Cherry estaba hecha un desastre, salía todos los días a buscarlo sin éxito y destruyendo distintos lugares de los círculos infernales en el proceso. Se estaba desesperando, cada pista que obtenía la dirigía a un callejón sin salida. Ya había atacado los estudios Pornográficos más de seis veces la semana pasada, pensando que quizás Valentino podría haber manipulado a Angel para que volviera a sus dominios; después del quiebre con Alastor no sería extraño que buscara evadirse en sus adicciones. Sorprendentemente no fue el caso, de hecho tras haber recorrido cada club, antros y clandestinos donde abundaban los narcotraficantes pudo corroborar que el ex actor porno había desaparecido de todos esos círculos.

Alastor no se daba por aludido con la situación, aunque cada vez se le veía menos por el Hotel ya que pasaba la mayor parte de su tiempo junto a su amiga Rosie. Estaba agradecido de volver a encontrarla en el infierno, fue una valiosa compañera de crímenes y ahora en el infierno es su mayor pilar y confidente.

Sólo ella podía ver el verdadero estado del Demonio Radio.

El ciervo había adquirido una apariencia completamente diferente, más acorde a sus reales sentimientos: El vibrante color rojo que predominaba en su aspecto físico e indumentaria había sido reemplazado por el color azul, pero lo más perturbador fue el cambio de esa sonrisa tétrica en una expresión de tristeza abrumadora. Para Rosie resultaba inquietante verlo de este modo, pero le permitía deambular con libertad en su mansión; a Alastor cada vez le resultaba más difícil mantener su forma original y era peligroso que otros demonios descubrieran el estado de vulnerabilidad en que se encontraba.

Pero lo más espantoso era oír sus alaridos.

Afortunadamente, estaban en el círculo de los caníbales y aquellos gritos se camuflaban con los de las víctimas del lugar.

Después de desahogarse, Alastor cambió a su apariencia habitual y volvió al hotel, donde lo esperaba nada menos que Lucifer; el rey del inframundo había acudido después de un mes de mensajes insistentes de parte de su hija, pidiéndole ayuda para encontrar el paradero de aquel ex actor porno. No tenía interés en verse envuelto en esa situación, había sido un gran escándalo y ni hablar de la masacre posterior a manos del Demonio de la Radio, quien se encargó de aniquilar a tres cuartas partes del Infierno después de la desaparición de Angel Dust.

Lo que lo llevó a intervenir tampoco fue su amistad con Alastor. Su presencia se debía única y exclusivamente a que un par de almas pecadoras se habían infiltrado en el limbo y los arcángeles estaban hostigándolo desde temprano.

Lucifer levantó su vista con un semblante serio y se acercó a él, extendiéndole su mano resplandeciente.

-"Demonio Radio, ven conmigo. Te llevaré dónde está Angel Dust"

Muy lejos, donde el primer círculo infernal se unía al Purgatorio estaba el demonio araña junto a Fat Nuggets, el cual había recobrado su adorable apariencia y dormía tranquilo entre sus brazos. Ese sitio era un bosque espectral donde moraban las almas de los suicidas, los bebés abortados, los comatosos y todo aquel mortal que no ha asimilado su muerte; era el sitio dónde el albino se manifestó luego de su sobredosis y también donde encontró a su mascota.

Semana Radiodust 2020 - Edición Hispanohablantes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora