One-shots Y Más (Spainrp & Infamesrp)

🦋 Mariposas 🦋

–¡Gustabo!

Gustabo se giro antes de que el chico con cresta se arrojará a sus brazos uniendolos en un abrazo.

–Horacio, ¿que pasa?

–Nada, solo quise abrazarte–admitió separándose.

Los ojos del rubio se llenaron de lágrimas, al darse cuenta parpadeo varias veces confundido.

–Siento como si no te hubiera visto en mucho tiempo, es extraño ¿no? Siempre estamos juntos

–Siempre juntos, Gustabo–afirmó entrelazando su mano con la de su hermano

–¡Eh, nenazas, moved el culo!

Ambos voltearon encontrándose con Conway, al verlo se rieron entre dientes al notar que no traía sus lentes de sol lo que ocasionó que sacara la porra levantandola dispuesto a pegarles.

–¡Con la porra no!–grito dramáticamente Horacio.

Gustabo y Horacio corrieron pero fueron alcanzados por Conway, el cual no les pego una vez los atrapó.

Paso su antebrazo por los hombros de Gustabo, este lo miró con el ceño fruncido pero no dijo nada.

Noto que Conway lo miraba de una forma extraña, como si estuviera analizando sus rasgos. Casi podía sentirlo ver atravez de su alma.

–¿Está usted bien, Conway?–preguntó el rubio.

–Nunca he estado mejor, Gustabin–afirmó sonriendo.

Gustabo se sorprendió al verlo sonreír. Era extraño verlo hacer ese gesto tan humano. Y de alguna forma esa simple sonrisa le quito la angustia que no sabía que tenía.

Horacio llegó a ellos separandolo de Conway y tirando de su brazo.

Gustabo se detuvo y Horacio volteo a verlo con él ceño fruncido.

–¿Que pasa, Gusnabo?–inquirió preocupado.

–Siento que estoy olvidando algo importante–admitió en un murmuro–. Siento... Siento un vacío en el pecho, no recuerdo lo que pasó... Siento que estaba perteneciendo a algo más.

Miró hacia atrás sin poder vislumbrar la luz. Conway lo sacó de sus pensamientos dándole un golpe detrás de la cabeza.

–Anormal, si hubieras olvidado algo te lo hubieramos dicho ya ¿no?

–Vamos, Gustabo. Nos están esperando–lo animo Horacio.

Conway paso otra vez su antebrazo por sus hombros e hizo lo mismo con Horacio.

–Si, vamos.

Vio una última vez hacia atrás, a aquel lugar que no tenía luz. Quiso preguntar dónde estaban pero las voces de unas personas lo hicieron callar al mismo tiempo que varias personas aparecían frente a ellos extendiendo los brazos para recibirlos.

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Michelle dejó el tercer ramo de flores en la última tumba. Bajo la cabeza y la suave brisa de verano le removió la trenza.

–Donde quiera que estén, espero que no estén haciendo el subnormal–dijo con tristeza.

En las lápidas, el nombre de Conway, Gustabo y Horacio yacían grabadas en la piedra fría con su correspondiente ramo de flores.

Al alzar la cabeza, Michelle pudo ver a tres mariposas de diferente color volar entre ellas como si estuvieran jugando.

Sonrió viendo como las mariposas se iban alejando.