One-shots Y Más (Spainrp & Infamesrp)

💗 Triangulo Amoroso 💗 2.5/3

⚠️ Contenido sexual explícito ⚠️

Al abrir los ojos se encontraba acostado en su cama, los tenues rayos de sol se filtraban por la ventana de su habitación indicando que ya era de mañana. Horacio parpadeo un par de veces, estaba bastante confundido, no recordaba cómo había llegado a la cama.

De inmediato, un olor desagradable y nauseabundo atacó su nariz, la cual tapo de inmediato con su antebrazo, empezó a buscar el origen de aquel horrible olor.

Escucho un gruñido debajo de la cama y, con un poco de miedo, se asomo descubriendo a Emilio debajo de esta.

–¿Que cojones, tío? –soltó Horacio enarcando una ceja–. ¿Qué coño haces ahí, Emilio?

–¿Así agradeces, pendejo? Todavía de que te salvó de una hipotermia. Como odio a la pinche gente mal agradecida.

Como si fuera un zombie –aunque no le faltaba mucho para serlo– Emilio se arrastró pecho tierra para salir de debajo de la cama, sin embargo, no se puso de pie cuando logró salir.

–¿Qué pasó?

–Te encontré chillando en el techo, hacia un montón de frío y espere a que bajaras... Pero no lo hiciste. Te quedaste dormido llorando y tuve que bajarte y meterte a la cama. No eres precisamente ligero ¿sabes? Un agradecimiento no estaría de más.

Horacio olfateó el aire cerca de su amigo mexicano y retrocedió al instante al comprobar que era Emilio quien apestaba.

–¡Hueles horrible! ¡¿De qué estás manchado?! –grito histérico apuntando a los pantalones de Emilio, donde se encontraba una gran mancha negra.

–Ayer vomite negro, ¿es eso normal?

–¿Tu que crees?

Se levantó de un brinco para abrir la ventana y dejar escapar el olor. Decidido a que no quería a un muerto en su habitación, tomó a Emilio en brazos y lo llevó al baño.

Lo dejó en el suelo de la ducha y le quitó la ropa para posteriormente abrir el grifo del agua dejando que ésta cayera sobre Emilio, quien empezó a retorcerse al tener contacto con el agua.

Horacio no era un experto en el ámbito de la salud, pero tenía suficiente conocimiento del cuerpo humano para saber que vomitar de color negro no era una buena señal. Debía limpiar a Emilio antes de llevarlo a la sala de urgencias.

Salió del baño aturdido con el olor de su amigo mexicano pero este desapareció una vez estuvo en el pasillo. Un nuevo aroma invadió su nariz: el olor a café recién hecho revoloteaba en el aire.

Un tanto nervioso saber quien estaba en su casa, se dirigió a la cocina. Apenas se asomó, su corazón empezó a latir con fuerza al reconocer una inconfundible melena rubia.

–Gustabo.

El mencionado volteó al escuchar su nombre, una sonrisa se dibujó en su rostro mientras llevaba una taza de café a sus labios.

–¿Que pasa, puerco? Veo que te divertiste anoche con Emilio –comentó Gustabo con voz alegre–. Me pillaste con la mentira, ayer no estaba con Emilio. Me fui de copas con unos colegas y no quería que te preocuparas.