Extra

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Intento de lemmon.

El tiempo había pasado con mucha rapidez, ahora ya no eran los infantiles muchachos que estudiaban la preparatoria, no señor

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El tiempo había pasado con mucha rapidez, ahora ya no eran los infantiles muchachos que estudiaban la preparatoria, no señor. Ahora eran chicos a punto de terminar sus estudios y empezar su vida adulta.

BeomGyu y YeonJun seguían viviendo juntos, aunque Kai ya no estaba con ellos. Ahora el menor del grupo de amigos rentabá una pequeña casa junto a TaeHyun.

No lo iban a negar, el estudiar los mantenía muy ocupados, pero siempre que podían disfrutaban todo lo posible de la compañía del otro.  

Ese día especialmente Kai se encontraba con unas tremendas ganas de llegar a casa y pasar todo el tiempo posible con su hermoso novio.

Con velocidad entro a la casa, encontrándose a un pequeño TaeHyun dormido abrazando con fuerza a el peluche de pan gigante que los chicos le habían regalado.

Intentando no hacer ruido se recostó a un lado de el, aunque esto no funciono ya que el pequeño chico de ahora pelo rubio despertó con rapidez.

- Hola Kai~-  canturreo el chico adormilado.

- Cariño, - susurro el menor - eres tan lindo~.

El rubio fruncio el ceño mientras torcia los labios, aunque aún con este gesto Kai no pudo dejar de pensar en lo lindo que se veía el omega.

- ¿Cómo te fue hoy? - pregunto TaeHyun a su novio, mientras este bajaba sus cosas a el suelo y se sacaba el incomodo saco del uniforme.

- Bien, - contesto el chico - al parecer el profesor JaeBum estaba de buen humor, por que no nos dejo nada de tarea.

Kai se sentó en la cama, a un lado de su lindo novio antes de dejar un beso en su pequeña mejilla.

- Bueno, eso significa que podemos hacer algo juntos. - mencionó Tae.

- Quiero pasar todo el día contigo. -  contesto el alfa.

TaeHyun enternecido tomo lugar sobre el regazo de su novio para poder abrazarlo con fuerza, acción que hizo a el menor enrojecer; hacia tanto que no les daba tiempo de nada.

Completamente decidido, el omega estrello sus labios con los de el pelinegro, moviendolos de manera lenta, aunque notablemente ansiosa.

Kai estaba feliz, había extrañado el pasar la tarde tranquilo con el omega; durante la semana apenas y les había dado tiempo de darse un par de besos cortos durante el día. El chico se asombro cuando el rubio profundizó mucho más el beso, meneando ligeramente sus caderas y haciéndolo gemir.

El hecho de que nunca tuvieron intimidad de una manera directa (por que claramente en repetidas ocasiones las cosas se les habían salido un poco de las manos), hacia que el menor se pusiera nervioso. Acaso esta vez, ¿Volvería a pasar lo mismo de siempre?

Lindo Alfa {omegaverse} [Tyunning]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora