Cambios

733 65 65
                                    

Fue en ese momento donde ambos se habían dado cuenta... de que la habían cagado. No obstante, por más difícil que fuese debido a la ansiedad de la situación que le picaba en sus sistemas, Krel intentaba mantener su cabeza fría de arrepentimientos viejos.

"Tienes que pensar con rapidez"

Y lo intentaba, pero la inquietud que era tener la información mezclándose en su mente una tras otra sin dar reparo a una solución era uno de sus mayores problemas, sobre todo si tenía que mantenerse concentrado en guiar el deslizador para cuidar que ni él ni su acompañante salgan dañados de aquella repentina persecución contra una criatura mágica que había sido borrada del presente hace miles de años y épocas.

"Véncela con algo nuevo, como lo hiciste con el viejo mago loco"

Sí, debía hacer eso, pero era un plan tan poco concreto que se podría comparar con una escalera con peldaños con diferencia de tres metros cada uno, exacto, imposible de subir, imposible de alcanzar el resultado a base de una idea tan global como la que su mente proyectaba una y otra vez. Recordó de nuevo en cómo había vencido a Merlín, había sido por poco, pero había sido gracias a sus tácticas, usando movimientos bruscos y repentinos para colmar los reflejos de un hombre de más de novecientos años; podría usar esa misma trampa con la criatura, con la única diferencia de que no intentaría llevar a los extremos su rapidez, sino, algún otro punto débil que el propio animal no tuviera desarrollado.

Entonces inició a recordar todo lo que Douxie le había contado sobre la Cuyancúa. Desde los detalles de su movimiento, hasta como era su forma física, sus habilidades, debilidades e incluso otros detalles como los del arroyo que en ese momento no le servían de nada hasta que...

"Atacan cuando están tranquilas, no pueden permanecer debajo por mucho tiempo, debajo de donde se ocultan nace siempre un arroyo"

-Entonces perdámosla donde no pueda permanecer mucho tiempo- Susurró para sí mismo, para luego dirigir su vehículo hacía la izquierda y detenerse abruptamente unos metros más, su concentración se desvaneció cuando notó que el joven aprendiz había caído de cara hacía el suelo por el frenazo.

-¡Oye!, ¿qué planeas hacer?, ¿te das cuenta de que esa cosa nos sigue?

No respondió, hasta cierto grado le daba vergüenza su propia idea a base de fundamentos a medias hechos por análisis superficiales de información casi inservible; no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo y la sola idea de expresar a aire libre el plan le causaba incomodidad, prefería lanzarse a hacerlo y jugarse al dado si atinaba o no a dejar que alguien le ayudara a concientizar sobre si era correcto.

Y al darse cuenta de lo que estaba pensando casi hiperventila, jamás había sido tan precipitado, siempre había sido dueño de los datos suficientes como para realizar planes rebuscados que tuvieran un porcentaje casi mínimo de fallar, pero claro, ahora se encontraba bajo presión, aparte que tenía que aprender a pensar rápido; sin cálculos, hipótesis, tiempos de prueba, experimentos... tenía que iniciar a ser consciente sobre lo que implicaba iniciar a pelear y a usar las oportunidades para posibilidades casi impensables.

-Lo pienso demasiado. - murmuró, miró el ceño fruncido del mago y apretó sus labios, escuchando que entre el cúmulo de árboles la Cuyancúa los buscaba. -Sólo, quiero intentar algo...- simplificó- necesito que encuentres a Merlín y a Tobías mientras tanto- inició a pedir mientras sacaba su serrador y apuntaba hacía el suelo, cinco tiros y puños de tierra danzando junto al polvo en el aire, para finalmente acabar en un círculo perfecto en el suelo con una profundidad comparada más o menos a dos metros -distraeré a la Cuyancúa mientras tanto y haré lo que pueda tu solo... confía en mi.- finalizó, dando otros seis tiros al agujero para profundizarlo más.

·ᴄᴏᴍᴘᴀᴛɪʙʟᴇs·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora