Un mago y un Alien

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Krel golpeó contra el pavimento tras haber tropezado del tejado de un establecimiento de comida rápida, considerablemente pequeño, eso, sumado al hecho de que estaba en su forma original contrarrestaron el dolor de su caída; gracias al cielo. Su mejilla raspó en la acera una vez el impacto se hubo dado; suspiró cansado y fastidiado, sin embargo, no podía quejarse él lo había pedido y ahí lo tenía, justo después de reclamarle sobre su manera de enseñar, Merlín le llevo lejos de la tienda, empezando a atacarle y enseñarle cosas al azar mientras corría de sus hechizos y golpes. 

"¿No querías que te enseñara?"

—¿Por qué me atacó de esa manera?— Cuestionó de la manera más tranquila que pudo, con toque de ironía en su voz, la cual era indispensable en su persona. Sobando levemente su mejilla se levanto del suelo encarando al mayor.

—¿Eso le preguntarás a tus enemigos cuando te apuñalen por la espalda?—Fue su respuesta tras dar un golpe con su vara en el suelo, bufó, el viejo tenía un buen punto—Debes de estar concentrado en tu derredor, no solo en lo que haces sino también en lo que lo demás hacen— Comenzó enseñando mientras caminaba alrededor de él, siempre sosteniendo con firmeza su cetro y paseando con elegancia y lentitud, tan regio como un soldado en batalla y atento como tal —Intenta atacarme.

El akiridiano abrió sus ojos en sorpresa al escuchar aquello, retrocedió un paso y levanto una ceja en duda, sus labios se apretaron cuestionando la orden mentalmente y una línea delgada se formo sobre ellos; tomó con duda su arma y la transformo en lo más común que pudo: una espada.

—¿Para que?—Preguntó levemente aún sin estar seguro sobre si hacerlo realmente, no preocupado sobre si lastimar al mago, si no más preocupado por la tetra detrás de la petición.

—Tu solo hazlo, te mostrará un punto.

Sus ojos se entrecerraron en desconfianza, sabía claramente que el hombre mayor tenía algo preparado para cuando se abalanza hacia su lugar. Sin embargo, no dejaría que se riera tan fácil de él; no era bueno para la lucha directa, era cierto, pero tenía astucia, rapidez e inteligencia para demostrarle que valía la pena enseñarle y que no tenía porque subestimarlo.

Con ambas manos apretó el mango de la espada, se posicionó de la manera en la que ya conocía y con sus ojos examinó la pose del otro, estaba tranquilo, recto de espalda y brazos unidos por detrás de la misma, una de ellas tomando el cetro, Krel titubeo, Merlín no era tonto: ¿esperaba un ataque directo como era obvio o conocía lo suficiente de él para saber que haría algo un tanto "nuevo" ?, Inhaló, valía la pena intentar y quedar bien ante el mayor o dejar caer todas sus oportunidades de ser tomado en serio. Expiró, una cualidad de Aja que resaltaba inevitablemente era lo irreflexiva que era y como se precipitaba a cualquier peligro, eso era herencia clara de su madre, él podía tener un poco de eso también, a veces.

No lo pensó mucho, avanzó los pasos que lo separaban con rapidez con ademan de atacar con espada al mago, sin embargo, una vez este hubo extendido su vara para atacarle directamente, Krel extendió su deslizador, elevándose levemente del suelo, cuando el ataque fue esquivado por completo, el alíen regreso al suelo, mientras extendía otra vez su espada y atacaba al otro directo con su espada, el cual había alcanzado a defenderse con su cetro, evitando el golpe directo del menor. Quedando sus armas cruzadas en un constante empuje de ambos.

—He admitir que eres lo suficientemente astuto como para saber sobrevivir—Dijo Merlín, con fuerza empujo al menor lejos de él y luego le lanzó un hechizo que a duras penas, Krel puro esquivar —Pero lo piensas demasiado, una vez tu idea se ejecutó ya no tienes otras para la pelea— En un movimiento rápido esquivo el tiro que Krel le había lanzado con su serrador —Tienes que analizar más rápido tus opciones y crear otras más efectivas.

·ᴄᴏᴍᴘᴀᴛɪʙʟᴇs·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora