Amienemigo de entrenamiento

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Cuando a Zoe le dijeron, "vamos a entrenar a quienes", ella definitivamente no se esperaba que Douxie la hiciera pasar por eso... a ella y a los supuestos pupilos a los que iban a entrenar. A veces de verdad reconsideraba sobre lo medio parecidos que eran Casperan y su tutor, quizás demasiado para su soporte y salud mental.

—¡Chico a tu izquierda! — gritó al escuchar al zombi-troll saliendo de un agujero restante entre el cúmulo de rocas, amenazando con atacar al joven azulado que intentaba a duras penas defenderse y escapar. Bueno por lo menos esa pequeña rutina le servía para saber cómo entrenar a uno de los dos chicos que su amigo había traído con ella.

Chasqueó sus dedos y entre la punta de estos, balanceó la bola rosada chispeante de rayos que se mantenían conectados a ella. Apretó sus dientes y con la suficiente concentración dejo caer toda la fuerza del hechizo en el trol maldito. Siendo lo suficientemente fuerte como para dejarlo fuera de lucha; la arena y la tierra saltaron por el terreno permitiéndoles a tientas escabullirse.

—¡Vamos! — soltó jadeando, corriendo junto con el extraterrestre hacia una zona desierta de los vigilantes del lugar que se supone debía de estar sepultado para jamás ser abierto, bajo ninguna posibilidad. Sin embargo, ahí estaban, violando de nuevo una de las reglas de Merlín para usar la vieja mercado-troll como centro de entrenamiento.

—¿No te dijo Hisirdoux donde se supone que están? — Zoe se concentró en el enojo y reprimenda con la que el pobre joven había casi chillado la frase.

"Se ve que es alguien con cabeza, vaya que está enojado, ¿me alío con él y matamos al idiota de Hisirdoux?, es una opción muy viable, de todos modos, no es la primera vez que nos vemos"

—Me dijo algo así sobre un atajo, un hechizo de dirección me permite ubicarme, pero es débil y el desorden que los trols están causando no ayuda— respondió de igual manera, caminando entre un agujero estrecho detrás del menor, intentado enfocar el rastro dorado de la magia de su amigo.

—Bien, creo que no haría daño crear nuestro propio camino— lo escuchó murmurar, entonces se arrepintió de las esperanzas que le habían nacido en el azulado, ¿qué planeaba hacer? —, ¿dónde ves el rastro que dices del hechizo?

—Si planeas una estupidez te juro que...

El chico se volteó, jadeando justo como ella — solo dime, lo más probable es que estés perdiendo el rastro debido a que nos estamos alejando de tu amigo... es como una fuente de energía, mientras más te alejes o más interferencia pongas entre los dos medios, menos señal será recibida. Debemos desviar a los troles y ubicar a Hisirdoux, pero para eso...

—Necesitamos saber a dónde nos guía el hechizo realmente...— finalizó ella, mirando a su alrededor para ubicar el hechizo, analizando la comparación del chico al que conoció pensando que le iba a robar.

—Exacto y no podemos con ellos allá afuera, debemos crear nosotros el atajo.

"Decidido, lo quiero de amigo o me caso, una de dos." Y asintiendo ambos se acomodaron dentro del pasillo en el que se arrastraban. Zoe ubicó el parpadeante rastro amarillo en su costado y miró a su compañero.

Krel no perdió tiempo y señaló con su serrador la formación de rocas un poco desgastada que se cerraba sobre ellos, Zoe le tomó de la muñeca: —Una vez que le dispares a esa cosa esto colapsara sobre nosotros, tenemos que ser rápidos a pasar esta zona hasta un lugar abierto.

Él akiridiano asintió, activo el deslizador debajo de ellos y Zoe se apoyó de su equilibrio y el brazo del otro para mantenerse sobre él, abriendo con fuerza sus ojos y pensando en los muchos artefactos que el alíen tenía.

·ᴄᴏᴍᴘᴀᴛɪʙʟᴇs·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora