La acompañe haga la parada de bus, nos sentamos y nos pusimos a esperar.
Vi que empezó a temblar del frío, me quite la chaqueta y se la coloqué encima de los hombros.– No, te dará frío a ti–se la quita.
–Póntela– digo con tono amenazante.
–No.
– ¿Ah no?– la miro con los ojos entrecerrados.
–Eh... sabes–me pasa la chaqueta–. Póntela. Tengo una idea.
Me la puse siguiendo sus instrucciones y ella se acerca a mi y mete sus brazos dentro de mi chaqueta rodeando mi cintura.
Escuchará como late mi corazón.
Badum- badum- badum.
Cada latido hace que me acuerde de cuanto me gusta.
Toca las puntas de mi cabello.
–Nunca te había dicho. Pero me gusta mucho tu cabello–me mira y nuestros rostros quedan cerca–. Es tan suave y con un color cálido.La rodeo con mis brazos y toco mi nariz con su nariz.
– A mi me gustas tu.
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Y... ¿si nos besamos?
Short StoryAsí era ella, tímida pero a la vez sonriente. Es tan cálida y tan espontánea. Tan sencilla, pero a la vez tan auténtica. Que si tú la conocieras también te enamorarías de ella.