-Los resultados de la resonancia lo dejan bastante claro. -Anunció Wen Qing mientras se sentaba de nuevo a su escritorio, tan tranquila como imponente. Lan Huan contempló a su amiga doctora con una mirada ansiosa-. Estás perfectamente.
El escritor apenas supo como reaccionar a esas palabras que deberían haberle alegrado. Tendría que estar dando botes eufórico porque, hey, el golpe en la cabeza que se había dado el día del que no recordaba absolutamente nada al parecer no había causado daños mayores en su cerebro. Mayores a los que ya hubiera, por supuesto. Concertó esa cita para recibir una respuesta sobre qué en concreto estaba yendo mal dentro de esa dura mollera suya, y sin embargo Wen Qing no parecía tenerla.
Eso iba a ser un verdadero dolor de cabeza, y nunca mejor dicho.
-No me mires así, Lan Huan. -Masculló la doctora mientras fruncía el ceño-. Cualquiera diría que te decepciona estar sano.
-No, no es eso. -Se apresuró a negar-. Me alegro, de verdad. Es tranquilizador.
E inquietante al mismo tiempo, pero fue hábil y eso se lo calló. Por suerte o por desgracia Wen Qing no era una mujer fácil de engañar ni mucho menos. Mirándole inquisitiva, la médica alzó una ceja.
-Repíteme otra vez lo que te pasó el viernes.
Lan Huan suspiró ante esa orden ineludible, contando por segunda vez las conclusiones que había podido sacar de su charla telefónica con Jiang Cheng y el par de mensajes que se intercambió con Meng Yao y Nie MingJue en su grupo de WhatsApp en común (Los Venerables, nombre cuyo motivo todavía se preguntaba) mientras hacía tiempo en la sala de espera del hospital.
-Fui al gimnasio por la mañana y me caí mientras estaba en la cinta de correr.
-Y no recuerdas nada desde ese momento, ¿verdad?
-En realidad... eso no es del todo cierto. -Confesó mientras fijaba la vista en los papeles que Wen Qing sostenía en las manos, su escaso historial medio y la receta de un analgésico que había prometido recetarle si el dolor de cabeza persistía-. No recuerdo nada del viernes. Me acosté el jueves y me desperté el sábado.
-Y no crees que la pérdida de memoria pueda deberse al golpe.
-Tampoco creo que se deba descartar, pero siento que no es el único motivo.
-¿Por qué?
El escritor contuvo las ganas de esbozar una media sonrisa. Cuando la conoció, Wen Qing era muchísimo más brusca. También estaría bien comentar que la conoció en la universidad en plena época de exámenes, y ese no es lo que se dice el mejor momento en la vida de nadie. Aun así, como Jiang Cheng, su personalidad tenía una base directa que siempre estaba presente, daba igual lo amables que tratasen de ser. Sin embargo, podía ver como salir con Luo QingYang le había ayudado un poco a domar ese temperamento feroz suyo a la hora de tratar con sus pacientes. Le resultaba encantador.
-Verás... esto es un poco raro y me da algo de miedo admitirlo, pero no es la primera vez que me pasa.
-¿Cuándo ocurrió por primera vez?
-Este lunes.
-¿Y hubo algún golpe implicado?
-No que yo sepa.
-Así que experimentamos pérdidas de memoria esporádicas. -Recapituló la doctora-. Lunes y viernes. ¿A intervalos de un día entero?
-Así es.
Lan Huan estuvo tentado a hablarle de sus sueños. Por un momento, mientras ella apuntaba lo que le acababa de contar en una libreta cercana, incluso abrió la boca. Desechó la idea en cuanto Wen Qing hizo el amago de alzar la cabeza. Eso y esto no podían estar relacionados, ¿verdad? Los sueños son solo sueños después de todo. Que soñase con lo mismo durante esos dos días perdidos no podía ser más que una curiosa coincidencia.
ESTÁS LEYENDO
Between [XiCheng] [Mo Dao Zu Shi Fanfic]
FanfictionEs de conocimiento común que, tras los trágicos eventos del templo GuanYin, Lan XiChen, líder de Gusu Lan, decidió entrar en reclusión. Es de conocimiento común también que salió de la misma pasado algún tiempo con la intención de retomar sus debere...