Prólogo

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Prólogo

Mansión Kurokawa

—Mientras el señor Kurokawa estaba usando su PC, tomando alcohol, alguien lo golpeó por detrás y lo asesinó. —explicaba el Inspector Megure, hincado al lado del cadáver del fallecido, Kurokawa Daizo, un hombre de 62 años y Director del hospital Kurokawa. —El arma homicida es definitivamente esta estatua de bronce que está a su lado. —continuó mirando uno de los tantos objetos tirados en el suelo al lado del muerto. —Pero hay algo que no logro entender. Aunque esto parece ser un mensaje póstumo, ¿qué significa "JUN"? —dijo mirando la pantalla del computador, en la cual había algo muy raro escrito.

La risa entre dientes de Kogoro llamó la atención de todos, una pequeña risa que lo hacía ver como si conociera todos los secretos del mundo.

—Eso señala al culpable sin lugar a dudas. —respondió Kogoro con gran confianza en sí mismo.

—¡¿Qué dices?! —preguntó exaltado el Inspector.

—Y, es más, ¡el asesino es uno de esos tres! —exclamó el "detective", sorprendiendo a cada uno de los involucrados y emocionando a un pequeño niño que pensaba que por fin estaba siendo útil.

¡Ah! ¡Está muy astuto el día de hoy! —pensó asombrado de buena manera el chico de pelo negro y gafas que cubrían todo su rostro.

—No tengas esperanza, este viejo no tiene remedio... —le susurró la chica rubio-fresa que estaba parada a su lado.

Pero qué aguafiestas es... ¡Vamos tío, tú puedes! —pensó nuestro protagonista, Conan Edogawa, sin atreverse a responderle a la malhumorada chica, Ai Haibara.

—Su esposa, Kurokawa Mina-san, su hijo mayor Kurokawa Daisuke-san y su sirvienta, Nakazawa Manami-san. Uno de ellos es el asesino. —exclamó astutamente Kogoro Mouri, como un gran detective.

—¡Genial, Mouri-kun! Entonces, ¡¿quién es?! —preguntó el Inspector Megure muy emocionado por encontrar al asesino, al igual que todas las personas en ese cuarto.

—La persona que asesinó a Kurokawa Daizo es... —dijo Kogoro completamente seguro de su deducción. —... ¡Usted! —gritó apuntando hacia la joven esposa del fallecido.

—¡¿S-Su esposa?! —habló Megure entre confundido y sorprendido.

¡Uh! —pensó extrañado el pequeño detective, sin poder evitar ladear su cabeza en desacuerdo.

—Te lo dije. —se escuchó un murmullo divertido con un toque de petulancia, por parte de la pequeña de ojos verde brillante, el pequeño hacía gran esfuerzo en no concentrarse en esa mirada.

—Las letras "JUN" que dejó el señor Kurokawa corresponden a la palabra en inglés del sexto mes del año: junio. Este mes también puede ser llamado "Minazuki" en japonés. En otras palabras, Mina-san. Además, usted... —comenzó a exponer Kogoro, siendo increpado de inmediato por la mujer.

—¡¿Y que si nací en junio?! —contrarrestó las deducciones del "Gran detective Mouri" —¡¿Y que si "Mina" está en "Minazuki"?! —exclamó molesta con el rumbo de la deducción del hombre —¡¿Me va a acusar con ese patético juego de palabras?!

—No, no esto es una deducción lógica basada en... —empezó a responder Kogoro nervioso, pero sus palabras fueron interrumpidas por el Inspector a su lado.

—¿Alguien que está al borde de la muerte haría algo tan rebuscado? —preguntó el Inspector consternado. —Si hubiese sido yo, habría escrito en el nombre del asesino directamente.

Peligro en el rascacielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora