Peligro en el rascacielos

Capítulo 2: Fiesta

Sábado, 26 de abril 
11:42

Conan
    
—Ai… Ai… Ai, ¡por favor, escúchame! —murmuré una y otra su nombre, pero ella no me volteaba a ver. —Shiho, por favor, no me ignores, solo quiero hablar contigo. —supliqué una vez más.

Ella se dio la vuelta, mostrándome una mirada de muerte.

Oh, Sherlock…

—¿Qué quieres? —preguntó sombríamente.

—¿Me vas a escuchar esta vez? —pregunté nervioso con su mirada, pero no iba a echarme para atrás.

—¡Habla rápido! —murmuró enojada.

—¡Bien! Pero no aquí. —dije mirando de reojo a Kogoro, roncando en la cama a nuestro lado.

—Bien. —dijo entre dientes, antes de levantarse y caminar hasta la agencia en silencio, seguida por mi. —¡Habla de una vez!

—Shiho, no es lo que crees, ¡de verdad! —exclamé seriamente.

—¡Ha! ¿De verdad? ¿entonces no irás con Ran? o ¿me dirás que ya no vas conmigo? o ¿tal vez no pensabas decirme, y me dejarías plantada? o… —empezó a hablar rápidamente molesta.

—¡Shiho! —la interrumpí. 

—¡¿Qué?!

—¡Dejaré a Ran plantada! —agregué rápidamente antes de que volviera a hablar, mis palabras la dejaron sorprendida, incluso a mí me dejaban sorprendido, nunca pensé que diría algo como eso.

—¿Qué? Pero… ¿por qué?

—Porque quiero ir contigo. —dije por fin empezamos a hablar tranquilamente. —Cuando hablaba con Ran de la invitación de la nada me invitó, le dije que no podría ir, pero no me escuchó, no quiero ir con Ran, quiero ir contigo.

—Yo… ¿de verdad? —me preguntó en una mezcla de sorpresa e incredulidad.

¿Cómo puede ser tan hermosa esta chica?

—Sí, vamos a ver la película los dos, ¿sí?

—Sí. —me respondió con una sonrisa, que no demoró mucho en transformarse en una de burla.

Oh… ¿qué trama ahora?

—¿Entonces por qué no, nos vemos esa película?

—¿Esa película? —pregunté confundido.

—Sí, ya sabes… el hilo rojo del destino. —dijo manteniendo esa sonrisa divertida.

—¿Eh? ¿Hablas en serio? —pregunté desconcertado, mientras que ella solo aumentaba la sonrisa, definitivamente me está tomando el pelo, a ella no le gustan en lo más mínimo esas películas.

—¡Claro que sí! Una película romántica de vez en cuando no está mal, ¿no crees? 

—Bueno… supongo, si es la que quieres, la veremos. —afirmé seguro, aunque no prometo nada con ese tipo de películas.

—¡Bien! Entonces es hora de dormir. —dijo con una sonrisa antes de entrelazar nuestros dedos y guiarme hasta al cuarto.

¡Esto es demasiado para mí corazón!

Mansión Moriya
Jueves, 29 de abril

—¡Woah! ¡Increíble! —exclamó Ran.

—Verdaderamente es una construcción inglesa del periodo Stuart del siglo XVII. —comentó Kogoro. 

¿Eh?