Capitulo 4

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     El beso se fue haciendo cada vez más profundo hasta que ambas terminaron sin aliento y tuvieron que apartarse para tomar aire pero sin dejar de mirarse a los ojos, ambas sentían que estaban ardiendo en el deseo pero no querían dejarse llevar impulsivamente por los arrebatos del deseo que las invadía. Una vez más se volvieron a besar pero está vez fue Xanthé quien busco el beso y Medea fue toda de ella, sus brazos la apretaron aún más fuerte tanto que Xanthé gimió por lo bajó y sin darse cuenta sus manos estaban buscando desnudar a Medea quién también se descubrió haciendo lo mismo y ambas cedieron a desnudarse, ambas comenzaron bajando sus ropas blancas de los hombros hasta que cayeron al suelo.
Ambas se detuvieron un instante para contemplarse desnudas del pecho, Xanthé fue quien se atrevió a acariciar primero los senos de Medea, tenía curiosidad de saber que se sentía acariciar unos pechos que no eran suyos, sin embargo le gustó lo que tocaba, eran suaves, cálidos y perfectos a ojos de Xanthé, mientras que para Medea sentía que su miembro viril estaba erecto le dolía estar prisionero en la cárcel en el que se le había puesto desde muy tierna edad, la respiración de Medea se agitó y Xanthé podía escucharla, sintiendo como la suya se igualaba a la de Medea quien se despojo de su última prenda dejando a la vista de Xanthé su miembro viril, erecto por los besos y caricias de Xanthé quién la miró en todo su esplendor y Medea se ruborizó al ver que la princesa la miraban de arriba a bajo, Xanthé también miró su sexo de mujer un poco más abajo del otro, había una gran humedad entre sus piernas al igual que lo podía sentir entre las suyas.
Xanthé se acercó y beso de nuevo a Medea en los labios pero sin apartar las manos de los senos, entonces Medea aprovecho para llevar sus manos a la ropa de Xanthé y la termino de desnudar, en ese momento Xanthé fue consiente del roce caliente del pene de Medea que le tocaba el pubis y un poco más arriba, la sensación fue tan tentativa para Xanthé que deslizó sus manos de los senos recorriendo su abdomen hasta llegar a esa carne que una vez viera blanda, flácida y caída en el lago aquella noche, pero ahora estaba dura, ardiendo, pero suave, Medea cerro los ojos al sentir las manos de Xanthé recorriendo su miembro con morbo y delicadeza.

-¿Qué sientes? – le pregunto Xanthé con voz ronca y pasional – ¿te duele?

-No – dijo en voz baja – no me duele.

-¿Entonces?

-Se siente bien – dijo – muy bien.

-Quiéreme Medea – le pidió – quiéreme como lo has hecho en tus sueños.

    Medea abrió los ojos y deslizó sus manos por la espalda de Xanthé, le acarició los glúteos y de pronto la había alzado en brazos para llevarla a las mantas que la princesa colocó, una vez allí Medea colocó los brazos de Xanthé sobre su cabeza a todo lo largo mientras sentía que su corazón martilleaba dentro de su pecho tan fuerte que Xanthé creyó se saldría de su pecho, Medea entrelazó sus dedos con los de Xanthé, le beso en los labios despacio y paso a sus mejillas para luego llenar su rostro de besos, no hubo parte que escapará de los labios de Medea, depósito suaves besos hasta llegar al cuello, luego subió con su lengua deslizándola por su cuello y así saborear su dulce piel hasta llegar a su oreja, en dónde allí mordió su lóbulo mientras deslizaba su lengua por la zona que mordía, aquello hizo gemir bajamente a Xanthé, quién deslizó su lengua por sus labios víctima de la pasión que la invadía, Medea sentía como se retorcía bajo de ella y sus senos entraban en contacto continuamente, así que curiosa Medea dejo de jugar con el lóbulo de la oreja de Xanthé y bajo su boca al seno de Xanthé al tiempo que soltaba sus manos, Medea trazo círculos con la lengua alrededor del pezón del seno derecho de Xanthé, mientras que con su mano libre y con dos de sus dedos masajeaba el otro pezón de la princesa, ambos pezones estaban duros tan duros como lo que Xanthé tenía a punto de estallar.

     Para ese momento ninguna de las dos tenían miedo de lo que estaba pasando solo se dejaban llevar por lo que estaban sintiendo en ese instante, Xanthé dejo que Medea la cubriera de besos por todo su cuerpo, se demoraba acariciándola y le era muy grato, hasta que de pronto llegó el momento en que le separó las piernas, pero no lo hizo tan rápido, sino que tardó en hacerlo y fue delicadamente para no hacerla sentir incómoda, cuando estuvo disponible, Medea se cómodo en medio de sus piernas y antes de entrar beso a Xanthé en los labios y está pudo sentir el miembro ardiente de su amante de nuevo en su vulva, era el momento de entrar ambas lo sabían, así que Medea con ayuda de su mano dirigió su miembro a dónde una Xanthé mojada y excitada la esperaba. Medea fue empujando despacio conforme miraba la reacción del cuerpo y rostro de Xanthé, no quería hacerle dañó solo quería compartir el placer y mostrarle lo que Xanthé quería saber de estar con un hombre, una ves dentro Medea comenzó a moverse despacio y la sensación que ambas sentían era agradable, sus respiraciones se convirtieron más que nada en un jadeo, poco a poco ambas sintieron que la gloria estaba a punto de llegar, Medea sintió como las paredes vaginales de Xanthé le atrapaban su miembro en una agradable sensación que la llevo a la locura, porqué comenzó a moverse más rápido hasta que ambas se corrieron al mismo tiempo.

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