04: Errores

29 9 0
                                    

Bebé Jaymi estaba exhausto, tanto de llorar como de sentir ese feo malestar y su piel muy calentita, continua removiéndose sobre la cama y entre el muro de almohadas que su papi Damián construyó para evitar que cayera, sin embargo, todo lo que desea el infante es estar entre los brazos de su progenitor e intentar dormir un poco, Jaymi no entendía por qué su papi parecía evitar el querer arroparlo entre sus brazos.

-tranquilo, mi vida-le susurraba el ojiazul, aunque el menor ya no lloraba seguía haciendo pequeños ruiditos que hacían saber lo incómodo que estaba-tío Aleix volverá pronto

¿Tío Aleix? ¡Oh! Bebé Jaymi recordaba haber estaba en algún punto en los brazos de su tío Gruñón lo cual fue muy extraño pues a el chico de cabello colorido no gusta de cargarlo, aunque lo que no entiende fue en que momento llegaron a casa de su tío pues estaba seguro de que esa habitación no era suya o de sus papis....papis ¿Dónde estaba su papi Dexter por cierto?

Nunca más volvería a comer galletitas en la noche si era por eso que ahora se encontraba tal mal cómo para no saber dónde está o con quién.

-pa-ap-a...

Jaymi balbuceó calmando sus hipidos, tal vez su papi Damián pueda decirle dónde estaba papi Dexter.

-aquí estoy, amor-el castaño le acarició sus pequeños cabellos y mimó sus mejillas-

-pa-apa...

De alguna manera Damián intuía que Jaymi no estaba preguntándole por él sino por su esposo, a lo que sólo atinó a suspirar.

-iremos a casa más tarde, bebito-explicó-lo prometo

Cuando el timbre sonó el ojiazul agradeció mentalmente el regreso de Aleix, se sentía demasiado turbado y confundido como para cuidar solo de Jaymi, se aseguró de que las almohadas protegieran a su bebé en caso de moverse mucho y salió de la habitación directo hacia la entrada. 

Tras abrir la puerta estaba seguro de que hubiese preferido que fuese su mejor amigo.

-¿Qué haces aquí?-cuestionó el menor sin darse cuenta del tono seco que estaba empleando-

-estaba preocupado por ustedes-murmuró Dexter sintiendo un hincón en su pecho-

-te dije que vendría con Aleix-Damián negó, dejándolo pasar porque aunque tuviese un montón de sentimientos carcomiéndolo, fuera hacía demasiado frío para negarle la entrada-nunca saldría de casa sin avisarte dónde voy

-Damián quiero hablar contigo-pidió le pelirrojo-

-pero yo no quiero hablar contigo-le dijo el ojiazul-debo cuidar a Jaymi

El menor de ambos regresó a la habitación de Aleix, sentándose en un borde de la cama y tomando a su pequeño en brazos, únicamente porque inclusive en ese momento donde su ansiedad se mantenía presente, de alguna manera hasta Dexter le parecía una amenaza.

-Dami, por favor escúchame-el irlandés llegó detrás de él, quedándose de pie a una corta distancia del castaño-Lo siento, lo siento muchísimo ¿sí? Fui muy tonto al ignorar tu opinión sobre una decisión que nos concernía a ambos. Mi intención nunca fue lastimarte ni hacerte creer que no quiero esto

-¿por qué lo hiciste entonces?-le cuestionó en un hilo de voz, abrazando más al infante contra su pecho que empezaba a removerse incómodo. Bebé Jaymi amaba, adoraba a su papi Damián, pero a veces siente que lo abraza como si no quisiera soltarlo nunca...aunque no es que le moleste demasiado-¿y por qué seguimos discutiendo sobre lo mismo una y otra vez?

-tengo un montón de temores, amor-confesó el ojiverde, arrodillándose frente a su pareja con las menos sobre los muslos ajenos, las mejillas sonrojadas y un permanente temblor en su cuerpo-y cometí un error enorme al querer hacerlo todo solo, quería demostrarte que yo podía cuidar de ti, de Jaymi, tal y como tú lo hacías cuando éramos novios...demostrarte que podía ser suficiente para ustedes...-mordió su labio con fuerza, tratando de reprimir un sollozo-tú has hecho tanto por mí y yo...lo siento tanto

-todo esto sería muy lindo si la posición en la que estamos no fuese tan comprometedora-dijo el menor con algo de diversión en su voz-

-el mayor sólo atinó a reír-Damián...-pero terminó regañándolo dulcemente, optando por sentarse a su lado-

-el castaño suspiró-sólo quería romper la tensión

-escucha, Dami...-Dexter dejó una pequeña caricia en la mejilla de su pareja y un sonoro beso en la frente de su pequeño hijo-nuestras discusiones son continuas por el hecho de que ambos somos demasiados inexpertos en todo esto, en estar casados, en ser padres. Ambos queremos dar lo mejor y terminamos equivocándonos, pero necesito que entiendas una cosa ¿ok? Tú y Jaymi son mi vida entera, no hay nada que yo no haría por ustedes. He madurado y olvidado mis temores por ustedes, porque quiero protegerlos y cuidarlos. No tengo tiempo de seguir siendo el chico que se aferraba a ti para todo, tengo que ser responsable

-no me gusta discutir contigo-el ojiazul negó-me recuerda a mis padres...y a mi me gustaba cuando eras mi bebito todo tímido, ahora  también me gustas, pero necesito que quede claro

-lo sé...-susurró, besando su sien con sumo cariño-

Dexter asintió comprendiendo a lo que se refería, si bien es cierto que cuando sus suegros se divorciaron Damián lo tomó bien, ello no significaba que verlos discutir antes o después de ello no le dejaría recuerdos dolorosos. 

El irlandés le quitó con cuidado a su hijo para tomarlo con su brazo izquierdo y poder abrazar a su esposo con el derecho.

-no somos ellos ¿sí?-explicó con voz suave-es normal que discutamos, es cierto que no al extremo en que lo hemos estado haciendo, pero no siempre estaremos de acuerdo. Tenemos mucho que aprender y seguiremos cometiendo errores, sin embargo si vamos a seguir haciéndolo no veo mejor manera de hacerlo que juntos

-eso me gusta-Damián suspiró con una sonrisa pintada en sus labios-

-ustedes son por quién yo soy una mejor persona cada día.

-esto es lo más cursi que me has dicho desde que nos conocemos-el ojiazul parecía encantado-creí que enserio eras malo con las palabras

-lo soy-Dexter sonrió-esta es una ocasión que lo amerita, no te acostumbres

-qué mal-el ojiazul rió-por cierto, Jaymi estaba preguntando por ti

-mi pequeño príncipe ¿es cierto eso?-habló bajito el ojiverde, dando pequeñas caricias en la espalda del bebé que al estar entre sus brazos parecía empezar a adormilarse-

-deberíamos salir, Aleix odia que entre a su habitación-sugirió Damián-

-va a golpearme cuando vuelva-lamentó el pelirrojo-

-Pap-aap...-medio gruñó el infante pues tenía mucho sueño y el ruido no le permitía descansar-

-está juntándose mucho con Aleix-Damián se cruzó de brazos mirando su hijo-empieza a ser un gruñón

Dexter sonrió con un único pensamiento en su cabeza al ver a los dos chicos de su vida, y es que definitivamente si él hubiese sabido que las decisiones y errores en su vida terminarían en esto, en un esposo que lo ama y un pequeño bebé al que puede llamar hijo...

Él definitivamente se habría arriesgado mucho antes. 

Dulce y TiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora